La mayoría de historias de los 4F exploran el concepto de la familia y la dinámica que existen entre los cuatro personajes que la componen. Es algo que se prevé en la próxima película del equipo, que se estrena este julio de 2025. Son pocas las obras donde esto no es así. Sin embargo, hay un cómic de los Cuatro Fantásticos donde no sólo se rompe con esta temática. También se les da un enfoque oscuro, bajo la lente de psicología de Freud, y desafiando todos los arquetipos que tenían hasta la fecha.
El cómic de los Cuatro Fantástico que rompe con todos sus estereotipos
Si algo caracteriza a la primera familia de Marvel, es su aspecto clásico y su inconfundible química familiar. El equipo formado por Reed Richards, Sue Storm, Johnny Storm y Ben Grimm suele tener una buena sintonía y un tono tan cercano como lúcido. Pero en la novela gráfica 1234, de Grant Morrison y Jae Lee, todo eso se desvanece y se deja espacio a un ambiente mucho más oscuro.
El cómic reimagina el origen del grupo tras la exposición a los rayos cósmicos que les otorga sus poderes. Su villano por antonomasia, el Doctor Doom, hace de catalizador de conflictos mientras juega con las mentes de cada uno de los miembros de los 4F. Es un tebeo crudo, realmente oscuro y profundo, donde los personajes lo pasan realmente mal a nivel psicológico.
Uno de los momentos más destacados es la infidelidad de Sue Storm con Namor, a espaldas de Reed, al no sentirse muy valorada. El líder del grupo pasa buena parte del tebeo en su propia batalla intelectual, dando la espalda a su familia. Johnny no es capaz de madurar, llevando a su vida al caos. Y la existencia de Ben se vuelve aún más amarga al darle vueltas a su irreversible transformación en La Cosa.
El legado del cómic 1234
El sombrío y oscuro dibujo de Jae Lee refuerza este sentimiento, con expresiones y composiciones complejas y expresionistas. Así, la historia se vuelve muy opresiva tanto para los personajes como para el lector. Por su parte, Morrison realiza esta introspección freudiana para lograr la profundidad que buscaba, aunque rompiera con los esquemas habituales de un cómic de los Cuatro Fantásticos.
Aunque en su día no se vendió tanto como otros títulos, y causó cierta polémica entre fans por su contraste y sus decisiones polémicas, el legado de la obra es innegable. Autores posteriores como Hickman, Slott o Bendis terminaron haciendo uso de las oscuras tensiones en Sue y Reed (y en su propio matrimonio) en sus etapas. El enfoque imperfecto de los héroes y la deconstrucción de los mismos viene siendo tendencia en los últimos años de la editorial, en obras como el Inmortal Hulk o la Visión.
Además, aunque Cuatro Fantásticos: Primeros pasos ofrezca una visión muy clásica del equipo en apariencia, no es descartable que en algún momento de la película, o en el futuro inmediato de la familia, se exploren las fracturas entre sus miembros con cierto tono psicológico. Quizá sin la crudeza de 1234, pero sí bajo un foco de análisis interesante.