La pugna por Warner Bros. Discovery ya no se libra solo en los despachos de Hollywood o en los reguladores estadounidenses. También se juega en los grandes centros financieros internacionales, con Netflix apoyándose en una potente red bancaria para sostener su ofensiva. En ese entramado aparecen ahora dos actores clave del sistema financiero español: Santander y BBVA.
Según la documentación remitida a la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC), Netflix ha incorporado a ambos bancos en la estructura de financiación diseñada para respaldar su oferta de 83.000 millones de dólares por Warner, propietaria de marcas como HBO o CNN. En total, la plataforma de streaming ha articulado una sindicación de 25.000 millones de dólares, en la que Santander ha comprometido 1.312 millones y BBVA otros 578 millones.
La arquitectura financiera detrás de la ofensiva de Netflix
La operación con Warner se apoya en un acuerdo firmado el pasado 5 de diciembre, por el que Netflix se compromete a pagar 27,75 dólares por acción mediante una fórmula mixta de efectivo y nuevas acciones. Aunque la compañía cuenta con una capitalización bursátil que supera los 430.000 millones de dólares, el tamaño de la transacción exige una compleja ingeniería financiera.
El primer paso fue la activación de un préstamo puente por valor de 59.000 millones de dólares, garantizado inicialmente por Wells Fargo, BNP Paribas y HSBC. Este tipo de financiación permite a Netflix lanzar la oferta por Warner mientras estructura, en paralelo, una solución de deuda más estable y diversificada.

Es en esta segunda fase donde entran en juego Santander y BBVA. Ambos bancos participan en un crédito revolving de 378 millones de dólares —dentro de un paquete total de 5.000 millones con vencimiento en 2030— y en dos tramos sénior que suman 1.513 millones de dólares, dentro de un bloque de 20.000 millones.
En concreto, Santander asume 1.050 millones y BBVA 463 millones en estos tramos, consolidando su papel como actores relevantes en grandes operaciones de fusiones y adquisiciones. Para Netflix, la entrada de estas entidades refuerza la solidez del esquema financiero de la opa sobre Warner.
Un cliente atractivo para la banca internacional
La sindicación ha despertado interés entre numerosas entidades. Netflix cuenta con calificación crediticia A por parte de Standard & Poor’s y A3 según Moody’s. Eso la convierte en un prestatario atractivo. Los diferenciales pactados oscilan entre el 0,85% y el 1,25%, según la información trasladada a la SEC.

Junto a Santander y BBVA, participan en la financiación bancos europeos como Société Générale o Commerzbank, además de entidades canadienses, japonesas y estadounidenses. El reparto del riesgo permite a Netflix avanzar en la compra de Warner mientras prepara una refinanciación más duradera en los mercados de capitales para otros 34.000 millones de dólares.
El valor estratégico de Warner para Netflix
Desde el punto de vista industrial, la adquisición de Warner permitiría a Netflix reforzar su catálogo con uno de los mayores archivos audiovisuales del mundo y consolidar su liderazgo frente a competidores como Disney o Paramount. La suma de ambas plataformas rondaría los 450 millones de suscriptores a nivel global.
Sin embargo, el movimiento no ha quedado sin respuesta. Pocos días después del anuncio, Paramount Global lanzó una opa hostil totalmente en efectivo, valorada en 108.400 millones de dólares, por encima de la propuesta de Netflix sobre Warner.

La contraofensiva de Paramount ha añadido presión política y regulatoria a la operación. Donald Trump advirtió públicamente del riesgo de concentración, mientras que la senadora Elizabeth Warren calificó la opa de Netflix sobre Warner como una “pesadilla antimonopolio”.
Pese a ello, el consejo de administración de Warner ha dejado clara su preferencia. La semana pasada rechazó la oferta de Paramount al considerarla insuficiente y cuestionar su viabilidad financiera, pese a ser más elevada que la de Netflix. No obstante, todo está por decidirse. El futuro de Hollywood aún está en juego.


