La condena a seis años de prisión contra la expresidenta argentina Cristina Fernández (2007-2015) ha entrado en vigor este martes al concederle la Justicia la prisión domiciliaria y dejar sin efecto su comparecencia ante los tribunales prevista para este miércoles.
“Corresponde establecer que a partir del día de la fecha Cristina Elisabet Fernández de Kirchner se encuentra, en calidad de detenida bajo la modalidad de prisión domiciliaria, cumpliendo la pena firme de seis años de prisión, inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos, accesorias legales y las costas del proceso que le fuera impuesta en esta causa”, señala la resolución judicial emitida por el juez Jorge Gorini.

La Corte Suprema de Argentina rechazó el recurso presentado por la expresidenta y dejó en firme la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, dictada contra ella en 2022 por irregularidades en la concesión de obras viales.
Tras esta decisión, adoptada por unanimidad por los tres jueces del Supremo, Fernández podría ser detenida en las próximas horas o días para cumplir la condena, que la expresidenta calificó como un caso de ‘lawfare’, es decir, persecución judicial y política.
“Las sentencias dictadas por los tribunales anteriores se asentaron en la profusa prueba producida (…) sin que se haya demostrado en modo alguno que la decisión apelada no constituya una derivación razonada del derecho vigente (…)”, anunciaba el fallo de los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti.
La decisión ratificó así la condena en segunda instancia por irregularidades en la concesión de obras públicas en la provincia de Santa Cruz (sur).