Cumbre del clima

Aagesen impulsa en la COP30 la hoja de ruta para acabar con los combustibles fósiles

La vicepresidenta tercera ejerce de facilitadora en mitigación en una COP decisiva para mantener el calentamiento por debajo de 1,5 grados y avanzar en la salida de los combustibles fósiles

BRA50. BELÉM (BRASIL), 18/11/2025.- La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica de España, Sara Aagesen, habla durante una entrevista con EFE este martes, en el Centro de Convenciones Hangar donde se realiza la COP30, en Belém (Brasil). Aagesen afirmó durante la 30 cumbre climática de la ONU, la COP30, que es "optimista" en relación a la posibilidad de que se consensúe una hoja de ruta para avanzar hacia el fin de los combustibles fósiles.
Sara Aagesen, durante la COP30, en Belém (Brasil).
EFE/Andre Borges

Sara Aagesen es la voz de España en la COP30 en un momento en el que el clima global se juega algo esencial: paliar los efectos de la crisis climática en un contexto geopolítico muy complejo, marcado, entre otros factores, por la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. La cumbre encara dos objetivos bien definidos: mantener vivo el propósito de limitar el calentamiento global a 1,5 grados y avanzar en una hoja de ruta sobre la necesidad de acabar con los combustibles fósiles. Es el salto político que falta desde la Cumbre de Dubái, donde por primera vez se adoptó esta posición respecto a los combustibles fósiles.

Esta vez, en plena Amazonía, la vicepresidenta tercera asume un protagonismo especial: es una de las facilitadoras de mitigación, el bloque donde se decide, literalmente, cuánto se calentará el planeta. Y lo hace con un punto de partida claro: “Una de las cosas más importantes que tiene que salir de esta cumbre es un plan de respuesta ante la evidencia de que existe una brecha en la ambición de todas las NDC (…) y una respuesta clara es el abandono progresivo de los combustibles fósiles”, resume en una entrevista con Efe. Las NDC, las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, son los planes climáticos que cada país entrega a la ONU para recortar emisiones. Y, según Aagesen, hoy no son suficientes para alcanzar el objetivo de 1,5 grados. Ello obligará a poner en marcha un plan de respuesta.

Sara Aagesen participa en la COP30 en Brasil.
Miteco.

Plan de respuesta en la COP

Ese “plan de respuesta” no es un concepto abstracto, engloba tanto el refuerzo de las políticas de reducción de emisiones como la manera de ejecutarlas. El Acuerdo de París obliga a activarlo cuando los planes climáticos de los países —sus NDC— no bastan para mantener el calentamiento por debajo de 1,5 grados. Y eso es precisamente lo que está sobre la mesa en Belém: la Presidencia brasileña ha puesto bajo examen un informe de síntesis que evaluará si existe esa brecha entre lo prometido y lo necesario. En caso de una respuesta positiva, la posición de España es clara: si se confirma esa brecha, la COP30 debe responder “con mayor ambición” y con una hoja de ruta que convierta en realidad el principio político aprobado en Dubái.

El primer borrador difundido por la propia Presidencia brasileña apunta precisamente en esa dirección. El texto propone lanzar la “Hoja de ruta de Belém hacia 1,5” como instrumento para afrontar la brecha de ambición e implementación de las NDC. También reconoce que el nivel actual de compromisos es insuficiente y que la COP30 debe definir cómo se elevará la ambición climática para mantener vivo el límite de 1,5 grados.

Un papel de liderazgo

Sara Aagesen en la COP30.

España está en el grupo de países que quiere que esta cumbre marque ese giro. En 2023, durante la Presidencia rotatoria de la Unión Europea, el Gobierno español trabajó para impulsar la primera declaración internacional que mencionaba abiertamente la necesidad de abandonar los combustibles fósiles. Ahora, Aagesen insiste en que toca avanzar: “Dar el siguiente paso de que exista una hoja de ruta y trabajar en el contenido (…) yo diría que sería un resultado muy exitoso para acabar con los combustibles fósiles”.

En esta ocasión, Aagesen tiene un rol activo en esta dirección como facilitadora en mitigación. Cabe recordar que, en estas cumbres, quienes ocupan el papel de facilitadores son los encargados de acercar posiciones entre bloques con intereses distintos: grandes emisores, países petroleros o economías en desarrollo, entre otros. Para la española es una responsabilidad con la que, -según ha señalado-, se siente “muy cómoda”

Mitigación

La mitigación es una de las cuestiones más importantes en la COP. En paralelo, otro eje crucial en esta COP es la financiación climática. Mantener el compromiso de 1,5 grados y avanzar hacia la eliminación de los combustibles fósiles requiere recursos muy superiores a los actuales. Así, se anticipa la necesidad de movilizar para 2035 una financiación, tanto en mitigación como en adaptación, de 1,3 billones de dólares anuales hacia los países en desarrollo. Ese volumen incluye una parte de financiación climática movilizada por acción pública -unos 300.000 millones al año- con ayuda de capital privado. Para vehicular esa transformación se han creado herramientas como el Baku to Belém Roadmap y el Círculo de Ministros de Finanzas de la COP30, donde España también participa.

La vicepresidenta tercera del Gobierno en la COP30.

Aagesen subraya que España llega con “ambición máxima” en financiación. Así, recuerda que el país ya está aportando 1.700 millones de euros anuales, por encima de los 1.350 millones comprometidos. Y mantiene una posición que coincide con la del resto de la Unión Europea: no reabrir los acuerdos cerrados en la COP29 de Bakú pese a la presión de algunos países en desarrollo. La estrategia es centrarse en que los fondos -públicos y privados- “lleguen en tiempo y forma en este 2035”. Además, de en mejorar la eficiencia de las instituciones internacionales encargadas de gestionarlos.

Ausencia de EEUU

Una de las grandes ausencias en esta cumbre es Estados Unidos. “Que Estados Unidos no esté es un desafío. Es la segunda vez que ocurre y el Acuerdo de París sigue más vivo que nunca. Lo que tenemos que hacer es que esta convención, esta cumbre del clima, esta COP30 sea un reimpulso”, asegura.

La COP30 se presenta así como una prueba de credibilidad para el sistema climático internacional: si la cumbre es capaz de acordar cómo cerrar la brecha de ambición y cómo empezar la salida ordenada de los combustibles fósiles, el objetivo de 1,5 grados seguirá siendo alcanzable. De lo contrario, quedará reducido a una aspiración. El trabajo de Aagesen en el corazón de esas negociaciones apunta a lo primero.