El BOE ha publicado en la tarde de este sábado la sanción de Felipe VI de la nueva Ley de Enseñanzas Artísticas aprobada en el Congreso el 23 de mayo, una semana antes que la ley de amnistía.
Según el procedimiento ordinario, una vez una ley se aprueba en la Cámara Alta, esta se publica en las Cortes y después Moncloa la envía a Zarzuela para que la sancione el Rey, todo en un plazo de 15 días. Aunque hay ocasiones en que si una ley tiene urgencia en aprobarse, se agilizan los pasos para que se publique en el BOE a la mayor brevedad posible.
Don Felipe tuvo la agenda completa a lo largo de toda la semana pasada, y el viernes fue el único día que la tenía despejada. Lo que significa que, al igual que sancionó la ley de Enseñanzas Artísticas, podía haber firmado la de la amnistía de haberla recibido por parte del Gobierno.
Esta situación responde a la estrategia clara del Gobierno, de la que ha estado informando este medio, para que la rúbrica del Jefe del Estado no condicione los resultados de las elecciones europeas que se celebran este domingo.
El plazo para que termine el tiempo del que dispone el Rey para sancionar la ley termina el próximo viernes 14 de junio, días antes de que se cumpla el décimo aniversario, el 19. Y este lunes irá a Zaragoza para asistir a un acto organizado por el Ejército de Tierra.
Tal y como informó este medio, una vez tenga la ley delante Don Felipe está obligado a firmarla y promulgarla, tal y como establece la Constitución. En caso de negarse podría quedar inhabilitado del cargo. El artículo 59.2 de la Constitución lo deja claro: “Las Cortes podrían inhabilitar al Rey si se niega a cumplir sus funciones”. El recurso de inconstitucionalidad solo puede hacerlo el Tribunal Constitucional. Además, en caso de que el Monarca renunciara al Trono temporalmente, siguiendo el ejemplo del rey Balduino de Bélgica, la ley de la amnistía saldría adelante igualmente, puesto que la firma del Monarca no tiene carácter constitutivo.
La única vez que el Jefe del Estado se ha manifestado al respecto fue a través de una misiva en 2017, después del referéndum convocado por los secesionistas, en la que manifestó públicamente que la unidad del país se había puesto en peligro. En este escenario es complicado actuar de la misma manera, ya que supondría dirigirse directamente contra el Gobierno del país y no mostrar su disconformidad con las pretensiones separatistas de una parte de la sociedad y clase política de Cataluña.
No obstante, el presidente del Gobierno sabe que aún es necesario que esta ley pase por la criba europea para aprobarse definitivamente, en estos pendientes del resultado electoral. Según reconoció recientemente la presidenta de la Comisión Europea y candidata del Partido Popular Europeo, Ursula von der Leyen, dos días después de que el Congreso aprobara la ley de amnistía, hay “preocupación” en Europa por el Estado de Derecho, pero aseguró que Europa “actuará” si se pone en riesgo.