Polarización

La polarización y la violencia sacuden a Alemania

A menos de diez días de las elecciones europeas, Alemania es el escenario de un nuevo ataque contra un político de extrema derecha

Ataque
Escena del ataque con cuchillo en el centro de Manheim, en Alemania Efe

Un nuevo ataque en Alemania ha vuelto a dejar conmocionada a la comunidad internacional, y resaltado el clima de creciente polarización política en Europa. El incidente ocurrió en la plaza Marktplatz de la ciudad de Mannheim, al suroeste de Alemania, poco después de las 11:35 a.m. hora local, durante un evento organizado por un grupo anti-Islam.

Un hombre armado con un cuchillo atacó a varios individuos antes de ser abatido por la policía. Según un video publicado por el medio de noticias alemán ‘Bild‘, el atacante, con barba, fue visto apuñalando a un policía en el cuello por detrás mientras el oficial parecía estar ayudando a otra persona. La ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, informó que el policía resultó “gravemente herido” y calificó el extremismo islamista como un “gran peligro”. No se confirmó el estado del atacante.

El activista anti-Islam Michael Stuerzenberger, conocido por su afiliación a varios grupos de extrema derecha, incluido el movimiento PEGIDA, fue una de las víctimas heridas en el ataque. El ataque se produjo momentos después de que Stuerzenberger se preparara para dirigirse a una pequeña multitud en la plaza. En el video, se observa al atacante forcejeando en el suelo y blandiendo un cuchillo mientras otros intentan detenerlo, lo que resulta en una herida en la pierna de otra persona.

A través de su cuenta de X, el canciller Olaf Scholz describió las imágenes del ataque como “terribles” y expresó su solidaridad con las víctimas, subrayando que “la violencia es absolutamente inaceptable en nuestra democracia. El autor debe ser severamente castigado”.

Una epidemia en toda Europa

Este ataque en Mannheim se enmarca, por desgracia, dentro de un contexto de creciente violencia política en Europa, especialmente en Alemania, donde los ataques contra políticos y figuras públicas se han incrementado.

Este fenómeno está alimentado por un clima de polarización política exacerbado por la retórica de odio en redes sociales y la actividad de grupos de extrema derecha: según un informe de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, los crímenes de odio han aumentado un 20% en los últimos dos años.

En declaraciones a Artículo14, Gabriele Bischoff, diputada alemana del grupo socialdemócrata en el Parlamento Europeo, había explicado: “Estamos atravesando una fase en la que, después de un largo tiempo de odio propagado a través de las redes sociales, especialmente por grupos e individuos de extrema derecha, llegan los ataques”. Bischoff comparó la situación actual con la violencia callejera que marcó la República de Weimar en Alemania.

Y es que estos meses han sido difíciles para los políticos alemanes. En Berlín, la exalcaldesa Franziska Giffey fue atacada en una biblioteca pública, y en Dresde, el candidato del SPD Matthias Ecke y un trabajador de campaña de Los Verdes sufrieron agresiones violentas. Estos incidentes no son aislados; un estudio reciente reveló que un 40% de los políticos locales en Alemania han recibido amenazas de muerte. Yvonne Mosler, política de Los Verdes, fue empujada y escupida mientras colocaba carteles de campaña, enfrentándose a amenazas de grupos extremistas.

Scholz

El canciller alemán Olaf Scholz en Erfurt, Alemania

Por ello, las Fuerzas de Seguridad han incrementado las medidas de protección para políticos y figuras públicas, ante la creciente amenaza de violencia extremista. Faeser, y otros líderes políticos como el canciller Olaf Scholz, han condenado firmemente estos actos de violencia y subrayado la necesidad de una respuesta contundente y coordinada para proteger la integridad de los representantes políticos y la estabilidad democrática.

Caso Robert Fico

Otra víctima de esta polarización violenta fue el primer ministro eslovaco, Robert Fico, que sufrió un intento de asesinato el 15 de mayo en Handlová, Eslovaquia. Fico, de 59 años, recibió cuatro disparos a quemarropa y sufrió heridas graves en el abdomen, lo que requirió múltiples cirugías. El atacante, Juraj Cintula, de 71 años, fue detenido en el lugar y acusado de intento de asesinato premeditado. Cintula, según los informes, tenía antecedentes de comportamiento violento y estaba bajo investigación por otras amenazas políticas.

El hospital de Banská Bystrica, donde Fico fue atendido, informó que el primer ministro ha mostrado progresos positivos en su recuperación y ya ha sido dado de alta para recibir atención en su hogar. El director del hospital agradeció al equipo médico por su excelente trabajo y a las fuerzas armadas por su profesionalismo, así como a la comunidad por el apoyo mostrado. La seguridad en la residencia de Fico ha sido aumentada tras el incidente, con vigilancia constante y medidas adicionales para prevenir futuros ataques.

El Gobierno eslovaco ha expresado su preocupación por el aumento de la violencia política y está considerando implementar nuevas leyes para proteger a los funcionarios públicos. El caso de Fico se suma a una lista creciente de políticos europeos que han sido blanco de ataques violentos, destacando la urgente necesidad de abordar este problema a nivel continental.

TAGS DE ESTA NOTICIA