Educación

Alumnos con mayor acceso a libros impresos mejoran sus resultados en lectura, Matemáticas y ciencias, según un estudio

En España, señala el estudio, "los centros con estudiantes de mayor nivel socioeconómico tienen más recursos educativos, es decir disponen de más libros de texto, equipos informáticos, material de biblioteca o laboratorio"

Unos alumnos escuchan a su profesor en su aula en un colegio
EFE/ Javier Cebollada

Aquellos estudiantes que tienen un mayor acceso a libros impresos en sus hogares y en las escuelas logran mejores resultados en lectura, Matemáticas y Ciencias. Así lo refleja el estudio Importancia del uso de libros en la educación: Un análisis basado en PISA 2022, elaborado por el profesor de la Universidad Rey Juan Carlos e investigador de la London School of Economics, Ismael Sanz, y el profesor de la Universidad de Barcelona Álvaro Choi.

El Informe PISA plantea que en aquellos sistemas educativos donde los recursos de calidad, como los libros, se distribuyen de manera equitativa, los estudiantes tienden a lograr o superar los niveles básicos de competencia lectora con mayor probabilidad, independientemente de su origen socioeconómico. Asimismo, destacan la importancia de contar con un entorno doméstico que disponga de libros y fomente el hábito lector, acaba funcionando como un estímulo para la curiosidad intelectual y el aprendizaje autónomo.

Tanto PISA como PIRLS plantean una posible asociación que establece que estudiantes que asisten a centros educativos sin problemas de acceso a libros y materiales de lectura obtienen mejores puntuaciones en comprensión lectora en comparación con aquellos que estudian en centros con una disponibilidad limitada a estos recursos.

En España, señala el estudio, “los centros con estudiantes de mayor nivel socioeconómico tienen más recursos educativos, es decir disponen de más libros de texto, equipos informáticos, material de biblioteca o laboratorio”.

En este sentido, la falta de acceso a libros en las escuelas con menos recursos perpetúa la brecha de resultados entre estudiantes de diferentes contextos sociales.

Los autores del estudio aluden al informe PISA in Focus 2024 que señala una preocupante tendencia a la disminución de la cantidad de libros disponibles en los hogares de los estudiantes, especialmente en países de ingresos medios o bajos. Reducción que plantea interrogantes sobre el impacto que esto tendrá en el desarrollo académico y cultural de los estudiantes.

Según apuntan, los resultados de PISA 2022 sugieren que el uso de un mismo libro de texto en las aulas en Matemáticas está asociado con mejores resultados académicos en la mayoría de las comunidades autónomas. “El uso de un libro común en el aula está relacionado con un mejor rendimiento”, sentencian los expertos.

El estudio recoge que, si bien el acceso a los libros impresos ha disminuido, el uso de los recursos digitales y software educativo ha crecido considerablemente, reflejando el avance de la digitalización.

Este, señala el trabajo, se debe, en parte, a la aceleración de la digitalización durante la pandemia covid19, que impulsó a adoptar herramientas digitales para la educación en línea.

Los autores apuntan que “si bien las tecnologías digitales tienen el potencial de mejorar la educación, este potencial sigue estando en gran parte desaprovechado y, los riesgos para el bienestar de los adolescentes son hoy más evidentes”.

Asimismo, concluyen que la mera presencia de tecnología en los centros educativos “no garantiza una mejora en el rendimiento académico, su impacto depende del uso pedagógico que se haga de estos recursos, y su efectividad de otros factores”.

Los autores consideran un hallazgo significativo “que la combinación estratégica de libros impresos y digitales puede ser un catalizador para mejor la equidad y la calidad educativa”.

“Los sistemas educativos que logran integrar ambos formatos de manera efectiva tienden a generar mejores resultados en competencias clave, equilibrando las fortalezas de los libros impresos, con su capacidad para promover la concentración y la comprensión profunda, con las ventajas de los recursos digitales, como su accesibilidad y adaptabilidad”, aseguran.

Los expertos recomiendan incrementar la disponibilidad de libros impresos y digitales en los hogares y las escuelas asegurando que estos sean de alta calidad y culturalmente relevantes; o implementar programas de capacitación para docentes y padres, centrados en maximizar el impacto educativo de los recursos digitales y en fomentar la lectura como hábito.

También apuestan por desarrollar iniciativas que promuevan la alfabetización temprana y que despierten el interés de los niños por la lectura mediante programas innovadores y accesibles; y diseñar herramientas de evaluación que permitan medir el impacto de estas estrategias en el rendimiento académico, para ajustarlas según las necesidades emergentes.