La Generalitat ha presentado una nueva iniciativa que podría cambiar el rumbo de la vivienda en la comunidad. Se trata de un programa de financiación de la entrada de un piso que cubrirá hasta el 20% del coste para jóvenes que compren su primera vivienda de segunda mano. Bajo el nombre Préstecs emancipació, esta línea de crédito público, sin intereses y con devolución aplazada hasta saldar la hipoteca, pretende atacar de raíz uno de los grandes problemas del mercado: el acceso inicial al inmueble.
El presidente Salvador Illa ha sido el encargado de anunciar esta medida durante un acto en El Economista, en el que ha confirmado que la inversión total ascenderá a 500 millones de euros entre 2025 y 2029. El objetivo es que la entrada deje de ser una barrera insalvable para miles de jóvenes que desean dejar el hogar familiar y dar el salto hacia la autonomía. Esta financiación de la entrada de un piso busca tanto facilitar la compra como transformar esas propiedades en vivienda protegida, evitando así la especulación inmobiliaria.
Financiación pública a cambio de vivienda protegida
La clave del programa no solo reside en cubrir el 20% inicial del precio, sino en las condiciones del acuerdo. Quienes accedan a esta financiación de la entrada de un piso verán cómo su propiedad pasa a estar calificada como vivienda protegida. Una figura que ya no perderá. Esto significa que podrán venderla en el futuro, pero siempre a precio tasado. La Generalitat pretende, de este modo, garantizar que el parque de vivienda asequible no solo crezca, sino que se mantenga.

Las condiciones de la financiación son especialmente ventajosas. El préstamo no tendrá intereses y solo se empezará a devolver una vez se haya completado el pago de la hipoteca principal. La Generalitat asume así una parte del riesgo, blindando a los jóvenes frente a la inestabilidad económica y ofreciendo un modelo de cooperación público-privada que podría convertirse en referente nacional.
Una inversión estructural para revertir la crisis de vivienda
Esta medida forma parte de un ambicioso plan de vivienda impulsado por el Gobierno catalán con la intención de ampliar el parque público de inmuebles. Con una inversión global de 4.400 millones de euros hasta 2030, el Govern prevé crear 50.000 pisos nuevos a través de la construcción, la compra directa y, ahora, mediante esta financiación de la entrada de un piso.
En paralelo, la Generalitat ha iniciado los trámites para edificar más de 21.000 viviendas públicas gracias a la cesión de 665 solares en 226 municipios. Estas nuevas construcciones contarán con reservas específicas del 25% para jóvenes y del 10% para personas en situación de vulnerabilidad, lo que refuerza el enfoque social de toda la política habitacional del actual ejecutivo.