Cuando el calendario entra en su recta final, muchos contribuyentes se preguntan cómo pueden reducir su factura fiscal antes de cerrar el año. Una de las herramientas más efectivas —y a menudo subestimada— son las aportaciones a planes de pensiones, que permiten rebajar la base imponible del IRPF y obtener un ahorro directo en la próxima declaración. Pero para beneficiarse, es imprescindible entender los límites, actuar antes del 31 de diciembre y calcular cuánto puede suponer realmente para un salario medio.
Últimos días para aprovechar el ahorro fiscal
Todas las aportaciones realizadas a un plan de pensiones antes del 31 de diciembre computarán en la declaración de la renta del próximo año. Si se hacen en enero, ya contarán para el ejercicio siguiente. Por eso, este mes se convierte en una carrera contrarreloj para quienes quieren optimizar sus impuestos.
El límite máximo de aportación con derecho a deducción para planes individuales es de 1.500 € anuales. Esa cifra define el máximo que puedes restar a tu base imponible, independientemente de cuántos planes tengas. En el caso de los planes de empleo o aportaciones empresariales, los límites pueden ser superiores, pero para la mayoría de los trabajadores por cuenta ajena, esos 1.500 € son la cifra clave.
Cómo funciona el ahorro: menos base imponible, menos impuestos
Las aportaciones reducen la base imponible sobre la que se calcula el IRPF. Esa es la clave del ahorro. Cuanto más alto sea tu tipo marginal, mayor será la devolución o la reducción del importe a pagar.
Para entenderlo claramente, consideremos un ejemplo práctico:
- Una persona con un salario bruto anual de 30.000 € aporta 1.500 € a su plan de pensiones.
- Su base imponible pasa a ser de 28.500 €.
- Si su tipo marginal es del 30 %, el ahorro real será:
1.500 € × 30 % = 450 €.
En otras palabras, aportar 1.500 € al plan puede hacer que Hacienda te devuelva 450 € o que pagues 450 € menos en tu declaración, dependiendo del resultado final.
Si el contribuyente tiene un sueldo más modesto —por ejemplo, unos 20.000 € anuales— y su tipo marginal es del 24 %, el ahorro sería:
1.500 € × 24 % = 360 €.
No es una devolución automática en el momento de aportar, sino un beneficio que se materializa en la declaración, pero que tiene un impacto directo y tangible en las finanzas domésticas.
Cuándo conviene realizar la aportación
- Antes del 31 de diciembre, para que compute fiscalmente en el ejercicio actual.
- Si tienes ingresos medios o altos, ya que el ahorro aumenta conforme sube el tipo marginal.
- Si planeas mantener el ahorro a largo plazo, porque los planes de pensiones están diseñados para la jubilación y funcionan mejor con constancia.
Además, quienes cuentan con planes de empleo pueden beneficiarse de deducciones adicionales, siempre que se cumplan los requisitos del plan.
Qué debes tener en cuenta antes de aportar
Aunque la deducción es una ventaja inmediata, conviene recordar que en el momento de rescatar el plan, el dinero tributará como renta del trabajo. Por eso, muchos asesores recomiendan realizar el rescate de forma escalonada, evitando concentrarlo en un único ejercicio, lo que podría aumentar el tipo impositivo.
Aun así, el beneficio fiscal presente sigue siendo una de las pocas herramientas claras y accesibles para reducir impuestos sin asumir riesgos excesivos.
Una oportunidad real de ahorrar
Aportar a un plan de pensiones antes de final de año puede suponer un ahorro inmediato de entre 300 € y 600 € para la mayoría de los contribuyentes con sueldos medios. El límite de 1.500 € es una cifra modesta si se compara con años anteriores, pero sigue siendo una vía eficaz para recortar la factura fiscal.
En un contexto de creciente preocupación por la jubilación y los ingresos futuros, los planes de pensiones combinan ahorro a largo plazo con un beneficio inmediato en el IRPF. Y aprovecharlo a tiempo —antes del 31 de diciembre— puede marcar una diferencia notable en la próxima declaración.

