El Papa vive en su piso mientras reforman el Palacio Vaticano y cambia el Fiat por un Volkswagen

El nuevo Pontífice aún no ha revelado dónde vivirá, pero mantiene algunas costumbres de su tiempo como cardenal: el tenis, el ejercicio diario y una vida sencilla marcada por la cercanía con sus hermanos agustinos

Robert Francis Prevost, León XIV.
Europa Press

Desde su elección como Papa el pasado 8 de mayo, León XIV continúa residiendo en el apartamento que ocupaba como prefecto del Dicasterio para los Obispos, en el interior del Vaticano. Hasta hace pocos días, esa vivienda era solo su base logística: todas las mañanas acudía a rezar, almorzar y compartir la vida cotidiana con sus hermanos agustinos en el Augustinianum, donde vivió muchos años y a los que, según ha dicho en privado, “va a echar profundamente de menos”.

De hecho, fue a ellos a los primeros que llamó, junto a sus hermanos biológicos, cuando fue elegido Papa, y ha sido con su prior general Alejandro Moral, con quien ha mantenido las conversaciones más largas y con quien concelebró la misa en las Grutas Vaticanas previas al Regina Caeli que rezó el domingo 11 de mayo. Mientras se decide sobre su futura residencia, su estilo de vida ya deja entrever el perfil personal y pastoral del nuevo Pontífice.

Un Papa sin Palacio… por ahora

La pregunta de dónde vivirá León XIV sigue sin respuesta oficial. El Palacio Apostólico, residencia tradicional de los Papas, permanece cerrado desde hace más de una década: Francisco, en una decisión que simbolizó toda su visión de Iglesia, prefirió instalarse en la Casa Santa Marta. Desde entonces, el Palacio ha estado sin uso, y en estos momentos se encuentra en proceso de renovación. Por el momento, el Papa ha decidido seguir en el apartamento que ya ocupaba como prefecto, una solución práctica y provisional que también revela su preferencia por la sobriedad y la estabilidad.

Algunas de las escasas imágenes que hay del Palacio Apostólico Vaticano
Algunas de las escasas imágenes que hay del Palacio Apostólico Vaticano

La reforma del Palacio Apostólico ha reavivado el debate sobre su función futura. ¿Volverá a ser vivienda papal o seguirá el camino iniciado por Francisco, que apostó por una forma de habitar más humilde y accesible? León XIV aún no ha dado pistas, aunque algunas fuentes vaticanas señalan que no tiene prisa en mudarse. El apartamento de la Prefectura se ha adaptado mínimamente para su nueva función como sede del Sucesor de Pedro.

Un cambio de coche (y quizás de papamóvil)

Si el lugar de residencia sigue en el aire, el cambio de vehículo ha sido inmediato. Francisco se desplazaba en un Fiat 500L blanco, símbolo de su deseo de una Iglesia pobre y sencilla. León XIV, en cambio, ha optado por una Volkswagen Passat negra, según reportaron medios italianos como Il Giornale, marcando un retorno al modelo más habitual de los pontífices anteriores. El cambio ha sido interpretado más como un gesto de normalidad que de ostentación.

El Papa León XIV ha cambiado el Fiat 500 del Papa Francisco por un Volkswagen Passat
El Papa León XIV ha cambiado el Fiat 500 del Papa Francisco por un Volkswagen Passat

En cuanto al papamóvil, no se ha hecho todavía ninguna aparición pública en el vehículo tradicional, pero los expertos apuntan a que podría reutilizar una Mercedes Clase G eléctrica personalizada que fue entregada a Francisco poco antes de su fallecimiento. De momento, León XIV ha preferido los desplazamientos discretos en automóvil privado, propios de su etapa anterior.

Tenis con vistas a la cúpula de San Pedro

Una de las facetas más llamativas del nuevo Papa es su pasión por el deporte, en particular el tenis. Artículo14 ya lo adelantó en sus primeras crónicas desde el cónclave y en los últimos días numerosos medios internacionales han recogido el dato: León XIV jugaba regularmente en una pista semioculta, situada en el Instituto Patrístico Agustiniano, desde la que se divisa la cúpula de San Pedro. Esa cancha, poco conocida incluso por muchos residentes vaticanos, era su lugar de desconexión y ejercicio personal.

El Papa ha declarado que espera poder seguir practicando “siempre que el tiempo y la salud lo permitan”. Incluso el tenista griego Stefanos Tsitsipas, enterado de su afición, ha declarado que estaría encantado de jugar un partido con él. ¿Lo mejor? Hay una pista de tenis “oculta” en el Vaticano que el nuevo Papa podría utilizar a partir de ahora.

La pista de tenis, en los jardines de la Ciudad del Vaticano
La pista de tenis, en los jardines de la Ciudad del Vaticano. Ampliación realizada por La Repubblica

De la misa matutina al gimnasio tras el McDonald’s

Antes de ser elegido Papa, Robert Francis Prevost llevaba una rutina austera y metódica. Rezaba diariamente con sus hermanos agustinos y compartía con ellos no solo la mesa, sino también muchas conversaciones sobre la vida de la Iglesia. A pesar de sus responsabilidades como prefecto, nunca dejó de pasar por el Colegio Augustinianum, donde se le considera aún uno de los suyos.

También mantenía una vida activa desde el punto de vista físico. Varias fuentes han confirmado que solía acudir a un gimnasio discreto, el Omega Fitness Club San Pietro, situado detrás del McDonald’s de Borgo Pio, muy cerca del Vaticano. Allí, sin escolta ni ceremonial, entrenaba como un feligrés más. Los empleados del local lo recuerdan como un cliente educado y constante, que no quiso trato especial pese a su cargo en la Curia romana.

El Omega Fitness Club San Pietro es el gimnasio al que solía acudir León XIV
El Omega Fitness Club San Pietro es el gimnasio al que solía acudir León XIV

La dimensión deportiva de León XIV no se limita al tenis ni al gimnasio. Es aficionado al béisbol —en particular, a los Chicago White Sox, el equipo de su ciudad natal— y también al fútbol. Según ha confirmado un sacerdote cercano al nuevo Papa, su equipo italiano es el AS Roma, un dato que lo vincula aún más con la capital que ahora gobierna espiritualmente. No sería extraño que en los próximos meses recibiera en audiencia a deportistas de ambos clubes, como ya ocurrió durante el pontificado de Juan Pablo II con varios equipos europeos.

Una nueva etapa, sin perder la memoria

León XIV encara su pontificado con el sello de una vida discreta, cercana y profundamente agustiniana. La distancia que se abre ahora entre él y sus hermanos de comunidad no será solo física, sino también emocional: por primera vez en muchos años, dejará de compartir la vida ordinaria con quienes han sido su familia espiritual. Sin embargo, su forma de vivir —que incluye oración, amistad, deporte y sobriedad— parece seguir intacta.

A la espera de grandes decisiones doctrinales o estructurales, lo que ya ha comenzado a revelarse es el estilo personal del nuevo Papa: un hombre que combina fidelidad a la tradición con una cercanía nada impostada, y que quiere seguir siendo, ante todo, un pastor en forma.