¿Qué tipo de yogur es mejor: griego, natural o vegetal?

Si buscas una opción baja en grasas, sencilla y saludable, el yogur natural sin azúcar es tu aliado

El yogur natural es uno de los alimentos más ricos en probióticos naturales.

En las estanterías de cualquier supermercado se despliegan decenas de variedades de yogur: natural, griego, con frutas, desnatado, vegetalLa oferta es amplia, pero también puede resultar confusa. ¿Cuál es realmente el más saludable? ¿Y qué diferencias existen entre un yogur natural, uno griego o los alternativos de origen vegetal?

Para responder a esta pregunta, es importante entender que no hay un único yogur “mejor” para todos los casos, sino que depende del contexto de cada persona: su salud digestiva, sus hábitos alimentarios, sus objetivos nutricionales e incluso sus convicciones éticas.

Yogur natural: el clásico que nunca falla

El yogur natural es probablemente el más básico de todos, elaborado a partir de leche y fermentos lácticos. Su composición es simple y suele contener entre 3 y 4 gramos de proteína por cada 100 gramos, además de calcio, potasio y probióticos naturales beneficiosos para la flora intestinal.

Lo ideal es consumirlo sin azúcar añadido, ya que muchas versiones comerciales contienen endulzantes o mermeladas que disparan su contenido calórico. El yogur natural sin azúcar es una excelente opción para personas que buscan un producto poco procesado y versátil, perfecto para mezclar con fruta, frutos secos o cereales.

Yogur griego: más cremoso, más proteico

El yogur griego ha ganado popularidad en los últimos años, y no es casualidad. Su textura espesa y su sabor intenso lo convierten en un favorito para quienes buscan un alimento más saciante. La diferencia clave está en su proceso de filtrado, que elimina parte del suero y concentra los nutrientes.

Como resultado, el yogur griego contiene entre 8 y 10 gramos de proteína por cada 100 gramos, el doble o más que el natural. Esto lo convierte en una opción ideal para deportistas o personas que siguen una dieta rica en proteínas. No obstante, hay que tener cuidado: algunas versiones comerciales etiquetadas como “al estilo griego” no siguen el proceso tradicional y pueden llevar nata o espesantes añadidos, así como altas cantidades de azúcar.

Para hacer una buena elección, conviene revisar la etiqueta: menos ingredientes y más proteína son claves para identificar un auténtico yogur griego de calidad.

Yogures vegetales: la alternativa sin leche

Los yogures vegetales, elaborados con base de soja, coco, almendras o avena, se han popularizado entre quienes siguen una dieta vegana o son intolerantes a la lactosa. Aunque su textura y sabor intentan imitar al yogur tradicional, desde el punto de vista nutricional pueden variar mucho entre marcas.

Los de soja son los más equilibrados, ya que contienen proteínas completas y una composición más cercana a la del yogur lácteo. Sin embargo, los elaborados con coco o almendras suelen ser bajos en proteína y altos en grasas o azúcares, especialmente si se trata de versiones con sabores.

Un aspecto importante es el contenido de calcio: muchos yogures vegetales no contienen calcio natural y dependen del enriquecimiento artificial, así que es clave revisar si están fortificados con este mineral.

¿Entonces, cuál es el mejor? Depende de ti

En resumen, no hay una respuesta única. Si buscas una opción baja en grasas, sencilla y saludable, el yogur natural sin azúcar es tu aliado. Si necesitas más proteína y saciedad, apuesta por el yogur griego auténtico. Y si no consumes productos animales o eres intolerante a la lactosa, el yogur vegetal de soja enriquecido es la mejor elección dentro de su categoría.

Lo esencial es leer las etiquetas y evitar las versiones azucaradas, con saborizantes o ingredientes innecesarios. Un yogur ideal debería contener solo leche y fermentos (o su equivalente vegetal), y si es griego, ofrecer un perfil alto en proteínas.

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