El último detonante de esta causa, en la que se rumorea que Donald Trump podría estar involucrado, fue la publicación por parte del Wall Street Journal de una carta de felicitación enviada por Trump a Epstein, con evidentes connotaciones sexistas. Ahora, el testimonio de una mujer que tuvo un encuentro con Trump podría certificar el vínculo del presidente con las actividades de explotación de mujeres del difunto empresario.
El caso, considerado por el líder republicano como “una estafa perpetuada por los demócratas”, podría girarse ahora en su contra. El departamento de justicia ya aclaró que está listo para revelar las transcripciones de los juicios del caso Epstein, que incluiría la supuesta “lista de clientes” en la que figuran personajes de élite del mundo político y económico internacional.
En 1996, Maria Farmer impuso su primera denuncia contra Jeffrey Epstein. Alegó entonces que fue asaltada sexualmente por el hombre y su novia, Ghislain Maxell, conocida por participar en la “caza” de futuras candidatas. La hermana menor de Farmer también fue abusada por Epstein en Nuevo Méjico. Tanto en su primera declaración al FBI en 1996 como en otra posterior en 2006, aconsejó centrar las miradas en otro hombre: el magnate de la construcción Donald Trump.
Las revelaciones de Maria Farmer podrían suponer la evidencia más clara de la relación del presidente con el caso Epstein. Si bien no tiene pruebas evidentes de abusos perpetrados por el entorno del depredador sexual, fue testigo del patrón usado para perseguir a mujeres jóvenes por parte de figuras de peso, incluidos Donald Trump y el expresidente Bill Clinton.
El voluminoso expediente de investigaciones en torno a Epstein contiene muchos registros que no se han hecho públicos, pero que se convirtieron en el foco de acusaciones, alimentadas durante mucho tiempo por simpatizantes de Trump. Acusaban a las autoridades de haber encubierto la participación de otros hombres ricos y poderosos en estas turbias actividades.
Ante el abrupto cambio de postura del director del FBI y la fiscalía general, que primero dijeron que “no había nada que ver” pero ahora prometen revelar todos los detalles de la causa, se especula sobre si Trump figura o no en las investigaciones. Trump sí prometió y oficialmente ordenó publicar los papeles del caso Epstein, aunque la publicación depende aún de resoluciones judiciales y probablemente no incluirá todos los materiales que algunos esperan ver.
Lo complejo ahora poner bajo escrutinio todos los ángulos de la investigación, las pruebas recabadas y las entrevistas realizadas, que en la mayoría de casos nunca fueron presentados antes tribunales o jueces. De momento, la justicia no ha acusado a Trump de ninguna mala praxis relacionada con el caso Epstein. El presidente pide que se publiquen los testimonios del jurado popular del caso, y asegura que no tiene nada que esconder.
Según el New York Times, Farmer vio a Trump en 1995, cuando estaba preparándose para trabajar para Epstein. En su declaración, contó que el magnate la llamó una noche para acudir a su apartamento en un edificio de lujo en Manhattan. Trump acudió al lugar y, acorde a la versión de la mujer, empezó a revolotearse a su alrededor. Farmer se sintió incómoda cuando Trump se fijó en sus piernas, pero Epstein le aclaró: “no está aquí para ti”. Fue la única vez que la mujer se encontró con el actual presidente de Estados Unidos.
“El presidente nunca estuvo en su oficina”, dijo Steven Cheung, director de comunicaciones de la Casa Blanca, en respuesta a la acusación de Farmer. “Lo cierto es que el presidente lo expulsó de su club por ser un canalla”, añadió al respecto de la supuesta ruptura de relaciones entre Trump y Epstein.
A lo largo de los años, Farmer ha sido atacada por personas que cuestionaban su confianza, pese a denunciar que sufrió agresiones sexuales a manos de Epstein. No fue citada a declarar cuando la Maxwell fue procesada y condenada en 2021 por conspirar con Epstein para explotar y abusar sexualmente de niñas.
Epstein fue acusado formalmente en 2006 y posteriormente se declaró culpable de dos delitos graves, incluyendo la prostitución de una menor, en un acuerdo que le permitió evitar cargos federales. En 2019, fue acusado de nuevo de traficar con decenas de niñas, algunas de tan solo 14 años, y de mantener relaciones sexuales con ellas. Posteriormente fue encontrado muerto en una celda, y las autoridades afirman que se ahorcó.