Campaña de igualdad

Resignificar el lenguaje machista: “Que ‘tener huevos’ no signifique imponer ni mandar, sino atreverse a cambiar”

Hay expresiones machistas normalizadas en nuestra sociedad. Es hora de cambiar. Hablamos con los creativos de la campaña ‘Por huevos’: dos hombres que se atreven a decir “basta” a las masculinidades tóxicas

Igualdad lanza la campaña 'Por huevos' para resignificar la expresión "cargada de testosterona"

“Lo hago por mis huevos”. “¡Hay que echarle huevos!”. “¡Con dos huevos!”. Admítanlo. No es la primera ni la última vez que escuchan alguna de estas frases. Es probable, incluso, que las hayan utilizado alguna vez en su vida. No una, ni dos, ni tres veces. Sino de manera natural y continuada. Forma parte de nuestro léxico.

Lo cierto es que la expresión “hacer algo por huevos” viene del latín opus est. Que significa hacer algo por necesidad. De forma impepinable toca por uebos llevar a cabo una acción. Su significado fue diluyéndose en el tiempo y, siempre en una sociedad patriarcal y al no ser consciente el hablante de su etimología, se terminó buscando una explicación en la asociación de “huevos” con los testículos.

La evolución del lenguaje machista

Por aquel entonces los testículos representaban la fuerza y la voluntad de los hombres. Y entonces, el significado de “tener un par de huevos” terminó utilizándose para decir alguien era “valiente”. La valentía, entonces, se asoció al género masculino. Así lo detallan los traductores del equipo AGORA.
Esta expresión, ya evolucionada hacia la masculinidad la ponía de manifiesto el propio Pío Baroja en su obra ‘Humano enigma’. También el Cantar de Mio Cid hace referencia a esta peculiar expresión: “Huevos habemos, mío Çid…”. Queriendo decir, cuan de necesario era el ‘héroe’ castellano.

Es hora de deconstruir masculinidades tóxicas

Y ahora, siglos después, por huevos forma parte de una campaña del Ministerio de Igualdad. Porque, ‘por huevos’, toca deconstruir masculinidades tóxicas. Toca abogar por una masculinidad “más libre, más diversa y más feminista”. Porque en una época de creciente negacionismo de la violencia machista, ante la “ola reaccionaria que muchos hombres están comprando a través de las redes sociales” (detallan desde el Ministerio de Igualdad) es más necesario que nunca concienciar de que, por huevos, toca ser valiente y decir basta a las masculinidades tóxicas.

Guille Fernández, creativo de Ogilvy
Javier Cuadrado

Pablo Poveda y Guillermo Fernández son dos de esos hombres valientes que han sabido decirle a España entera que es “necesario cambiar lo que significa tener huevos”. Son los directivos creativos de la agencia de publicidad OGILVY. Trabajan junto al Ministerio de Igualdad creando campañas de sensibilización y concienciación de violencia machista.

Pablo Poveda, creativo de Ogilvy
Javier Cuadrado

Hablar de maculinidades a través de lo cotidiano

“Desde el primer momento apareció una chispa muy clara: qué potente sería hablar de masculinidades a través de algo tan cotidiano y cultural como hacer una tortilla de patatas. A partir de ahí empezamos a darle vueltas hasta que tomó forma de campaña”, nos cuentan.

Ellos mismos, con el tiempo –llevan años trabajando con el Ministerio- han ido adquiriendo “ciertas nociones sobre masculinidades” y, también gracias al equipo de expertos de Igualdad, “han ido detectando qué comportamientos son tóxicos y hay que dejar atrás, y cuáles no lo son”. De ahí, dicen, surge la campaña: “En ese sentido, la aportación de los expertos y nuestra experiencia confluyen en lo mismo: usar el sentido común para abrir conversación”.

Jerarquías impuestas: “Tener huevos no es imponerse, sino repensarse y transformarse”

En la campaña, con el conocido rostro de Paco León como protagonista, se ofrece a los hombres la posibilidad de “romper con las jerarquías” que les han “impuesto” desde pequeños. E invita a plantearse que, “tal vez, tener huevos no es imponerse y tirar para adelante sin respetar, sino repensarse, transformar su mentalidad, cuestionarse y llegar a cambiar”, con el simple gesto de hacer una tortilla de patatas – tan asociada a la figura materna o femenina en el hogar.

 

“Precisamente porque era una expresión muy asociada a la imposición masculina, a esa masculinidad tóxica de siempre”, explican ambos creativos. Y lo que querían, nos cuentan, era “darle la vuelta” a la expresión. Resignificarla. “Que tener huevos no sea mandar ni imponer, sino atreverse a cambiar, a cuestionar y a construir algo diferente”. Que, gracias al lenguaje, “jugando con él de una manera honesta y muy directa de conectar” sigamos construyendo una sociedad más igualitaria y libre de violencias machistas.