Cinco meses y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aún no ha tenido tiempo para pronunciarse sobre el caso Salazar, que está provocando una de las crisis internas más relevantes en el seno del Partido Socialista. Ferraz aún no ha logrado apaciguar la indignación que recorre a su partido por la gestión del escándalo, principalmente de mujeres como Adriana Lastra o Susana Díaz, que se han quejado públicamente.
Las secretarias de Igualdad territoriales del PSOE, reunidas el miércoles por la noche con su homóloga nacional, Pilar Bernabé, estaban dispuestas a llevar a la Fiscalía las denuncias interpuestas por las víctimas. También querían enviar a los medios de comunicación un manifiesto que estaba prácticamente redactado para expresar su malestar, según avanzó La Sexta y pudo confirmar este periódico.
Ferraz lo consiguió frenar con la convocatoria de Bernabé y la llamada a las víctimas a través del canal interno de denuncias del PSOE.

Si bien, el encuentro telemático con Bernabé fue bastante tenso y no se dio la palabra a todos, según distintas fuentes, y esta prometió una reunión presencial en Madrid. La cita no tiene hora ni fecha, pese a la urgencia. “Nos sentimos defraudadas“, confesaban fuentes socialistas presentes en la reunión consultadas por este diario.
Voces con peso en el PSOE han mostrado también su decepción, y piden incluso responsabilidades a la ejecutiva socialista. Adriana Lastra, delegada de Gobierno en Asturias, ha encabezado esta rebelión. “Necesitamos explicaciones convincentes y pormenorizadas, la mayor contundencia posible y que se asuman todas las responsabilidades que hagan falta”, reconoció. Exigió también a su partido que eleve las denuncias a la Fiscalía. La ex secretaria de Igualdad, Andrea Fernández, que se declaró muy “disgustada y muy dolida”, también secundó este mensaje.

Montero y Bernabé, señaladas
Fuentes territoriales apuntan con el dedo a la propia Pilar Bernabé y a María Jesús Montero, vicesecretaria general, por “mirar a otro lado”. “Esto hunde nuestro discurso feminista”, lamentan las mismas fuentes. Pese a toda la presión interna, en Ferraz se niegan a acudir a la Fiscalía de momento y piden “calma”. Miran a la Comisión Antiacoso, que ahora deberá elaborar un informe que concluirá los testimonios de las dos mujeres denunciantes.
En paralelo, dos ministras han salido al paso para mostrar su rechazo a Salazar. La primera, Pilar Alegría, que se reunió con él hace escasas semanas, tal y como desveló en exclusiva este periódico. Ahora tacha de “vomitivas” las declaraciones del exasesor desveladas por El Diario. De “deleznables” las calificó Ana Redondo, si bien canceló su agenda de este jueves, en medio de la crisis.
Silencio de Sánchez
El que nada ha dicho de la crisis es Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno todavía no se ha pronunciado al respecto pese a las múltiples oportunidades y micrófonos desde que explotara el caso, hace cinco meses.
Sin ir más lejos, en el mes de julio, dos días después de conocer las citadas informaciones, el líder del ejecutivo compareció en el Congreso para explicar los casos de corrupción que rodean a su Gobierno. Pero no hizo ninguna mención a su ex mano derecha en Moncloa. Tampoco lo hizo en el tradicional balance de fin de curso en ese mismo mes.
A la vuelta del verano, con entrevistas y sesiones de control en el Congreso de por medio, tampoco ha realizado ninguna valoración al respecto. Este miércoles, es la última sesión en la Cámara Baja, y el PP promete intentar sacarle una valoración.



