Reunión ‘fantasma’ con el PSOE: a Sumar se le atraganta su órdago a Sánchez

El partido de Yolanda Díaz evita trasladar ni convocatoria pública ni contenido del encuentro solicitado al PSOE. En Moncloa insisten en rechazar una crisis de Gobierno

Yolanda Díaz y Pedro Sánchez.
KiloyCuarto

Sumar tropieza dos veces con las exigencias que ellos mismos han planteado al socio mayoritario de Gobierno. Hasta el punto de cerrarse en banda a facilitar cualquier información sobre la reunión que mantendrán este viernes con el PSOE los partidos de la coalición de la vicepresidenta segunda.

Un encuentro que Izquierda Unida, Más Madrid, los Comunes y Movimiento Sumar exigieron el martes al PSOE con un comunicado, después de cinco días de fuego cruzado entre ambos socios de la coalición.

Si ya estaban en una situación de extrema gravedad por los casos de supuesto acoso sexual en el PSOE, también azotado por los hallazgos sobre la presunta corrupción de algunos de sus exdirigentes más ilustres, Sumar ha logrado abrir un nuevo frente. Con un pulso a la interna que ha acaparado buena parte de los focos.

El primer disparo fue de Yolanda Díaz, que irritó profundamente al ala socialista del Ejecutivo exigiendo una crisis de Gobierno, en genérico, para recuperar oxígeno político tras los múltiples escándalos. Para que después su espacio político difuminara esta petición añadiendo otras exigencias, como el encuentro fantasma que celebrarán en Madrid.

Ninguno de los partidos de Sumar ha facilitado información siquiera sobre el lugar o la hora de la reunión que han arrancado al PSOE. No existe precedente. Nunca antes una reunión de los dos socios se ha visto tan privada de transparencia.

Fuentes de estos partidos aseguran a Artículo14 que la previsión, por confirmar, es que asistan los dirigentes Eva García Sempere (Izquierda Unida), Eduardo Rubiño (Más Madrid) y Lara Hernández (Movimiento Sumar). Ya era conocido que buscarían un perfil bajo -no participarán los ministros-, pero no que la reunión sería completamente secreta.

Inicialmente, esta cita fue reclamada por el líder de IU, Antonio Maíllo, durante el fin de semana. Y después fue asumida por los partidos que estamparon su firma en el comunicado del martes. El mismo día en que Maíllo acusó a Díaz de no haber acordado la exigencia de una crisis de Gobierno. Pese al portazo de Moncloa, en las filas de la vicepresidenta aspiran a que esta crisis tenga lugar después de navidad, a partir de en enero.

Sumar espera “respuestas y acción”

Desde la alianza de partidos sólo anticipan que acuden a esta cita “con contundencia”, y apenas apostillan que esperan obtener “respuestas y acción”. El miércoles, fuentes de Sumar en el Gobierno aseguraron que preguntarán al PSOE por las medidas desplegadas ante los casos de supuesto acoso sexual en sus filas.

Y que requerirán propuestas en materia de lucha contra la corrupción, ante la “peor” situación que ha vivido la coalición en los cinco años en los que han compartido asiento en el Consejo de Ministros. Por parte del PSOE estarán presentes la secretaria de Organización, Rebeca Torró, y uno de sus adjuntos, Borja Cabezón. Torró ha sido cuestionada a la interna por la criticada gestión del partido con el caso Salazar, y es ella quien recibirá sus preguntas sobre las medidas antiacoso.

El jueves, al filo de las 20.00 horas, las formaciones de Sumar seguían sin desvelar sus objetivos concretos ante esta cita, incluso sin aludir a las políticas que aspiraban a reactivar. O hasta cuándo planean aguantar la tormenta sin que tenga consecuencias que Sánchez haya ninguneado su exigencia de una remodelación del Ejecutivo.

Constitucionalmente, esta potestad es exclusiva del presidente del Gobierno. Y el argumento de las competencias ya ha sido empleado antes por Sumar para justificar su inacción en otros momentos difíciles de la legislatura.

En la agenda mediática del conjunto del espacio, enviada a las 19.00 horas del jueves, ni siquiera se menciona esta cita, la salida que han encontrado a una crisis que ha forzado al propio Pedro Sánchez a aludir a esta cuestión en público. “Pese a las discrepancias porque somos organizaciones políticas con una cultura diferente, hay muchas cosas que nos unen a PSOE y Sumar”, intentó aplacar desde Bruselas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
EFE

La reunión tendrá lugar después de que fuentes de La Moncloa despachasen con un “no va a pasar” su exigencia de cambios dentro del Consejo de Ministros. En el ala socialista del Gobierno y en el partido intentan restar hierro a este enfrentamiento en público, pero en privado reconocen el malestar generado con sus socios. “Se han metido en un jardín y no saben salir”.

El desconcierto con la estrategia propia es reconocido, con discreción, por algunos dirigentes de los partidos de Sumar. Los mismos que admitieron que la exigencia de una crisis de Gobierno, planteada por Díaz, “es cosa de Yolanda”. El lunes, acordaron el comunicado en el que requerían actuar en materia de vivienda, y reclamaban la propia reunión sobre la que no quieren hoy informar.

Durante la mañana, Toni Valero, diputado de IU, compareció en rueda de prensa para avisar al PSOE de que le parecería “una frivolidad” no tomarse “en serio lo que estamos planteando”. Y criticó a sus socios por “la falta de reacción a la altura de la crisis que se ha generado el PSOE”.

Y recordó que la reunión se encuadra en la comisión de seguimiento de la coalición, que permite “evaluar” el cumplimiento del pacto de Gobierno y plantear políticas concretas. Ni siquiera quiso avanzar qué harán si el PSOE no acepta sus exigencias. “Cruzaremos el siguiente puente cuando lleguemos a ese río”.

Horas después, IU comunicó que no desvelaría más detalles sobre esta cita, y precisó que las declaraciones de Valero únicamente representaban las posiciones de su organización, no las del conjunto del espacio político.

El PSOE espera que sirva como “pista de aterrizaje” a sus socios

Por su parte, fuentes de la dirección socialista consideran que la reunión deberá servir para “apaciguar” a sus socios, de los que esperan que repasen las medidas del acuerdo de investidura que aún están por impulsar.

El objetivo, afirma un segundo dirigente, es fijar la “prioridad” en el rumbo de la legislatura. Pero también aspiran a facilitar a sus socios una “pista de aterrizaje”, después de una semana en la que ni siquiera algunas voces de Sumar entienden cómo han podido atragantarse así con este asunto. Cómo siguen demostrándose incapaces de salir del laberinto que ellos mismos han construido.

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