Unión Europea

La construcción de la “línea de defensa báltica” para ralentizar la invasión rusa de la UE

La ministra de Defensa de Lituania desvela la nueva línea defensiva, de 48 km de profundidad, con campos de minas, dientes de dragón y carros Leopard para disuadir un ataque ruso

Lituania
La ministra de Defensa de Lituania, Dovile Sakaliene, y la "muralla báltica" contra Rusia
KiloyCuarto

Lituania se apresura a transformar sus fronteras orientales en una de las más fortificadas de Europa, con la presentación de una ambiciosa “línea de defensa báltica” de 48,2 kilómetros de profundidad diseñada para frenar un posible ataque ruso.

La ministra de Defensa lituana, Dovile Sakaliene, una de las voces más críticas de la OTAN que advierte de las intenciones del Kremlin, ha confirmado que el plan incluye campos de minas, barreras antitanques y puentes preparados para su demolición, una estrategia que, según la titular de Defensa, tiene como objetivo ganar tiempo, no construir un muro impenetrable.

OTAN
El secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth, charla con la ministra de Defensa de Lituania, Dovile Sakaliene
Efe

“No se trata de la Línea Maginot”, aseguraron fuentes castrenses a “The Times”, en referencia a la fallida barrera defensiva de Francia antes de la Segunda Guerra Mundial. Y es que el objetivo es que cualquier invasión resulte costosa, canalizar a las fuerzas enemigas hacia posiciones en las que puedan ser destruidas y dar tiempo a que lleguen los refuerzos de la OTAN.

Tres capas de fortificaciones

La línea, anunciada conjuntamente con Estonia y Letonia el año pasado, se extenderá finalmente desde el enclave ruso de Kaliningrado hasta el río Narva, en la frontera entre Estonia y Rusia. La construcción comenzó el verano pasado con búnkeres, trincheras y depósitos de ingeniería, pero el Ministerio de Defensa de Lituania ha revelado ahora un sistema mucho más elaborado.

Según los planes explicados también en las redes sociales del ministerio, las fortificaciones se construirán en tres “escalones”. La primera capa, de unos cinco kilómetros de profundidad, contará con zanjas antitanques, terraplenes de tierra, dientes de dragón, campos de minas y posiciones fortificadas de infantería.

La segunda y tercera capas se adentrarán más en el interior, protegiendo las rutas hacia la capital, Vilna, que se encuentra a solo 32 kilómetros de Bielorrusia. Estas incluyen puentes preparados para su demolición y carreteras bordeadas de árboles talados para ralentizar el avance de los blindados.

Lituania ya ha establecido 27 “parques de ingeniería” para almacenar equipos antimovilidad, como alambre de púas, “erizos” de acero y obstáculos de hormigón.

Rearmamento a velocidad récord

El plan defensivo va acompañada de una modernización radical del Ejército lituano. Vilna ha encargado 44 carros de combate Leopard 2A8 a Alemania, ha repuesto los proyectiles de artillería de 155 mm y ha comprado minas antitanque y misiles Spike LR2 de fabricación israelí por valor de 56 millones de euros.

Sakaliene también ha sugerido que se podría pedir a la misión de Policía aérea de la OTAN que derribara los drones que entran en el espacio aéreo lituano desde Bielorrusia, tras varias incursiones en las últimas semanas.

Lituania se ha comprometido a gastar entre un 5 y 6% de su PIB en Defensa, a partir de 2026, uno de los niveles más altos de la OTAN.  De momento, cuenta con unos 23.000 soldados profesionales y 104.000 reservistas. Alemania, por su parte, está ampliando su grupo de combate de la OTAN estacionado en Rukla hasta convertirlo en una brigada de 5.000 efectivos.

El dilema del corredor de Suwalki

Los planificadores militares reconocen que los países bálticos siguen siendo vulnerables a un ataque repentino, especialmente en el corredor de Suwalki, el pasillo de 96,5 kilómetros que une Polonia con Lituania y que representa el único puente terrestre de la OTAN hacia la región. Las maniobras militares realizadas el año pasado sugirieron que las fuerzas bálticas podrían tener dificultades para resistir por sí solas una invasión a gran escala.

Eso hace que la nueva línea de defensa sea crucial, argumentan los funcionarios. Al ralentizar y desviar los blindados rusos, Lituania espera evitar una ofensiva relámpago que podría aislar a los países bálticos de los refuerzos de la OTAN.

Un proyecto europeo

Vilna y sus vecinos insisten en que sus esfuerzos no solo tienen que ver con la supervivencia nacional, sino con la seguridad continental. Los países bálticos presionan a Bruselas para obtener financiación comunitaria, presentando la línea báltica como un baluarte para toda la Unión Europea.

Para Sakaliene, la urgencia es tanto personal como estratégica. No confía en el interés de Vladimir Putin por la paz que se negocia estos días “ya que sigue bombardeando Ucrania e incumpliendo acuerdos”. Así, la ministra de Defensa lituana destacó que las acciones de Rusia solo revelan violencia y ambición imperial, por lo que “es vital que Occidente se mantenga alerta y unido”.