CASTILLA Y LEÓN

El pueblo en Salamanca con encanto medieval, una curiosa huella y sin masificaciones

Este es el pueblo en Salamanca con encanto ideal con una escapada: mucha historia, un precioso río y una leyenda religiosa

El pueblo en Salamanca con encanto, Ledesma
El pueblo en Salamanca con encanto, Ledesma

En Castilla y León, conocida por su rica historia y sus pueblos amurallados, se esconden joyas menos exploradas pero igualmente fascinantes. Entre ellas destaca un pueblo en Salamanca con encanto que combina historia, arquitectura y tradición en un entorno tranquilo y auténtico. Tiene raíces que se remontan a épocas anteriores incluso a la civilización romana. Este municipio es un destino perfecto para quienes buscan escapar de las paradas turísticas convencionales y adentrarse en la esencia más pura de esta comunidad.

Ledesma, el pueblo en Salamanca con encanto único

Ledesma, antiguamente conocida como Bletisama (“llana en un alto”) durante la época vetona, fue un importante enclave estratégico en esta región en la antigüedad. Los vetones, un pueblo prerromano de cultura celta, dejaron su huella en la región, y su legado perdura en los nombres y yacimientos arqueológicos cercanos. Durante la época romana, formó parte relevante de Lusitania. Y llegada la Edad Media, adquirió relevancia como plaza fuerte, gracias a su castillo y murallas, que protegían el territorio de las incursiones musulmanas y cristianas.

En el siglo XII, el rey Fernando II de León concedió a Ledesma un fuero real, lo que impulsó su desarrollo como villa medieval. Su patrimonio arquitectónico refleja esta época de esplendor, con edificios que mezclan estilos románico, gótico y renacentista.

Una de las curiosidades más desconocidas de Ledesma es la leyenda de la herradura en una peña cerca del prao La Villa. Según la tradición local, se dice que esta marca fue dejada por un rey morisco cuando saltó desde el castillo hasta ese lugar. Hay quien también dice que es del caballo de Santiago Apóstol. La huella, con forma de herradura, se ha convertido en un símbolo misterioso y con un origen desconocido incluso para muchos habitantes del pueblo. Cada cual, le ha dado entre generaciones un origen u otro.

Un patrimonio cultural que resiste el paso del tiempo

Uno de los mayores atractivos de este pueblo en Salamanca con encanto es su castillo, una fortaleza del siglo XII que domina el paisaje desde lo alto de un risco. Aunque ahora se encuentra parcialmente en ruinas, su torre del homenaje y sus murallas ofrecen unas vistas espectaculares del río Tormes y los alrededores.

Este río precisamente abastece el Balneario de Ledesma, muy cerca del núcleo de la localidad. Un lugar ideal para desconectar, rodeado de naturaleza e historia.

Regresando al pueblo, la Iglesia de Santa María la Mayor, construida entre los siglos XII y XVI, es otro ejemplo de la riqueza arquitectónica del pueblo. Su portada románica y su retablo mayor barroco la convierten en una visita obligada.

Además, el Puente Mocho, de origen romano y reconstruido en la Edad Media, es un testimonio de la importancia de Ledesma como cruce de caminos. Sus calles de piedra y sus casas blasonadas completan un paisaje urbano que parece detenido en el tiempo.

Respecto a la gastronomía, allí se pueden degustar especialidades como el farinato (plato con embutidos y pan), el hornazo, el queso con membrillo y las rosquillas al estilo local. Estos platos pueden disfrutarse en las tabernas y restaurantes del pueblo, donde la cocina tradicional se mantiene viva.

Ledesma ofrece legado medieval, buena gastronomía y un ambiente tranquilo. Estos factores lo convierten en una parada imprescindible en la provincia de Salamanca. No pierdas la oportunidad de escaparte a este rincón desconocido pero lleno de encanto si pasas cerca de allí.

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