La gabardina es ese comodín eterno que vuelve cada otoño como si acabara de reinventarse. Desde su origen como prenda militar hasta su consolidación como icono cinematográfico —imposible no pensar en Casablanca o Desayuno con diamantes—, esta pieza se ha transformado en un símbolo de elegancia atemporal.
Sin embargo, aunque todos creemos saber cómo llevarla, los estilistas coinciden: la gabardina tiene mucho más potencial del que solemos explotar. Y este otoño, más que nunca, se convierte en la prenda imprescindible para elevar cualquier look.
Hablamos con expertos en moda, recopilamos consejos de estilistas y analizamos las tendencias de la temporada. El resultado: una guía práctica con los trucos definitivos para sacar partido a tu gabardina, tanto si te gusta el estilo clásico como si prefieres arriesgar.
Ajusta la gabardina a tu silueta: el cinturón es clave
El detalle más importante —y a menudo el más olvidado— es el cinturón. Las estilistas recomiendan llevar la gabardina siempre ceñida, incluso cuando se trate de un modelo oversize. ¿El motivo? La estructura de la prenda tiende a crear líneas rectas, y marcando la cintura se consigue un efecto mucho más favorecedor y moderno.
- Apuesta por un nudo relajado: en vez de usar la hebilla, anuda el cinturón de manera suelta para un aire parisino.
- Prueba a llevarla cruzada y muy entallada: aporta fuerza, genera forma y estiliza la figura.
El cinturón también permite transformar un look en segundos: desabrochada para un estilo urbano, marcada para uno más sofisticado.
@caarlagavilan1 Y tú, con que lo sueles combinar tu gabardina? ✨❤️ #trenchoutfits #comocombinarropa #outfitsinspo #modaentiktok
Suma contraste: mezcla volúmenes y texturas
Los estilistas aseguran que la gabardina luce mejor cuando el contraste es evidente. Jugar con proporciones da dinamismo al conjunto.
- Con pantalones anchos o de pinzas, la prenda adquiere un aire contemporáneo.
- Sobre un jersey de lana gruesa, crea una combinación rústica y elegante.
- Con prendas de cuero o vinilo, el resultado es moderno y con carácter.
La clave está en evitar la monotonía: la gabardina debe ser el lienzo, no el look completo.
Looks monocromáticos: la fórmula más estilizada
Si existe un truco que funciona siempre, es el total look en un solo color. Las gabardinas en tonos clásicos —beige, piedra, topo, negro— permiten crear estilismos muy pulidos combinándolas con prendas del mismo tono.
¿Por qué funciona? El monocromo alarga visualmente la figura y proyecta sofisticación sin esfuerzo. Añade:
- Botas del mismo color para rematar la verticalidad.
- Un bolso estructurado para sumar elegancia.
- Gafas de sol oscuras para un toque “misterioso” a lo old Hollywood.
Rompe esquemas: lleva la gabardina como vestido
Una de las tendencias más vistas entre influencers y pasarelas es convertir la gabardina en vestido. Para ello, basta con llevarla completamente abrochada y ajustar el cinturón.
Los estilistas aconsejan combinarla con:
- Botas altas para un look nocturno.
- Mocasines y calcetines si buscas un estilo preppy.
- Joyas llamativas para equilibrar la sobriedad del tejido.
Es un recurso perfecto para días de entretiempo en los que no hace ni frío ni calor.
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Reinventa la gabardina clásica: colores, cortes y detalles
Aunque la beige sigue siendo reina, esta temporada llegan versiones que actualizan el concepto:
- Gabardinas de cuero para quienes buscan un toque rock.
- Modelos en colores vibrantes como rojo, azul petróleo o verde oliva para destacar.
- Cortes asimétricos, mangas abombadas o detalles pespunteados, ideales para quienes quieren un punto de originalidad sin exagerar.
La recomendación de los expertos es clara: si ya tienes una clásica, apuesta por una segunda opción más atrevida.
La importancia del largo
Un truco esencial: el largo debe ajustarse a tu objetivo estilístico.
- Hasta la rodilla: práctico y fácil de combinar.
- Por debajo de la rodilla: el más elegante.
- Maxi gabardina: dramática, urbana y muy en tendencia.
Si mides menos de 1,65, los estilistas recomiendan acompañar la versión larga con tacón, para que no acorte visualmente la figura.
La prenda que nunca falla
La gabardina vive un nuevo renacer porque, en un mundo donde las tendencias cambian a toda velocidad, ella permanece. Es versátil, estiliza, protege del viento, combina con todo y añade un aura de elegancia inmediata.
Este otoño, según los estilistas, se lleva más personal que nunca. Ceñida, de colores inesperados, en looks monocromáticos o incluso como vestido: la gabardina tiene mil vidas. Y todas ellas empiezan abriendo el armario y confiando en la pieza más atemporal que existe.


