La protesta de Bruselas que se celebrará este jueves apunta a convertirse en una de las movilizaciones agrarias más importantes que se recuerdan en el corazón de la Unión Europea. La Plaza de Luxemburgo, frente al Parlamento Europeo, será el escenario final de una marcha impulsada por agricultores y ganaderos de los 27 Estados miembros que rechazan de forma unánime la propuesta de la Comisión Europea de recortar en torno a un 22% los fondos de la Política Agraria Común (PAC).
La protesta de Bruselas no surge solo como una reacción presupuestaria. Para el sector, la propuesta comunitaria pone en riesgo el modelo de PAC tal y como se ha conocido hasta ahora. Lo hace al introducir una “renacionalización” de las ayudas que rompe con uno de los pilares históricos de la política agraria europea.
Una movilización histórica en el corazón de la UE
La protesta de Bruselas está organizada por la COPA COGECA, la principal organización agraria europea. Contará con la participación de unas 40 organizaciones del sector procedentes de todos los países de la Unión. El recorrido incluirá puntos clave de la capital comunitaria, como la Rue de la Loi, y coincidirá con la reunión de jefes de Estado y de Gobierno europeos prevista para los días 18 y 19 de diciembre.
Desde la organización estiman que alrededor de 10.000 agricultores y ganaderos participarán en esta protesta. Un hecho que los representantes del sector califican de “histórico”. Entre ellos habrá una amplia representación española, con entre 500 y 550 agricultores desplazados desde España.
Uno de los ejes centrales de la protesta de Bruselas es el rechazo al nuevo modelo de financiación planteado por la Comisión Europea. El documento propone que los fondos de la PAC pasen a integrarse en un fondo único por país, que los Estados miembros podrían complementar con recursos propios.
Para el sector agrario, este enfoque rompe la unidad de mercado y abre la puerta a desigualdades profundas entre países. La protesta denuncia que los Estados con mayor capacidad económica podrían apoyar con más intensidad a sus agricultores, generando una competencia desleal dentro del mercado único europeo.
El acuerdo con Mercosur, otro foco de conflicto
La protesta de Bruselas también apunta directamente a la política comercial de la Comisión Europea. En particular, al acuerdo con Mercosur, que podría ser ratificado en los próximos días. Aunque sectores como el vitivinícola o el aceitero ven oportunidades en mercados como Brasil, otros ámbitos productivos temen una competencia desleal.
Producciones como el vacuno de carne, la miel o el arroz consideran insuficientes las cláusulas de salvaguardia, pese a los recientes ajustes aprobados por el Parlamento Europeo. Este malestar se suma al recorte presupuestario y refuerza el carácter transversal de la protesta.
Las cifras explican la magnitud del conflicto que alimenta la protesta de Bruselas. En España, 582.085 agricultores y ganaderos perciben ayudas de la PAC en la campaña de 2025, sobre una superficie declarada de 22,1 millones de hectáreas. El importe total de las ayudas directas asciende a 4.889 millones de euros.
Según los cálculos compartidos por La Información, España dejaría de recibir 877,5 millones de euros anuales si se aplica el recorte planteado. Esto obligaría a repercutir los costes en los precios en origen y, en última instancia, en el consumidor. Dependiendo del escenario, el alza de los precios de los alimentos podría situarse entre el 6,5% y el 9,3%, entre 350 y 501 euros más al año por hogar.