Con una carrera en pleno despegue y un talento que promete llevarla a lo más alto, María González Sanchís (Valencia, 2000) se ha consolidado como una de las grandes promesas del atletismo español. Especialista en triple salto, esta joven de 25 años ha sido una de las últimas incorporaciones al equipo nacional, tras recibir una inesperada llamada de la Federación Española de Atletismo que cambiaría el curso de su carrera.
A pesar de su corta edad, María ha demostrado un espíritu competitivo que la ha impulsado a estar presente en grandes competiciones internacionales. Su inclusión en el equipo para el Campeonato Europeo llegó como una auténtica sorpresa. Gran admiradora de la triplista Ana Peleteiro, la joven atleta vive con ilusión y orgullo la oportunidad de representar a España en un evento de tal magnitud.
La inesperada tarde de domingo
María recuerda a la perfección la llamada que cambió su vida. “Estaba a punto de salir a merendar el domingo cuando recibí la llamada, a las cinco de la tarde, de Pepe Peiró, el seleccionador nacional. Me comunicó que Ana Peleteiro estaba indispuesta y que había pensado en mí para ocupar su lugar”, explica la atleta. A pesar de la sorpresa inicial, no fue hasta que se aceleraron los trámites y se hizo público el anuncio cuando comenzó a tomar conciencia de la magnitud de la noticia. “No reaccioné mucho en ese momento, no lo veía posible. Los sentimientos los estoy viviendo ahora”, confiesa.
La adaptación al equipo
Con respecto a su adaptación al equipo, María asegura que ha sido un torbellino de emociones y de trámites. “Esa llamada llegó cuando iba a ver el Campeonato de Madrid y no me dio tiempo de pensar mucho. Los días siguientes fueron muy rápidos, hice los trámites que me pidió la Federación y aquí estoy, con el equipo y con muchas ganas de aprovechar la oportunidad”, comenta la saltadora.
Ana Peleteiro, un referente
Uno de los nombres que más resuena en la conversación es el de Ana Peleteiro. La campeona tuvo que ceder su puesto en esta ocasión. “Le mandé mucho ánimo y ella me ha deseado suerte. Me dijo que disfrutara por ella y por todo el equipo”, asegura María, que no duda en indicar que Peleteiro es uno de sus grandes referentes. “A nivel deportivo, es una referente total. Tiene casi todos los títulos y me encantaría aspirar a lo que ha conseguido. Yo me fijo mucho en ella, en su técnica. Para cualquier niña que practique el triple salto, mirar a Ana es algo obvio”, comenta la Valenciana.

Un sueño hecho realidad
María tiene claro que esta oportunidad es un gran paso en su carrera, pero también lo vive con un toque de nostalgia. “Me lo tomo, no sólo como una oportunidad deportiva, sino también como una satisfacción personal. Desde pequeña, los campeonatos como este eran mi motivación. Pedía a mis padres verlos en directo”, confiesa. Para ella, estar allí no es sólo un premio fruto de años de esfuerzo, sino también la materialización de un sueño de la infancia. “Ver a la selección desde abajo, cuando siempre la he visto desde las gradas, va a ser impresionante”, confiesa emocionada.
Las rivales, presentes
Cuando se le pregunta por las rivales más fuertes en su prueba, María no duda en señalar que en el Europeo podemos encontrar a las competidoras más fuertes. “Creo que, en mi prueba, están las más fuertes. Hay muchas que son muy buenas, pero mi objetivo es dejar alguna atrás y estar entre las ocho primeras, lo cual sería un logro”, asegura con determinación.

La familia, siempre a su lado
Cuando la atleta mire a la grada, sabe que allí estarán sus seres queridos. “Sé que la grada estará llena y les he pedido que me hagan verlos. Va a estar mi familia, que vive en Valencia, y también gente que conozco de Madrid, donde llevo viviendo desde hace cuatro años. Sé que la sensación de verlos allí va a ser única”, señala.
El futuro: más retos y sueños
Aunque esta inesperada llamada la ha catapultado a la élite del atletismo, María tiene claros cuáles son sus próximos objetivos. “Busqué las competiciones con las que cumplir al principio de temporada y quiero seguir compitiendo con mi equipo de campeonatos nacionales. Me encantaría participar en algún mitin internacional, no sé si esta oportunidad me abrirá puertas, pero tengo muchas ganas de seguir creciendo”, explica.
Cuando se le pregunta por el sueño olímpico, su respuesta es un reflejo de su optimismo y determinación. “Hace un mes, si me lo hubieras preguntado, habría dicho que los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 estaban muy lejos para mí. Pero ahora, con todo lo que ha pasado en tan poco tiempo, no lo veo tan imposible. Nunca puedes decir que no, porque mira cómo estoy ahora. Lo veo como algo aspiracional, pero tengo ilusión por llegar allí”, concluye la atleta.

María, con su energía y humildad, demuestra que los sueños, aunque parezcan lejanos, pueden hacerse realidad en un abrir y cerrar de ojos. Y, con su incansable pasión por el deporte, está lista para escribir su propia historia desde la élite del atletismo.