El cine no solo refleja la sociedad, sino que también tiene el poder de transformarla. A lo largo de los últimos años, las películas feministas han servido como un espejo en el que se proyectan las luchas, aspiraciones y desafíos de las mujeres en distintas épocas y contextos. A través de narrativas poderosas y personajes complejos, estas historias han cuestionado los roles tradicionales, denunciado injusticias y abierto el camino para nuevas perspectivas sobre la igualdad de género. En un momento en el que el 8M se ha convertido en un símbolo de resistencia y cambio, el cine se presenta como una herramienta clave para repensar el significado de esta fecha y su impacto en la sociedad.
Las películas feministas no solo hablan de mujeres, sino que construyen relatos en los que la mirada femenina es protagonista, desafiando estereotipos y ofreciendo representaciones más auténticas y diversas. Desde historias inspiradas en hechos reales hasta ficciones que exploran la identidad, la sororidad o la lucha por los derechos, cada una de estas obras aporta una pieza fundamental al debate sobre el feminismo y la equidad. En un mundo donde la cultura sigue desempeñando un papel crucial en la percepción de la mujer, estos filmes se convierten en una invitación a reflexionar sobre las barreras que aún persisten y los avances logrados en la búsqueda de una sociedad más justa.
Con el 8M como telón de fondo, revisitar algunas de las películas feministas más impactantes puede ser un ejercicio revelador. Más allá del entretenimiento, el cine tiene la capacidad de interpelar, de emocionar y de generar conciencia. Cada historia, cada personaje y cada diálogo nos confrontan con realidades que muchas veces pasan desapercibidas, pero que son fundamentales para comprender la importancia del feminismo en la actualidad. A través de estas obras, es posible no solo celebrar el camino recorrido, sino también entender por qué la lucha por la igualdad sigue siendo una necesidad urgente en nuestra sociedad.
‘Una joven prometedora’ (2020)
Una joven prometedora (2020), dirigida por Emerald Fennell, es una de las películas feministas más impactantes de los últimos años. Con una propuesta audaz y una estética vibrante que contrasta con la oscuridad de su historia, la película se sumerge en la venganza como respuesta al trauma. Explora las consecuencias del abuso y la impunidad que rodea a los agresores. Carey Mulligan da vida a Cassie, una mujer marcada por un evento trágico en su pasado que la lleva a ejecutar un plan meticuloso para exponer la complicidad del sistema en la violencia de género. A través de una narrativa que desafía las convenciones del thriller y el drama, la película obliga al espectador a cuestionar su propia percepción sobre la justicia y el consentimiento. Un golpe directo a la cultura de la violación.

Fotograma de la película ‘Una joven prometedora’ (2020) | Focus Features
Más allá de su carga emocional y su incisiva crítica social, Una joven prometedora redefine lo que significa ser una de las grandes películas feministas de la actualidad. Su historia no busca ofrecer respuestas fáciles ni redimir a sus personajes. Más bien, lanza una advertencia incómoda sobre los peligros de ignorar el machismo estructural y los mecanismos que perpetúan el abuso. La película invita a reflexionar sobre el rol de las mujeres en la sociedad y sobre la responsabilidad colectiva en la lucha contra la violencia de género. Con un desenlace que desarma cualquier expectativa y deja una sensación de inquietud, la obra de Fennell es una pieza fundamental del cine contemporáneo que obliga a mirar de frente una realidad que muchas veces se prefiere ignorar.
‘Black Box Diaries’ (2024)
Black Box Diaries (2024) es un documental dirigido por Shiori Itō que narra su propia experiencia como víctima de agresión sexual en Japón. La película documenta su lucha por justicia tras ser violada en 2015 por Noriyuki Yamaguchi, un famoso periodista con conexiones políticas de alto nivel. Eso incluyó al entonces primer ministro Shinzo Abe. A pesar de las pruebas contundentes, como imágenes de cámaras de seguridad que mostraban a Yamaguchi llevándola inconsciente a un hotel, las autoridades inicialmente desestimaron su caso. Eso llevó a Itō a hacer pública su historia y convertirse en una figura central del movimiento #MeToo en Japón.

Fotograma del documental ‘Black Box Diaries’ (2024) | Spark Features
El documental ha sido aclamado internacionalmente por su valentía y profundidad. Obtuvo una nominación al Oscar al Mejor Largometraje Documental en la reciente edición de los premios. Sin embargo, su estreno en Japón se enfrentó a obstáculos significativos. Cuestiones legales y controversias relacionadas con el uso de material confidencial en la película han generado debates sobre la privacidad y la libertad de expresión en el país. A pesar de estos desafíos, Black Box Diaries destaca como una obra crucial que expone las deficiencias del sistema judicial japonés en casos de violencia sexual y subraya la importancia de la resiliencia y el activismo en la búsqueda de justicia.
‘El escándalo’ (2019)
El escándalo (2019), dirigida por Jay Roach, es una de esas películas feministas que ponen en evidencia el poder del cine para denunciar los abusos de poder y la cultura del silencio que los rodea. Basada en hechos reales, la película reconstruye el escándalo que sacudió a la cadena Fox News cuando varias mujeres, encabezadas por Gretchen Carlson (Nicole Kidman) y Megyn Kelly (Charlize Theron), decidieron enfrentarse a Roger Ailes, el todopoderoso director de la cadena, por acoso sexual. A través de una narrativa tensa y un guion que desentraña los mecanismos de manipulación y miedo en los entornos laborales dominados por hombres, la película retrata el coste personal y profesional que conlleva alzar la voz contra el machismo institucionalizado.

Fotograma de la película ‘El escándalo’ (2019) | Lionsgate
Más allá del caso específico que aborda, El escándalo funciona como un testimonio del impacto del movimiento #MeToo y de la importancia de la sororidad en la lucha contra la impunidad. Su mayor fortaleza radica en la forma en que humaniza a sus protagonistas. Muestra sus dudas, contradicciones y temores, en lugar de presentarlas como heroínas inquebrantables. En este sentido, se suma a la lista de películas feministas que, más que ofrecer un discurso complaciente, buscan abrir un debate sobre la forma en que el sistema protege a los agresores y desacredita a las víctimas.