El público congregado en el Movistar Arena el pasado 19 de julio llamaba la atención por tres motivos: se veían pocos móviles y muchos ojos observando, a cada gesto de Eva Amaral o Juan Aguirre se percibía mucha emoción y había todo tipo de edades, desde niños y adolescentes, hasta adultos nostálgicos, que han hecho de la música de Amaral parte de la banda sonora de sus vidas.
Eva Amaral apareció en el escenario toda de negro, envuelta en una capa y un vestido de transparencias bajo un aire misterioso. Tras saludar al público dijo: “Recordadme viviendo la Dolce Vita, porque eso es algo que nadie nos puede arrebatar“. Los de Zaragoza abrieron el concierto con la canción del álbum que da nombre al mismo: ‘Dolce vita’, que fue lanzado el pasado 7 de febrero.
A lo largo del concierto intercalaron canciones conocidas de otras etapas como ‘Toda la noche en la calle’, ‘Moriría por vos, ‘Días de verano’, ‘Resurrección’, ‘Cómo hablar’, ‘Marta, Sebas, Guille y los demás’ o ‘El universo sobre mí’ con las 15 del nuevo álbum.
“Es un disco que habla de la belleza. Sobre todo de la belleza de vivir, de la dulzura de vivir. Donde también se cuelan esos momentos en los que la vida es un poco amarga, y precisamente por eso hemos querido agarrarnos a esa dulzura. Esta noche, celebrad la dulzura, celebrad el amor“, manifestaba Eva.
Letras que hablan de la belleza exterior e interior
La propuesta del nuevo álbum recorre esta percepción vitalista desde la ternura, convirtiendo la belleza en un arma que desarma. “La belleza salvará al mundo“, decía Dostoyevski en ‘El idiota’ y esto es lo que aporta Amaral en ‘Dolce vita’. A lo largo del nuevo disco, las letras no solo buscan la belleza en el exterior, sino también en el interior de una manera íntima. Canciones como ‘Libre’, hacen un recorrido más introspectivo de la experiencia vital, que profundiza en “ese lado más oscuro del que tantas veces huyo, es parte de mí. Y deja que se pierda (…) Libre he de vivir. Libre como el día en que nací”.
Mientras que otras como ‘Estamos aquí’ observan la belleza en la naturaleza, que es un punto de partida para combatir esa amargura que mencionaba Eva Amaral al presentar el disco en el concierto del pasado domingo. “Dicen que la vida es difícil de entender, unas veces es cruel y otras, llena de belleza. Nadie sabe a ciencia cierta cómo es la naturaleza, pero todo tiene un ciclo…“.

La belleza como arma que desarma: homenaje a Víctor Jara
Uno de los momentos más inesperados y emocionantes del concierto fue el homenaje al músico, dramaturgo y profesor Victor Jara, una de las voces más importantes de latinoamérica que fue asesinado durante la dictadura de Pinochet.
Tras un breve vídeo de ‘Te recuerdo Amanda‘, una de sus canciones más conocidas, Amaral lo expresó todo en una de las nuevas canciones del álbum titulada ‘Podría haber sido yo‘, que aunque injustamente no es de las que más escuchadas (476.000 escuchas en Spotify en comparación con ‘Ahí estás’, que lleva ya 3 millones), contiene una gran fuerza por su melodía y su mensaje.
“Hay una imagen de este hombre con los ojos llenos de vida y encendidos donde está mirando una montaña sobrecogido por esa belleza… Nos gusta mucho esa imagen porque de alguna manera a esta Dolce Vita que queremos contaros en este disco. Invita a disfrutar de la belleza, ser parte de ella y mirar esa montaña eterna”, observaba Eva Amaral.
Sin embargo, no se queda en una imagen utópica, pues a lo largo del disco “también hablamos de esa parte amarga, de la crueldad que es inherente a la naturaleza misma, a la existencia, y a algunos seres humanos como los que nos arrebataron a Víctor Jara o los que siguen matando a gente a lo largo y ancho del mundo, como por ejemplo, en Gaza“.
‘Podría haber sido yo‘ es una de las canciones que hacen que ‘Dolce vita’ no se quede solamente en un escapismo como el de los romanticistas, que se quedaban en el disfrute de la belleza sensorial, sino que la Belleza con mayúsculas habla de algo mucho más profundo y que visita en otros temas como ‘La unidad del dolor’.
Es esa misma belleza que observaba Víctor Jara y que es eterna porque a pesar de su muerte, sus canciones y su mirada continúan traspasando a otros artistas como Eva y Juan.

La fuerza de las mujeres para las mujeres
Muchas son las amigas que se dieron la mano y lloraron durante al concierto al corear canciones como Salir corriendo, que aunque forma parte del álbum de 2002 Estrella de mar, continúa teniendo la misma fuerza que el mismo día que salió. La cantante explicó su origen, pues la escribieron en su día a una amiga que estaba sufriendo una relación de maltrato, con la motivación de que dejase atrás esa violencia que estaba terminando con ella.
“Esta canción es para ella, por su valentía y para todas que no tuvieron ese final tan feliz, que nos faltan muchas. También para todas las que han dado esa primera zancada, ese primer salir corriendo para delante. Para todas ellas“.
Acompañando este himno contra el maltrato, salían imágenes de la atleta olímpica Ester Navarrete, al son de la canción que incluyó Eva Amaral en el cortometraje Flores para Maika, dirigido por Andreu Castro en 2003, donde ella misma interpretó a una mujer que intenta huir de su marido abusador.
En el Movistar Arena también resonaron otros temas dedicados a mujeres como Hacia lo salvaje (2013), que evoca a la liberación y salir de aquellos sitios de los que hay que huir. “Ha elegido caminar hacia lo salvaje. No tenéis ni idea de lo alto que puedo volar, sentenció con un portazo. Y no la vieron nunca más”, cantaba Eva.

Canciones que son para todos y todas
Si bien todas las canciones del dúo zaragozano tienen letras muy expresivas, hicieron especial mención a la libertad a la hora de conectar con la música:
“Desde que tengo uso de razón y hago canciones, algunas no son antípodas de mi historia, pero siempre han sido algo que estaba relacionado conmigo. Por eso yo las escuchaba, las cambiaba en mi cabeza y las hacía mías. Esa es la verdadera magia de la música y las canciones: que cada uno las hace suyas”, explicó la vocalista del grupo.
Esta conexión con la música de Amaral es lo que se vivió en el Movistar Arena el pasado 19 de julio. A la salida del concierto, grupos de amigos coreaban El universo sobre mí, mientras se les iba sumando gente por la calle que había salido de la misma experiencia. Estos dos artistas agradecidos y acompañados de un gran equipo musical, transmitieron una visión positiva y realista de la vida, rodeados de amigos que no les conocen personalmente pero que comparten las mismas ganas de vivir la vida desde la belleza y la dulzura: la Dolce Vita.