Cada jornada del calendario litúrgico católico está marcada por la conmemoración de un santo, beato o advocación especial. Este jueves 2 de octubre la Iglesia celebra una de las festividades más significativas del año: la memoria de los Santos Ángeles Custodios, figuras espirituales que, según la tradición cristiana, acompañan y protegen a cada persona a lo largo de su vida.
El origen de la celebración
La devoción a los Ángeles Custodios se remonta a los primeros siglos del cristianismo, pero fue en el siglo XVII cuando se fijó la fiesta en el calendario oficial de la Iglesia. El papa Clemente X, en 1670, estableció el 2 de octubre como el día para recordar a estos seres espirituales cuya misión, de acuerdo con la fe católica, es guiar, cuidar y proteger a los fieles.
Las referencias bíblicas son numerosas. En el libro del Éxodo, Dios promete enviar un ángel que acompañe al pueblo en su camino hacia la tierra prometida. En los evangelios, Jesús habla de los “ángeles de los pequeños” que están siempre en la presencia del Padre. Estas menciones reforzaron la creencia en la existencia de seres espirituales dedicados a custodiar a cada persona.
Los Ángeles Custodios en la tradición popular
En la cultura popular española, la oración al ángel de la guarda es una de las primeras que aprenden los niños. “Ángel de la guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día”, es una plegaria que ha pasado de generación en generación, transmitiendo la idea de que nunca estamos completamente solos.
Además de su dimensión religiosa, la festividad de los Ángeles Custodios tiene un vínculo muy especial en España: desde 1920, son considerados los patronos del Cuerpo Nacional de Policía. Por ello, el 2 de octubre también se convierte en una jornada de actos institucionales y homenajes a los agentes que velan por la seguridad de los ciudadanos.
Qué significa celebrar hoy a los Ángeles Custodios
En un mundo cada vez más marcado por la incertidumbre, la soledad y la falta de referentes, la fiesta de los Ángeles Custodios recuerda la importancia de la protección, el cuidado y la compañía. La Iglesia invita a los creyentes a reflexionar sobre la necesidad de confiar en esa guía espiritual y, al mismo tiempo, a ser “ángeles” en la vida de los demás, cuidando a familiares, amigos y comunidades.
La celebración también pone el acento en la infancia, ya que la figura del ángel guardián está especialmente vinculada a los más pequeños. En muchas parroquias y colegios católicos, este día se organiza con oraciones especiales, actividades lúdicas y catequesis para recordar a los niños que cuentan con un compañero espiritual en su camino de fe.
Otros santos del 2 de octubre
Junto a la memoria de los Ángeles Custodios, el santoral del 2 de octubre recuerda también a diversas figuras históricas de la Iglesia. Entre ellas destacan:
- San Beregiso de Andage, abad.
- San Eleuterio, obispo de Auxerre.
- San Gerino, mártir.
- San Saturio de Soria, eremita y patrón de la ciudad castellana.
Este último tiene una especial relevancia en España. San Saturio, que vivió en el siglo VI, se retiró a una cueva a orillas del Duero donde llevó una vida de oración y penitencia. Su figura se venera especialmente en Soria, donde cada año, en torno al 2 de octubre, se celebran fiestas en su honor que incluyen procesiones, actos religiosos y eventos culturales.
Una fecha de doble significado en España
Así, el 2 de octubre es un día con un doble valor en nuestro país: por un lado, la dimensión espiritual que recuerda la presencia de los Ángeles Custodios, y por otro, la conmemoración civil ligada a la Policía Nacional, que este año volverá a celebrar actos en distintas ciudades españolas para homenajear a sus agentes y a los que dieron la vida en acto de servicio.
El jueves 2 de octubre no es una fecha cualquiera en el calendario. Es un día en el que se invita a la reflexión espiritual, a valorar el papel de la protección y la compañía, y también a reconocer la labor de quienes, en la tierra, encarnan ese mismo espíritu de custodia: los cuerpos y fuerzas de seguridad, los educadores, las familias y todas aquellas personas que acompañan y protegen a los demás.