Lituania

Inga Rugiene, de líder sindical a primera ministra de Lituania

A los 44 años, la socialdemócrata se convierte en la tercera mujer que dirigirá el país, con el reto de forjar una coalición en un momento de turbulencias políticas

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Este martes, Inga Rugiene será confirmada como nueva primera ministra de Lituania
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Inga Ruginiene, ex líder sindical y socialdemócrata de 44 años, se convertirá en la decimonovena primera ministra de Lituania después de que el Parlamento (Seimas) vote su nominación este martes. Se convertirá en la tercera mujer en dirigir un Gobierno lituano, o la cuarta si se cuenta a la primera ministra en funciones de 1999.

La candidatura de Ruginiene llega en un momento político turbulento. Los socialdemócratas se vieron obligados a buscar un nuevo jefe de Gobierno después de que el ex primer ministro Gintautas Paluckas dimitiera a finales de julio tras varios escándalos relacionados con sus negocios. Sin embargo, su nombramiento no está exento de complicaciones: deberá lidiar con unas frágiles negociaciones para formar coalición, hacer frente al escrutinio de las actividades empresariales de su marido y responder a preguntas sobre sus lejanos vínculos familiares con Rusia.

Quién es Inga Rugiene

Nacida en Trakai, Ruginiene tuvo una formación muy ecléctica. Estudió salud pública en la Universidad de Vilna, gestión forestal y derecho laboral, su gran pasión. Trabajó en el Centro Estatal de Salud Ambiental de Lituania, de 2005 a 2008.

Su ascenso en la vida pública se produjo a través del movimiento sindical. En 2012, se unió a la Federación Lituana de Sindicatos de Trabajadores de la Industria Forestal y Maderera, convirtiéndose en presidenta en poco tiempo. Es más, se coronó como la presidenta más joven de la historia de la Confederación Sindical Lituana en 2018, cargo que ocupó hasta 2024. Era una voz frecuente en los medios de comunicación sobre los derechos de los trabajadores y la legislación laboral. También ocupó el cargo de vicepresidenta de la Confederación Europea de Sindicatos, lo que le permitió darse a conocer mucho más allá de Lituania.

Antes de entrar en el Parlamento, ya era una de las expertas en economía más citadas en la prensa del país, según datos de Kantar. Su compromiso cívico también incluyó años de voluntariado en la Cruz Roja Lituana y su participación en la junta directiva de la Escuela Superior de Ingeniería Forestal y Medioambiental de Kaunas.

Su camino hacia la política pasó por el Partido Socialdemócrata, que la eligió como figura destacada y no partidista para presentarse en la circunscripción de Naujininkai-Rasos. Aunque perdió frente al veterano político Artūras Zuokas en las elecciones circunscripcionales, consiguió un escaño en el Seimas a través de la lista del partido. Posteriormente fue nombrada ministra de Seguridad Social y Trabajo, donde identificó la reforma de las pensiones como su máxima prioridad.

Los retos de Ruginiene

Ahora que ha sido designada para liderar el Gobierno, Ruginiens se enfrenta al reto inmediato de forjar una mayoría viable. Los socialdemócratas han optado por formar una coalición con el partido “Nemuno Ausra”, así como con la Unión de Agricultores y Verdes de Lituania y la Alianza de Familias Cristianas, dejando fuera de la mayoría a sus antiguos socios de coalición, los demócratas de “Por Lituania”.

Las negociaciones para la coalición han sido delicadas. El presidente Gitanas Nauseda, que el otoño pasado describió a “Nemuno Ausra” como un socio problemático debido a sus continuos problemas legales, ha subrayado ahora la necesidad de un gobierno estable, pero ha insistido en que no se aprobarán los ministros vinculados al partido. Ruginiene ha respondido instando a los socios de la coalición a preparar varios candidatos para cada cargo del gabinete, haciendo hincapié en la flexibilidad y el compromiso.

“El presidente ha dejado claro que no aprobará ministros partidistas. Hablaremos”, declaró a los periodistas el lunes, añadiendo que esperaba que cada socio propusiera más de un nombre por ministerio.

Qué piensan los lituanos de Rugiene

Ruginiene se ha comprometido a seguir centrándose en las pensiones, prometiendo reformar el sistema del segundo pilar de Lituania eliminando la inscripción automática y flexibilizando las normas de pago. “Tendremos que reformar el segundo pilar de las pensiones en los primeros seis meses”, ha afirmado.

También describió su entrada en la política como “una continuación natural” de su carrera sindical. «Mi carrera comenzó con protestas con botas de goma. Hoy, siento que puedo aportar ese mismo compromiso al Gobierno”, afirmó en una entrevista con la cadena LRT.lt.

Las últimas encuestas de Vilmorus muestran un panorama mixto, pero en mejora: el 35,5 % de los lituanos la ven de forma positiva, mientras que el 21,8 % tiene una opinión negativa. Su aprobación ha aumentado desde principios de año.

Cuestiones de confianza

A pesar de su popularidad como defensora de los trabajadores, su nominación ha suscitado debate. Los críticos han cuestionado los negocios de su marido, Vismantas Ruginis, en las industrias de la impresión y la edición, mientras que otros han planteado la cuestión de las raíces de su familia extensa en Rusia, un tema delicado en la política lituana. Por ahora, ninguno de estos aspectos ha descarrilado su candidatura, aunque podrían resurgir como puntos conflictivos políticos una vez que asuma el cargo.

En Lituania, uno de los países que más se está blindando frente a Rusia, y que al igual que sus vecinos teme que Vladimir Putin no se quede sólo en Ucrania, no gusta el ligero acento ruso de Rugiene. Tampoco que haya viajado dos veces en los últimos diez años a territorio ruso a visitar a sus familiares lejanos. Con todo, Rugiene ha condenado la invasión rusa de Ucrania y ha repetido que continuará el apoyo al país invadido.

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