Tensión en el Congreso de los Diputados. Sesión de control, en plena campaña de las elecciones europeas, con una piedra angular: el caso de Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez. El Partido Popular centró los ataques al Gobierno aseverando que el presidente, en sus días de reflexión, ya conocía la condición de investigada de su mujer y que lo tapó y lo ocultó.
Era evidente que el PP iba a utilizar las últimas informaciones publicadas sobre la mujer de Sánchez, pero en el ataque del PP, de momento, no hay nada nuevo más allá de pedirle explicaciones y pedir la dimisión al presidente. Tal y como avanzó Artículo14, un sector de la formación reclama que Alberto Núñez Feijóo mueva ficha y cite a Gómez en la comisión de investigación en el Senado. “Usted lo sabía todo y lo tapó”, resumió el jefe de la oposición, que exigió a Sánchez explicar esa “investigación judicial por corrupción por corrupción y tráfico de influencias” que afecta a su mujer. “Usted no se fue a reflexionar, se fue a preparar su defensa”, sentenció.
Sánchez sí tenía material nuevo para contraatacar. El martes, el líder de Vox, Santiago Abascal, se reunió con Benjamin Netanyahu por sorpresa, justo el día en que España reconoció como Estado a Palestina. Así que la respuesta del presidente estaba clara: volver a echar en cara a Feijóo lo que él llama “gobiernos de la vergüenza” que forma con Vox y evidenciar que el PP va a rebufo de los pasos que da la ultraderecha.
“Hazte Oír, el de la motosierra (en alusión a Javier Milei), Manos Limpias, Netanyahu. Toda la ultraderecha diseñando la política de oposición del Partido Popular. Fango, fango y más fango señor Feijóo“, afirmó Sánchez, evitando entrar en el detalle judicial de su cónyuge.
Elecciones convertidas en plebiscito
Ambos líderes políticos mostraron su enorme distancia política a poco más de una semana de que los españoles voten en las elecciones europeas, convertidas en un plebiscito. Una tensión que se extendió en los rifirrafes del resto de miembros del Ejecutivo con cargos del PP.
El cara a cara entre Miguel Tellado y Félix Bolaños también versó sobre lo mismo, aunque con un ingrediente añadido: el caso Koldo. “El fango es solo suyo”, le espetó el portavoz del PP al ministro de justicia. A lo que Bolaños le contestó insinuando un pinchazo en la concentración del domingo y echándole en cara otra vez sus equilibrios con la ultraderecha. “Afluencia menguante y ultraderechismo creciente”, dijo.
Incluso la ministra de Igualdad, Ana Redondo, se vio salpicada por la polémica. Le interpeló el diputado Jaime de los Santos, que puso de relieve la condición de las mujeres de los países del entorno de Israel y los asesinatos de Hamás. En su opinión, la única mujer por la que se preocupa el PSOE es Begoña Gómez.
Para Ana Redondo, la intervención del diputado popular fue un “batiburrillo del fango”. Repitiendo la misma fórmula de respuesta que usaron sus compañeros de gabinete, le echó en cara los pactos del PP con Vox. “Se dicen feministas pero gobiernan con la ultraderecha”, sentenció.
El PP espera que la presunta corrupción del PSOE les propulse en la campaña, toda vez las encuestas detectan que la pugna electoral está muy ajustada. “Solo trabajamos con un escenario, que es ganar”, admiten las fuentes populares. Para el Gobierno, la fotografía de Abascal con Netanyahu les ha permitido llevar el discurso a donde quieren: la alerta de que la extrema derecha continúe ganando terreno.