La figura de Brigitte Macron, hasta ahora relacionada con su papel discreto pero influyente junto al presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, se ha visto tocada por una profunda tragedia familiar. Primero por el fallecimiento de su hermana mayor, Anne‑Marie Trogneux, de 93 años, durante la noche del 2 al 3 de julio pasado, rodeada del amor y el acompañamiento de su familia.
Apenas dos semanas después, el destino volvió a golpear con la muerte de su sobrina Christine Hacquin, hija de Anne‑Marie. La mujer, de 68 años, había estado batallando durante años contra una enfermedad crónica en la región de París, y falleció el 19 de julio de 2025, dejando un profundo vacío en la familia Trogneux‐Macron.
Los honores fúnebres de Anne‑Marie tuvieron lugar en Amiens el 15 de julio, y la ceremonia en memoria de Christine está prevista para el viernes 25 de julio en la iglesia de Brégy, en el departamento de Oise.
Perder a dos seres tan cercanos en menos de tres semanas ha marcado profundamente a la Primera Dama. No es la primera vez que Brigitte vive el dolor por pérdida familiar. Desde su infancia ya sufrió la muerte de su hermana Maryvonne en 1961, en un trágico accidente de coche cuando tenía apenas 27 años. También en 2018 vivió el fallecimiento de su hermano Jean‑Claude Trogneux, en ese momento al frente del negocio familiar de chocolatería.
Así, este 2025 se transforma en uno de los años más difíciles en la vida de Brigitte: el verano se ha teñido de luto, primero con Anne‑Marie y ahora nuevamente con Christine.

Un duelo íntimo en el ojo público
Brigitte Macron ha mantenido un perfil alejado de los flashes mientras honraba los últimos momentos de su hermana y su sobrina. En ambas ocasiones, vistió de negro y fue acompañada por su marido, el presidente Macron, quien estuvo junto a ella durante los funerales en Amiens y lo estará también en el homenaje a Christine.
Desde el Elíseo han recibido múltiples mensajes de apoyo de amigos, figuras públicas y ciudadanos que han enviado sus condolencias a una pareja presidencial visiblemente tocada. Según fuentes internas, la atmósfera en la residencia oficial se mantiene solemne, marcada por el deseo de privacidad en un momento tan íntimo.
En paralelo a su papel como consejo y apoyo esencial del presidente, esta temporada de luto revela una faceta más emocional: la de una hermana y tía que, en 2025, ha llorado dos de sus seres más queridos.