Durante los días 10 y 11 de junio, Italia acogerá la Conferencia por la Reconstrucción de Ucrania (URC por sus siglas en inglés) en su capital en una semana marcada por nuevos ataques. Esta conferencia tiene como objetivo generar más concienciación y movilizar un mayor apoyo e inversión para la reforma, reparación y modernización de Ucrania.
Se esperan alrededor de 1.500 asistentes, entre los cuales destacan 77 jefes de estado y más de 500 empresas, que buscarán alcanzar planes conjuntos para impulsar al país en diferentes sectores. Desde Artículo 14 explicamos cuales son los principales puntos que tratarán en esta conferencia, y cuales han sido los principales aliados de los ucranianos.
Las 4 dimensiones
Desde la Conferencia de Lugano en 2022, la ayuda se ha seccionado en cuatro dimensiones: empresarial, humana, local y regional y de la Unión Europea.
La dimensión empresarial busca movilizar el sector privado para la reconstrucción y el crecimiento económico. El capital privado es tomado como una herramienta clave, y se tratarán asuntos como la seguridad financiera, el exceso de regulación y el mercado laboral.
La recuperación social y de capital humano se prevén fundamentales dentro de la dimensión humana, entendiendo la reintegración e inclusividad como imprescindibles si se pretende alcanzar una reparación sostenible.
Retomar el control y gestión de las administraciones locales y regionales es otra de las prioridades. Entienden en la conferencia la capacidad de decisión a menor escala como otra de las claves para la Ucrania del futuro.
Por último, la integración a la UE y a su mercado interior lleva cocinándose años, guiando de esta forma al país hacia el progreso socioeconómico a largo plazo. Este proceso se encuentra en una fase avanzada, especialmente tras las últimas negociaciones de adhesión.
Para conseguir estos objetivos requieren de la inestimable ayuda de socios como Italia, con el que hará de anfitriona de forma conjunta. Sin embargo, la ayuda viene dada en mayor medida por otros canales,
reuniendo ya ayuda por un valor de más de 270 mil millones de euros.
Los mayores contribuyentes
Los actores que han demostrado un mayor compromiso estos tres años han sido la Unión Europea y los Estados Unidos de América, a pesar de haberse tambaleado este último apoyo tras el inicio de la administración Trump. No obstante, y a pesar de los roces habidos, siguen siendo por un amplio margen los mayores proveedores de ayuda a Ucrania.
Como muestra el siguiente gráfico, encabezan la lista en cuanto al valor de las ayudas totales, destacando los casi 65 mil millones de material militar. Y a pesar de casi doblar lo proporcionado por la UE, esta ha sido la punta de lanza en el ámbito financiero. De momento la entidad europea se abstiene de dar ayuda armamentística, pero no así sus miembros. Alemania, Dinamarca, Países Bajos, Suecia y Francia han centrado sus esfuerzos en el ámbito bélico también, pero a modo bilateral, evitando consecuencias mayores.
Fuera de la UE, cuentan otros importantes aliados del bloque occidental como Canadá, Reino Unido y Japón, optando estos últimos por tampoco implicarse armamentísticamente. Esto se debe a limitaciones legislativas y a la creencia de la consecución de una paz duradera basada en la cooperación multilateral.
Los esfuerzos de organismos como el G7, la UE, o las cuatro ediciones de la URC representan grandes esfuerzos en pos de la reconstrucción de la paz y de Ucrania, pero puede que no sea suficiente. La volatilidad de las relaciones con EEUU o ataques como el de Rusia este martes amenazan con quebrantar ambas, pero la URC tiene un objetivo. Habrá que prestar atención estos días, ya que el carácter cambiante del tablero geopolítico actual da más peso a eventos como el de esta semana.
