La tensión entre España y Estados Unidos escala. Pedro Sánchez y Donald Trump han ocupado asientos cercanos en el plenario de la cumbre de la OTAN que se celebra en La Haya (Países Bajos), pero no se han saludado.
Sánchez y Trump participan junto al resto de líderes de la Alianza en la cumbre que aprobará un incremento del gasto en defensa. Sin embargo, España, en contra de las peticiones de Estados Unidos, rechaza que llegue al 5 % del PIB de cada país. Una negativa que tampoco fue aceptada por el secretario general de la alianza atlántica, Mark Rutte: “España cree que puede alcanzar esos objetivos (de capacidades) con un porcentaje del 2,1%. La OTAN está absolutamente convencida de que España tendrá que gastar el 3,5% en conjunto“.
Tras coincidir este martes por la noche en la cena ofrecida por los reyes de los Países Bajos a los líderes, donde tampoco pudo observarse un saludo entre ambos en las imágenes difundidas, los dos han participado este miércoles en la foto de familia.
Tanto Trump como Sánchez se han situado, según el protocolo fijado, en la primera fila, con el presidente estadounidense en el centro y Sánchez en una esquina, separados ambos por los líderes del Reino Unido, Turquía y Suecia. Al término de la foto, todos se han encaminado al salón de sesiones, trayecto durante el que ha habido corrillos diversos con conversaciones.
Sin embargo, Sánchez, que ha sido de los últimos en abandonar el sitio elegido para la foto, no ha hablado con nadie y se ha dirigido a su asiento, donde poco después sí ha mantenido un breve diálogo con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
Erdogan es uno de los tres líderes que le separan de la ubicación de Trump en el plenario, ya que por medio sólo están, además del presidente turco, el primer ministro británico, Keir Starmer, y su homólogo sueco, Ulf Kristersson.
Por su parte, y antes de dirigirse a su asiento, Trump ha saludado a varios líderes, pero en ningún momento ha habido un acercamiento entre el presidente estadounidense y el jefe del Ejecutivo español. Cabe recordar que en la víspera de esta cita, ante el rechazo de España a llegar a un 5 % del PIB en gasto en defensa, Trump dijo que “hay un problema con España” y que su actitud es muy injusta para el resto de países de a Alianza.