El asunto de la semana, las conversaciones de wasap entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el que fuera ministro de Fomento José Luis Ábalos desveladas por el diario El Mundo, ha tenido su hueco en las páginas de opinión de Artículo14: la columnista y tertuliana María Dabán ha tildado de “muy macarra” el comportamiento de Sánchez con los barones díscolos que estos mensajes Sánchez han evidenciado.
“Sánchez no soporta la disidencia”
Dabán afirma: “De esos mensajes se desprende, sobre todo, que Sánchez no soportaba la disidencia, y por eso se entiende mejor que no haya parado hasta acabar con casi todos (queda todavía el irreductible Page, al que todavía ampara su mayoría absoluta en Castilla-La Mancha). Susana Díaz era consciente de las maniobras que Ferraz había hecho para que Juan Espadas la desbancara como líder en Andalucía, pero, como admitía ayer, ‘verlo transcrito es muy jodido”.
Incógnitas
La columnista también señala la gran incógnita que rodea esta filtración: su origen. “Desconocemos si la filtración de estos mensajes ha sido por vía judicial o está siendo utilizada como un mensaje a navegantes del propio José Luis Ábalos para que la UCO deje de buscar más trapos sucios”, apunta, pero no es el único interrogante que lanza: “Pero hay una pregunta más que nos podemos hacer: ¿por qué la mano derecha de Pedro Sánchez guardaba dos USB con las conversaciones entre ambos? Y, ¿por qué era Koldo García el encargado de custodiarlos? De hecho, cuando la Guardia Civil encontró en su casa los dos pendrives y un disco duro, el asesor de Ábalos dijo: ‘Lo que hay dentro es muy gordo y no vais a poder desencriptarlo”. Todavía quedan muchas preguntas sin responder, pero parece claro que el exministro de Transportes quiso garantizarse un seguro de vida por si las cosas venían mal dadas, y tiene sentido pensar que quizá está mostrando que tiene más ases en la manga. Ábalos lo niega, dice que la filtración viene de la UCO, y que él sólo guardó esa información para escribir sus memorias, como si fuera Churchill“.

El PSOE, contra la filtración
Pero la autora va más lejos: “Lo que es hilarante es ver la reacción del Gobierno y del PSOE ante estas revelaciones. Cuando se publicaban los mensajes de Rajoy y Bárcenas, los socialistas aplaudían. Ahora que los mensajes son entre Sánchez y Ábalos ven muy grave que se difundan las comunicaciones privadas del presidente del Gobierno. Y es que, como siempre, vemos la paja en el ojo ajeno, pero no vemos la viga en el propio”.