Dos momentos en la vida de una mujer humilde se han hecho más conocidos que la autojuramentación de un jefe de Estado que, al pretender la reelección por tercera vez, fue derrotado por una auténtica paliza de votos.
El mandatario descalabrado en las elecciones de julio del año pasado es Nicolás Maduro, a cuyo simulacro de acto de posesión solo asistieron dos “presidentes”, los dictadores Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega, de Cuba y Nicaragua, respectivamente. Ni siquiera la “prensa” del régimen obtuvo permiso para documentar el evento, solo algunos camarógrafos captaron imágenes del momento en que Maduro y sus socios incurrieron en una performance viciada de nulidad, puesto que nunca han podido demostrar que ganaron las elecciones, como sí lo ha hecho, por cierto, la oposición.
A falta de representantes de democracias de Hispanoamérica y el resto del mundo, Maduro se sacó de la manga un “Gran Festival Mundial Antifascista”, del 8 al 10 de enero de 2025, para atraer forofos con todos los gastos pagos. En la nutrida delegación argentina se contaba un influencer que, al parecer, pasa mas tiempo en Venezuela que en su país. Se trata del tiktoker Diego Omar Suárez, conocido como ‘Michelo’, quien se graduó en recursos humanos, área en la que trabajaba en un supermercado en la ciudad de Salta, hasta que renunció para bailar disfrazado de robot.
Lo siguiente que se supo es que Michelo hacía videos donde aparecía a las afueras de ciertos colegios, pagándoles a menores de edad para que se besaran delante de su cámara.
🇦🇷🇻🇪 | URGENTE: El colaboracionista argentino Diego Omar Suarez, alias Michelo, acaba de ser DENUNCIADO por encubrimiento de delitos de LESA HUMANIDAD en Venezuela.
La denuncia fue realizada por cuatro diputados nacionales y el Ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires. pic.twitter.com/aP4nYfMQD0
— Agustín Antonetti (@agusantonetti) January 15, 2025
En algún momento, este individuo detectó la necesidad de Maduro de contar con propagandistas ajenos al grupúsculo con el que ya cuenta y fue así como empezó a viajar a Venezuela, con tal éxito que en septiembre de 2024 fue invitado por la Asamblea Nacional (antiguo Congreso), integrada solo por chavistas, para dar un discurso en el podio.
De vuelta a Caracas, en enero, en los días de las autojuramentación, Michelo hizo gala de la vara alta que tiene en el régimen, con cuyos capos se ha fotografiado. De hecho, goza de privilegios negados a los venezolanos, como dinero para gastar en bares y restaurantes, así como capacidad de trasladarse por toda la capital y hacia las poblaciones caraqueñas, con total seguridad ciudadana, ventajas que exhibe en sus contenidos.
El sábado 11 de enero, el tiktoker argentino de Maduro estaba haciendo videos en la avenida Sabana Grande, Caracas, y grabando sus audios de consignas promocionales de la dictadura. Cuando una mujer cuyo nombre se ignora lo encaró y le echó en cara el hecho de “estar viviendo feliz en el país con plata del Estado, mientras los venezolanos pasan hambre”.
Michelo, acostumbrado a moverse entre mimos y concesiones, le respondió a gritos que la crisis humanitaria compleja que padece el país suramericano no es responsabilidad de él ni mucho menos de Maduro sino del imperialismo “que impuso Corina Machado que es lo mismo que [el presidente argentino, Javier] Milei”.
—El imperialismo –persistió Michelo– puso tres bases norteamericanas, se están robando a los niños, los jubilados no tienen medicina, no tienen comida, andá a verlo si querés. Acá estás mucho mejor que en Argentina.
Informada de que en el país austral hay doscientos mil venezolanos, mientras que en Venezuela cada vez quedan menos argentinos (y uno de ellos es el gendarme que entró a este país por la frontera por Colombia y fue secuestrado por las fuerzas represoras del régimen), la mujer, una joven de extracción popular, le reprochó al tiktoker sus lujos en contraste con sus propias penurias. “Maduro nos está matando de hambre”, le respondió la venezolana.
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Al día siguiente, la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) informó sobre el arresto de la ciudadana que se había atrevido a confrontar al propagandista. El temible coronel Alexander Granko Arteaga, jefe de la DGCIM, publicó en sus redes el video que muestra el momento de la detención y secuestro de la mujer, cuya identidad no fue revelada, y a quien hostigan entre burlas. La grabación estaba musicalizada con la canción de la película de terror Freddy Krueger, que dice: “1, 2, Freddy viene por ti”.
Vale consignar que Granko Arteaga, conocido como ‘El carnicero’, es figura frecuente en informes de Naciones Unidas que documentan violaciones de derechos humanos, como actos de tortura y trato cruel, por lo que está sancionado por la Unión Europea y Estados Unidos desde 2019.
Más tarde, fue divulgado un vídeo donde se la ve, con las manos en la espalda y visiblemente intimidada, pidiéndole perdón al influencer. La grabación fue hecha en el centro de torturas El Helicoide, (uno de los oficiales, es sabido que el régimen tiene 19 lugares de tortura ubicados en casas), donde Michelo, dicho sea de paso, ha hecho parodias.
Al momento de escribir esta nota no se tiene información de ninguna feminista adepta al régimen que se haya pronunciado contra la humillación y abuso a una mujer cuyo delito fue ser venezolana, estar empobrecida, y haberse atrevido a afear la conducta de un perifoneador de Maduro.