España se ha visto forzada a renunciar a la petición de someter a votación este martes su propuesta para reconocer el catalán, euskera y gallego como lenguas oficiales de la UE, después de que varias delegaciones insistieran en que es prematuro pronunciarse sobre un asunto sobre el que apenas se ha debatido y sobre el que persisten serias dudas sobre su encaje legal e impacto económico y práctico. En los últimos días, hasta Pedro Sánchez se había implicado en las negociaciones a fin de cumplir con los acuerdos con Junts, el partido de Carles Puigdemont.
La presidencia de turno que este semestre ocupa Polonia ha tomado la iniciativa de plantear “posponer” la discusión”, según han informado a Europa Press varias fuentes diplomáticas.
El punto figuraba en la agenda “para adopción” a petición del Gobierno, que en las últimas semanas intensificó sus contactos con las capitales para defender la oficialidad de las tres lenguas cooficiales a partir de enero de 2027, pero asumiendo el coste total que en el caso del resto de idiomas asume la UE e introduciendo una derogación inmediata para una implementación parcial que excluyera la traducción del grueso de la legislación comunitaria.
Sin embargo, tras abrir el debate el secretario de Estado para la UE, Fernando Sampedro, varias delegaciones han tomado la palabra para pedir a España que diera marcha atrás en la votación, para poder seguir discutiendo más adelante, habida cuenta de que sigue habiendo dudas legales, económicas y prácticas “sin resolver”, según fuentes europeas.
De hecho, ya en las declaraciones a la prensa a su llegada a la reunión en Bruselas, varios ministros ya apuntaron sus dudas sobre la idoneidad de votar de forma prematura un asunto sobre el que apenas se ha discutido a 27 y respecto al que persisten dudas, incluso de los servicios legales del Consejo.
Entre ellos, el ministro de Asuntos Europeos de Finlandia, Joakim Strand, ha confiado en no tener que votar y pedido tomar “muy en serio” un tema que, a su juicio, aún no está “maduro”; mientras que sus colegas austríaca, Claudia Plakolm, y sueca, Jessica Rosencrantz, han apuntado las dudas legales y financieras.
“Vamos a seguir dialogando”
La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha asegurado que el Ejecutivo seguirá dialogando y trabajando con sus socios para conseguir que el catalán, el euskera y el gallego sean reconocidos como lenguas oficiales de la UE.
“Desde ya vamos a seguir dialogando y trabajando con el resto de los países de la Unión Europea para convencerles cuanto antes”, ha asegurado la portavoz en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, después de que se haya conocido que Polonia, actual presidencia de turno, ha planteado posponer el asunto ante la falta de unanimidad.
España ha aceptado “la petición de varios países de seguir dialogando”, ha indicado Alegría que ha sostenido que “se habían conseguido grandes avances en estas últimas semanas y de hecho había un número amplio de Estados que estaban dispuestos a aprobar esta medida esta misma mañana, pero también es verdad que un número menor, más pequeño, de otros países nos han pedido más tiempo, más información”.
Así las cosas, ha dejado claro que el “interés” del Gobierno “es que se reconozca y se respete esa identidad plurilingüe” de España y por tanto “vamos a seguir trabajando y dialogando para conseguir este compromiso y este reconocimiento”.
“No le puedo poner lógicamente plazo ni calendario, pero esperemos poder lograr ese compromiso y ese objetivo lo antes posible”, ha remachado, tras ser preguntada por el nuevo horizonte temporal que se fija el Gobierno, toda vez que la oficialidad de catalán, euskera y gallego es uno de los compromisos con Junts de cara a su respaldo en la actual legislatura.
Por otra parte, tras ser preguntada sobre si el PP habría maniobrado junto a los gobiernos de su familia política para echar por tierra el objetivo del Gobierno, Alegría ha cargado contra el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.
“A estas alturas al señor Feijóo ya no le gusta el gallego, lo digo porque cuando era presidente de la Xunta trabajó para que el gallego tuviese un uso absolutamente normalizado en las escuelas incluso para acceder a plazas de la administración pública”, ha valorado. “Ahora su posición ha cambiado por completo y ya no está de acuerdo que se reconozca esa realidad plurilingüe de nuestro país” en la UE, ha lamentado.
Alegría ha recordado que este año se cumplen 40 años de la firma del Tratado de Adhesión a la UE. “Desde luego a nosotros nos parecía un momento y una fecha muy significativa para este reconocimiento” de lo que “es una realidad absolutamente cotidiana” como lo es el uso de las lenguas cooficiales.