Isabelle Maurizi: “Las decisiones adoptadas por Estados Unidos están afectando a todos los sectores”

La directora general de la Asociación Europea de Ropa de Marca (EBCA) habla para Artículo14 sobre el futuro del sector textil en el ámbito de la sostenibilidad y los objetivos de los Estados Miembros

Isabelle Maurizi,directora de European Branded Clothing Association
Isabelle Maurizi,directora de European Branded Clothing Association
Javier Cuadrado

Isabelle Maurizi es la directora general de la Asociación Europea de Ropa de Marca (EBCA),  organización que representa a las principales marcas de ropa en Europa. Asumió el cargo en julio de 2024 con el objetivo de reforzar la visibilidad del sector ante las instituciones comunitarias y consolidar su papel en los debates clave sobre sostenibilidad, comercio internacional y regulación del mercado.

Antes de su nombramiento, Maurizi ha acumulado una amplia experiencia laboral en el ámbito de la sostenibilidad, comercio y políticas textiles. Entre sus cargos anteriores destacan roles en C&A, donde fue Head of Public Affairs, y posiciones de relevancia en asociaciones comunitarias del sector.

Asimismo, la EBCA es una asociación que reúne a más de 70 marcas europeas y globales del sector textil, con presencia en Francia, Alemania, España, Italia y otros países de la UE, que según la página oficial de la coalición, acumula generan más de 250 000 empleos en sus operaciones europeas.

Ha pasado casi un año desde que asumió la dirección de la EBCA. ¿Cómo valora este periodo y cómo ha evolucionado la estrategia de la asociación bajo su liderazgo?

La EBCA se creó en 2007 como una alianza informal, dirigida en ese momento por una secretaría externa, centrada únicamente en temas de acceso al mercado y comercio internacional. Sin embargo, decidimos relanzar la asociación y hacerla más visible debido al creciente interés por parte de la Unión Europea y sus responsables políticos.

Así que mi objetivo es realmente aumentar la visibilidad de los miembros del sector de ropa con el fin de ganar un poco más de influencia en la formulación de políticas. Ha sido un reto, porque hay muchos frentes abiertos, pero entre los miembros compartimos el deseo de impulsar este cambio. Creo que es importante que el sector se haga oír y que nos vean como socios de los reguladores para alcanzar sus objetivos.

La incorporación reciente de una empresa china como Li & Fung refleja una mayor apertura hacia actores asiáticos. ¿Plataformas como Shein o Temu podrían formar parte de la asociación en el futuro?

Estados miembros mantenemos criterios estrictos respecto a nuestro historial en materia de sostenibilidad. Contamos con estándares que exigen el respeto a las normas y convenios internacionales. Todas las empresas que operan en la Unión Europea deben actuar con responsabilidad, y por eso exigimos un compromiso firme en este ámbito.

Lo que buscamos en este momento es garantizar que colaboramos con partes interesadas que estén igualmente comprometidas con avanzar en la agenda de sostenibilidad de la UE y en la promoción del comercio internacional basado en reglas claras. No se trata de quiénes son las plataformas o qué compañías están implicadas; se trata de garantizar que todos asuman su responsabilidad y respondan ante los compromisos adquiridos.

Bruselas estudia implantar una tasa de 2 euros para compras en estas plataformas. ¿Comparte esta visión de imponer barreras de entrada más estrictas al mercado europeo?

Existe una clara necesidad de igualdad de condiciones. Actualmente, los productos por debajo del umbral de 150 euros no están siendo controlados de forma efectiva, y esto ha provocado una entrada masiva de paquetes en la UE que no siempre cumplen con los estándares requeridos. El establecimiento de una tasa de tramitación puede ser una solución rápida, pero no garantiza un impacto a largo plazo. Por eso defendemos un enfoque más global, como el que propone la Comisión Europea en su comunicación sobre comercio electrónico, que incluye medidas para reforzar las autoridades de vigilancia del mercado, mejorar la cooperación aduanera y garantizar que los productos que entran sean seguros, sostenibles y competitivos.

Estados Unidos acaba de anunciar nuevos aranceles a productos chinos. ¿Qué impacto pueden tener estas medidas en el equilibrio global del sector textil y, en particular, en lar macas europeas?

Somos marcas globales. Eso significa que no solo producimos a escala global, sino que también generamos impacto a nivel global. En este contexto, creemos que las decisiones adoptadas hasta ahora por Estados Unidos están afectando, de hecho, a todos los sectores, no solo al nuestro: afectan a las inversiones, generan inestabilidad y debilitan la confianza de los consumidores. Por eso apoyamos a la Comisión Europea en su estrategia tanto de negociación como de diversificación de proveedores. Es esencial encontrar soluciones equilibradas y sostenibles en este contexto tan volátil.

Uno de los grandes desafíos del sector es la gestión del residuo textil. ¿Está Europa preparada para asumir el coste ambiental de su propio consumo? ¿Qué soluciones está promoviendo EBCA en términos de reciclaje y circularidad real?

La Comisión Europea ha demostrado liderazgo para abordar este problema con un enfoque combinado. Por un lado, están impulsando requisitos obligatorios de diseño que permitan reducir el uso de recursos y, por tanto, generar menos residuos tóxicos. Uno de los elementos clave es el requisito obligatorio de acceso al mercado en materia de diseño ecológico. Si conseguimos productos que utilicen menos recursos, también generaremos menos residuos tóxicos. Necesitamos garantizar la coherencia en todos estos requisitos para que el sistema funcione de manera eficaz.

Además, estamos trabajando para que el mercado y la infraestructura acompañen estos objetivos, permitiendo que los precios reflejen adecuadamente el valor de la sostenibilidad. Tenemos grandes expectativas puestas en la economía circular como motor clave para asegurar que ciertos modelos de negocio sean rentables.

Esto va mucho más allá de fomentar el uso de productos de segunda mano: implica también la necesidad urgente de crear más instalaciones de reciclado y mejorar las infraestructuras existentes en toda la Unión Europea.

Europa juega con desventaja en precio, pero aspira a liderar en sostenibilidad e innovación. ¿Cuál diría que es hoy la principal fortaleza del tejido empresarial europeo de la moda frente al empuje global?

Somos un sector innovador y resiliente. Hemos demostrado que no solo diseñamos ropa, sino que también generamos un gran valor añadido para la sociedad europea. La UE sigue siendo exportadora neta de productos textiles, especialmente textiles técnicos más que prendas, y eso es una ventaja competitiva importante. En un mundo tan globalizado, todos los actores tienen fortalezas específicas, pero Europa aporta un enfoque diferencial basado en calidad, sostenibilidad y valor social.

Usted es la primera directora general de la EBCA, en un sector que aún arrastra inercias muy masculinas. ¿Qué aporta la visión de una mujer en la industria?

No sé si es una cuestión de perspectiva femenina, pero realmente intento aportar algo diferente. Llevo muchos años trabajando en temas relacionados con la Unión Europea, y también dentro de la asociación de la UE. Creo que, si algo he podido aportar a nivel personal, ha sido el impulso hacia una forma de trabajo basada en la inteligencia colectiva.

Mi enfoque ha sido siempre evitar estructuras demasiado jerárquicas, tanto en el sector como dentro de la asociación. Estoy convencida de que todas las personas tienen algo valioso que ofrecer, y para mí lo importante es reconocer las fortalezas de cada uno, más que subrayar las debilidades.