Guerra en Gaza

La flotilla, el último motivo de choque entre el Gobierno español y el israelí

Tras rebajar el tono con EE UU e Israel al apoyar el acuerdo de paz, Sánchez vuelve a la carga contra Netanyahu por interceptar la flotilla. "En Europa se ve como un movimiento de cara a su política interna"

kiloycuarto

Si el apoyo del Ejecutivo de Pedro Sánchez al acuerdo de paz alcanzado entre Netanyahu y Trump había ayudado a bajar el tono en las relaciones entre Estados Unidos, Israel y nuestro país, la flotilla ha reabierto el choque diplomático.

La actuación de las IDF israelíes para interceptar los barcos con intención de violar el bloqueo naval establecido por Israel desde 2007 ha generado que más de 100.000 estudiantes se concentren en 40 ciudades españolas, principalmente en Madrid y Barcelona, que el Gobierno de Sánchez no ignora. Máxime cuando Sumar se ha erigido como la voz política de dichas manifestaciones en contra de Israel. Sánchez es consciente de que no puede dar la espalda a su electorado ni a sus socios y, a través de un comunicado, la Fiscalía ha anunciado que incluirá la interceptación de la ‘Flotilla Global Sumud’ en su investigación sobre Gaza.

El ministro Albares llama a consultas a la encargada de negocios

Por tercera vez desde septiembre de este año, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha llamado a consultas a la encargada de negocios israelí, Dana Elrich. En esta ocasión, tras la detención  israelí de los ciudadanos españoles participantes en la flotilla.

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares.
EFE

Así, el tono rebajado tras el respaldo por parte de del Gobierno de Sánchez al acuerdo de paz, apoyado por la Comisión Europea, se vuelve a subir. Tanto el presidente del Gobierno como algunos de sus ministros advirtieron a la flotilla que no llegara a la zona del cerco marítimo, ya que desde el Ejecutivo de Netanyahu se había avisado de que no podrían continuar, y ofrecido la opción de que dejaran la ayuda humanitaria en el puerto de Ashdod para su posterior distribución. El Gobierno envió el patrullero Furor para que los escoltara, pero Sánchez era consciente de que no podía meter a la Armada en un conflicto con Israel.

Además del bloqueo naval, fuentes del Ejército israelí que han operado en la zona, afirman que  una unidad naval organizada por Hamás ha distribuido minas en toda la zona marítima de Gaza, que podrían haber destrozado los barcos y, por tanto, a los integrantes. Este ha sido uno de los motivos por los que los barcos de la flotilla han sido interceptados antes de llegar a la zona de bloqueo.

Familiares de de la tripulación del Buque de Acción Marítima (BAM) Furor, saludan a los marineros en el muelle de La Curra de Cartagena.
EFE/Marcial Guillén

Fuentes europarlamentarias afirman que desde Bruselas se contempla la reacción de Sánchez como una manera de “apuntarse puntos  en la política interna. Una mascarada”, afirman.

Este medio ya informó de que la unidad de élite “Metzada” del Servicio Penitenciario de Israel participaría en la toma de control de la flotilla; la Autoridad de Población e Inmigración se encargaría de los centenares de audiencias que se realizarán a los activistas y de su deportación en avión, y la unidad “Najshon” se hará cargo de todos los pasajeros que se negaran a volar de inmediato, quienes serán trasladados a un centro de detención.

El próximo escenario: el G-20

A nivel internacional, a España no le interesa mantener el enfrentamiento político con EE UU, dado que será el país anfitrión del próximo G-20. Fuentes diplomáticas informan a Artículo14 de que este riesgo ha influido en el sutil giro del Ejecutivo en cuanto a su relación con Estados Unidos en la última semana. “Las costuras de la relación bilateral están demasiado tirantes. Sería la primera vez que España quedara fuera, y Trump anunciará sus invitados en los próximos meses”. Pese a que consideran que sería subir varios escalones en las malas relaciones entre ambos países, y no creen que suceda, Trump podría decidir no invitar a España, ya no forma parte de los 19 países que lo integran, si no que acude en calidad de país invitado.