Elecciones en Reino Unido

El ascenso de Kemi Badenoch ante la prevista debacle de Sunak

La aniquilación electoral anticipada podría acercar a la temida ministra británica al cetro conservador

Kemi Badenoch
La secretaria de Estado británica para Empresas y Comercio, Kemi Badenoch Efe

La aniquilación electoral que los sondeos pronostican para los conservadores británicos en las generales del 4 de julio podría suponer una inesperada victoria para la temida ministra de Empresas, Comercio Internacional y de Mujer e Igualdad, Kemi Badenoch.

En el peor de los resultados vaticinados hasta ahora, publicado por el ‘Daily Telepgrah’, biblia ‘tory’, el partido que lleva 14 años en el poder recabaría poco más de medio centenar de diputados, lo que llevaría al exilio parlamentario a gran parte del actual gobierno, incluyendo al primer ministro y, crucialmente para Badenoch, a la mayoría de los aspirantes a relevar a Rishi Sunak para la aciaga travesía en la oposición.

Sondeos en Reino Unido

En Reino Unido, las derrotas en las urnas se suelen pagar con la dimisión fulminante y ante la hecatombe prevista en menos de dos semanas, Sunak está considerado ya cadáver político. El debate ya no es si hay alguna remota posibilidad de que continúe en el Número 10 de Downing Street, sino que se centra ya en un incierto futuro en el que el riesgo de escisión y la guerra civil proyectan una sombra alargada. Como máquina de ganar, los conservadores tienden a funcionar como un bloque cohesionado, pero en períodos de penuria electoral, las grietas afloran en la gran coalición ‘tory‘.

El destierro de Sunak

Como consecuencia, el reparto que salga del 4 de julio entre las diferentes facciones será fundamental para determinar el liderazgo, y ante el potencial destierro de los grandes nombres de quienes se asume que tienen interés en hacerse con él, Badenoch podría ser la más destacada, y potencialmente única, figura con ambiciones sucesorias viables. Quien ha protagonizado una meteórica carrera desde su entrada en Westminster hace tan solo siete años tiene las cartas a su favor: su holgada mayoría parlamentaria de 25.000 supone un seguro frente a potenciales rivales que no tienen garantizada la reelección, como la responsable gubernamental para Relaciones Parlamentarias (el título oficial en inglés es Leader of the House), la centrista Penny Mordaunt; o el actual ministro de Defensa, Grant Shapps.

Penny Mordaunt

La líder de la Cámara de los Comunes, Penny Mordaunt

Pero su mejor ventaja es el grado de aceptación del que disfruta entre las bases, que la sitúa en la pole position. Según la habitual encuesta que la plataforma Conservative Home, clave para comprender qué ocurre en el partido, elabora de los miembros del Gobierno, Badenoch, con un índice de satisfacción de 56 puntos, es la más popular entre la militancia, responsable última de elegir al líder conservador, de entre un dúo final de candidatos que sale de las rondas eliminatorias que tienen lugar en el grupo parlamentario.

Guerras culturales

De estilo combativo, siempre dispuesta a una batalla dialéctica, en persona o en la esfera virtual; controvertida en las llamadas guerras culturales de género o raza y con una lengua mordaz, su ascenso en el Partido Conservador es, según ella, el ejemplo del “sueño británico”. Nacida Olukemi Adegoke, en el seno de una familia acomodada de Nigeria, de padre médico y madre profesora universitaria, Badenoch (apellido de su marido, Hamish) fue enviada con 16 años a Londres, donde había nacido casi por accidente, después de que su madre viajase a la capital británica para tratar las complicaciones del embarazo.

El empeoramiento de la situación política en el país africano fue el catalizador, y ella misma ha relatado, sin concesión al victimismo, que los inicios fueron “solitarios, pero excitantes”. En sus dos años de instituto trabajó en un McDonald’s para ganar algo de dinero y fue su paso por la Universidad de Sussex, donde estudió Ingeniería Informática, lo que no solo la convirtió en conservadora, por confesión propia, sino que despertó una animadversión patológica contra los “estúpidos niñatos izquierdosos” que la ha acompañado hasta la actualidad.

Diputada en 2017

Tras afiliarse al partido con 25 años, su trayectoria combina su trabajo en el sector privado, desde la banca hasta su paso como directora digital del semanario ‘The Spectator’, con repetidos intentos de entrar en política, el primero en 2010, cuando fracasó en su ambición de lograr un escaño en el Parlamento; posteriormente en el ámbito local, hasta, finalmente, convertirse en diputada en 2017.

Fue a partir de ahí cuando Badenoch pisó el acelerador y en menos de cinco años tenía ya dos carteras ministeriales, la de Comercio Internacional y la de Mujer, a la que se añadiría en febrero de 2023 el departamento de Negocios. Sus aspiraciones sucesorias tampoco son un secreto, tras haber concurrido a la carrera por el liderazgo del partido cuando, en 2022, los escándalos forzaron la dimisión de Boris Johnson. De hecho, los medios británicos dicen que este año llegó a formar parte de un grupo de WhatsApp denominado “Conspiradores Malvados” (“Evil Plotters” en inglés), creado para derrocar a Sunak.

elecciones

La secretaria de Estado de Comercio y ministra de las Mujeres y la Igualdad, Kemi Badenoch

En su contra, Badenoch tiene que no es una figura de consenso. Ferviente defensora del Brexit y perteneciente a la rama más a la derecha del partido, su tono fiero le ha granjeado enemigos internos y sobre ella sobrevuelan acusaciones de dudoso trato a colegas y trabajadores, sombras que, gracias a su robusta confianza en sí misma, no parecen importarle. Dirigir un partido, sin embargo, requiere compromisos y ante la apabullante mayoría absoluta que las encuestas otorgan al Laborismo, el desierto de la oposición podría ser largo para los conservadores, una perspectiva que, como muestran precedentes recientes, suele quemar al primer líder que se hace con el cáliz envenenado.

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