Canadá

Brutal ataque a una niña de 8 años: no era un animal, era un adolescente

Inicialmente atribuido a un animal salvaje por la Policía, pero tras dos semanas de investigación y análisis forense, las autoridades arrestaron a un adolescente de 17 años, conocido por la familia de la víctima

Durante dos semanas entre junio y julio de 2025, en la pequeña comunidad rural de Quadeville, en el sur de Ontario, una niña de ocho años fue encontrada con heridas críticas en un bosque cercano, y lo que al principio fue calificado como un ataque animal, resultó ser una agresión perpetrada, presuntamente, por un adolescente de 17 años. La noticia ha conmocionado a los pocos cientos de habitantes del pueblo.

El caso comenzó el 23 de junio, cuando la niña fue reportada como desaparecida. Según un comunicado de la Policía Provincial de Ontario (OPP), fue vista por última vez alrededor de las 6 p.m. en una tienda local, Kauffeldt’s Grocery, vestida con camiseta, pantalones cortos, una gorra blanca con una hoja de arce roja y descalza. Residentes preocupados comenzaron una búsqueda en cuanto cayó la noche.

A las 12:30 a.m. del 24 de junio, la menor fue hallada gravemente herida en una zona boscosa densa cerca del camino Quadeville Road. La OPP informó que investigaban “un incidente ocurrido durante la noche en Quadeville… en el que una niña sufrió heridas graves”. En ese momento, advirtieron a los padres que mantuvieran a sus hijos dentro de casa o bajo estricta vigilancia “hasta que se pudiera determinar la fuente de las lesiones”.

“Lesiones críticas relacionadas con un ataque animal”

El servicio de transporte médico Ornge confirmó que trasladó en helicóptero a una paciente pediátrica con “lesiones críticas relacionadas con un ataque animal al hospital infantil de Ottawa. La escena fue tan impactante que el cuerpo de bomberos local decidió no participar en los eventos del Día de Canadá para proteger la salud mental de sus miembros.

El 25 de junio, la OPP expresó públicamente que sospechaban de un ataque animal, aunque señalaron que “se requería más análisis y pruebas”. La comunidad, sin embargo, comenzó a mostrar signos de frustración ante la falta de respuestas claras. “Simplemente sería bueno tener algunas respuestas”, dijo un comerciante local a CBC.

No fue hasta el 4 de julio que se produjo un avance significativo: la OPP buscaba a un motociclista de unos 60 años que podría tener información útil para el caso. Aunque no era sospechoso, su testimonio podría ayudar a esclarecer lo sucedido. Mientras tanto, se desplegaron trampas para osos y cámaras trampa, aunque el Ministerio de Recursos Naturales (MNR) declaró el 7 de julio que no se observó “actividad significativa de fauna salvaje”.

“Eso no es suficiente”

Todo cambió el 9 de julio. La policía anunció la detención de un joven de 17 años, quien fue acusado de intento de asesinato y agresión sexual con arma contra una persona menor de 16 años. Las pruebas realizadas a las heridas de la víctima no mostraron rastros de ADN animal, lo que descartó por completo la hipótesis del ataque de un animal salvaje.

Bill Dickson, portavoz de la OPP, justificó la evolución de la investigación: “Las heridas… parecían mucho a las de un incidente con un animal, así que por diligencia debida tuvimos que advertir a la gente que tal vez había algún tipo de animal responsable de esto”, dijo en CBC Radio. “No queríamos causar un pánico excesivo, pero tampoco minimizar el potencial de que pudiera haber un riesgo para alguien más”.

La identidad del acusado se mantiene protegida por la Ley de Justicia Penal Juvenil de Canadá, al igual que la de la víctima. La familia del adolescente conoce a la de la niña, un hecho que ha hecho aún más dolorosa la situación.

El 12 de julio, las autoridades celebraron una asamblea pública en Quadeville para responder a las crecientes dudas sobre el manejo del caso. Una de las principales inquietudes fue el retraso en iniciar la búsqueda. Según Derek Needham, superintendente interino de la OPP, “toma tiempo traer algunos de los servicios especializados aquí”. Sin embargo, una madre respondió indignada: “Como madre, eso no es suficiente… ustedes deberían estar ahí cuando se hace la llamada”.

“Deseo que hubiera sido un animal”

La reacción emocional de la comunidad ha sido intensa. “Tal vez no debería decir esto, [pero] tal vez sí deseo que hubiera sido un animal”, confesó a CBC Wanda Resmer, secretaria del centro comunitario local, mientras preparaba una noche de bingo. La residente Beccie Snider añadió: “Yo sabía que no era un animal”.

Mientras tanto, el pastor Joseph Fiorentino, de la iglesia Pentecostal de Quadeville, que ha liderado una colecta de fondos para la familia, aseguró que la niña “está mostrando señales de mejora” aunque “su recuperación será larga”.

El adolescente acusado compareció en una corte de Pembroke en medio de una escena cargada de emoción. Sus padres lloraron mientras lo veían entrar con grilletes y ropa burdeos. Su próxima audiencia está programada para agosto.

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