José Luis Ábalos y Koldo García, el que fuera su inseparable asesor en Transportes, llevan más de una semana en la prisión de Soto Del Real. Su estancia puede alargarse meses, hasta que haya sentencia de su caso. Por ello, se está habituando a su nueva realidad.
Este sábado, por primera vez han podido ver a sus familiares a través de un cristal. Hablan con ellos habitualmente pero solo pueden verlos dos veces a la semana los viernes por la tarde y los sábados, según corresponde a su módulo.
Ambos dicen estar “animados y fuertes” pese al “frío de prisión”, según se queja el exministro. Comparten celda en la que aseguran que hay “hasta escarcha”, tal y como relatan a sus entornos más cercanos. Por eso, su hijo Víctor Ábalos y su expareja, Andrea De la Torre, llevaron una bolsa con ropa de abrigo a su primera visita presencial este sábado. Acudieron juntos y pudieron estar charlando con Ábalos hasta cuarenta minutos.
Semana clave
Esta semana es clave para ellos. La Sala de Apelaciones del Tribunal Supremo prepara ya un auto resolviendo los recursos que presentaron después de que el juez Leopoldo Puente los procesara por los delitos de cohecho, pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias y malversación de caudales públicos.
Esta decisión de Puente fue la que motivó su ingreso en prisión. Creyó aumentado de forma “extrema” el riesgo de fuga después de que las acusaciones solicitaran penas de cárcel de hasta 30 años.
El magistrado ve indicios suficientes para sentar a Ábalos, Koldo y Víctor de Aldama en el banquillo de los acusados porque cree que se habrían utilizado del cargo que ocupaba Ábalos en el ministerio para otorgar al empresario Aldama “de forma preferente” contratos públicos a cambio del “correspondiente beneficio económico”. Además, consideró que la contratación en empresas públicas de las amigas de Ábalos como Jésica Rodríguez y Claudia Montes se hizo de forma fraudulenta.
Para las defensas de ambos faltan pruebas para ir a juicio, se ha hecho una investigación sin respetar la inmunidad parlamentaria de Ábalos y se ha violado su derecho a la defensa por no tener aún de vuelta los dispositivos electrónicos incautados de donde los agentes de la guardia Civil han sacado el material incriminatorio.
Con este esquema trabajan los tres magistrados del Supremo que tendrán que confirmar el procesamiento. Son Antonio del Moral, Juan Ramón Berdugo y Pablo Llarena, los mismos que ya han avalado otras decisiones del juez instructor Puente como el ingreso en prisión de Santos Cerdán. Su fallo se conocerá esta misma semana y es clave para su permanencia en prisión.
Recurso de Ábalos
Por otro lado, ya está también en el Supremo el recurso de Ábalos solicitando su excarcelación. El exministro alegó el juez utilizó como “coartada” para su ingreso en prisión la petición de penas de las partes: “Nunca es suficiente la sola gravedad del delito o la pena, ni cabe un automatismo en la decisión, tal cual parece aquí, en que se hace pivotar el riesgo de fuga sobre la gravedad de las acusaciones y de las posibles penas. Tampoco es suficiente la inminencia de juicio oral desconectada de un riguroso análisis de las circunstancias personales”, argumentó.
La defensa de Ábalos cree que la prisión ha sido una forma de presionar para que “colabore al estilo de Aldama”. El empresario declaró de forma voluntaria ante la Fiscalía Anticorrupción tras su ingreso en prisión provisional. Sin embargo, fuentes de Anticorrupción consultadas por Artículo14 descartan esta opción asegurando que en su caso “ya no hay nada que hacer” a la hora de colaborar.
Así las cosas, Ábalos y Koldo aún tienen dos balas en la recámara para intentar acortar su estancia en prisión. Si el Supremo rechaza estos dos recursos, se tendrán que preparar para permanecer en Soto del Real hasta que se les juzgue en los primeros meses de 2026, según aseguran fuentes del caso.
Mientras tanto, lo único que les queda es seguir lanzando amenazas a través de medios de comunicación y de redes sociales al Gobierno. Amagar con información comprometida del Gobierno para ver si consiguen algún tipo de trato de favor a cambio de su silencio.
Por el momento, han hablado de una supuesta reunión entre Arnaldo Otegui y Pedro Sánchez para cerrar el apoyo de Bildu en la investidura. También de que Begoña Gómez, la mujer del Presidente, habría intercedido en el rescate de Air Europa a cambio de comisiones. Y que Santos Cerdán acudió a Ábalos para ofrecerle un “cheque en blanco” a cambio de su silencio después del estallido del caso Koldo. Sin embargo, de momento, no han mostrado pruebas de nada.
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