La que llegara a ser hace unos años la mejor jugadora de bádminton del mundo, protagonizó uno de los momentos más emotivos de la primera semifinal del Grand Prix 2025. Y es que el recuerdo de Carolina Marín a su padre, Gonzalo Marín, emocionó a los espectadores y a los propios participantes del programa.
Este falleció unos meses después de un accidente laboral en el año 2020.
Una madrina excepcional para Cubas de la Sagra
Carolina Marín fue invitada de la primera semifinal del programa, entre Cubas de la Sagra (Madrid) y Urduliz (Vizcaya). La deportista de Huelva hizo de madrina del equipo amarillo, color que vestían los cuberos. El cómico Sergio Bezos (La Revuelta) fue el padrino por parte de los vascos.
Marín consiguió su primer oro olímpico en los JJOO de Río de Janeiro (2016), y a pesar de otros triunfos, estos últimos años ha tenido complicaciones de lesiones de ligamentos y rodilla, que le han impedido revalidar la medalla.
La deportista se mostró a sí misma como gran aficionada al programa de pequeña, que veía en familia. Recuerda en especial compartir los momentos con Gonzalo, su padre, quien falleció en el año 2020, unos meses después de sufrir un accidente laboral.
Así, el programa comenzó con sus habituales presentaciones e introducciones. La primera gran semifinal de este verano arrancaba con una de sus pruebas más icónicas: la de los troncos locos. Es una de las pruebas más míticas del programa, donde los concursantes deben cruzar unos troncos giratorios portando unos salmones que deben transportar de un lado a otro.
Las caídas y los golpes se suceden uno tras otro. No es de extrañar que sea la prueba favorita de mucha gente, entre ellos, de Carolina Marín y de su padre.
El recuerdo de Carolina Marín a su padre, Gonzalo Marín
Al completarse la primera prueba, fue cuando se produjo el recuerdo de Carolina Marín a Gonzalo. La deportista confesó que le daba mucha nostalgia el programa, y que lo estaba disfrutando mucho.
Ramón García contó entonces la anécdota que le había revelado en el camerino de maquillaje: “Es una nostalgia bonita. A su padre Gonzalo le gustaban mucho los troncos locos“. Carolina confirmó dicha información, agregando que él “se moría de risa con este juego”. Marín guarda con mucho cariño esos recuerdos de su infancia, hace más de 20 años.
Viendo la emoción de la onubense, el presentador del Grand Prix no lo pensó dos veces, y dedicó la prueba a Gonzalo Marín: “Va por él, por tu padre”. Todo el mundo aplaudió el precioso detalle y dedicaron ánimos a la campeona olímpica.
Para la deportista, no parecía tanto un recuerdo triste, sino más bien como una nostalgia bonita, como dijo Ramonchu. Pues para ella y para muchos españoles y españolas, este programa está lleno de emoción y de recuerdos. Muchos han compartido numerosos momentos frente a la televisión, en esas noches de verano donde el Grand Prix se comentaba en familia. Como ha hecho Carolina, lo mejor es recordarlas con cariño.