Durante décadas, los grandes festivales de música han reproducido una lógica de cartel dominada por hombres, en la que las mujeres apenas aparecían en la letra pequeña. Aunque las listas de éxitos, las redes sociales y las plataformas de streaming han demostrado el tirón comercial y cultural de las artistas femeninas, ese poder no siempre se ha traducido en una representación equitativa sobre los escenarios más prestigiosos del mundo. No ha sido hasta los últimos años cuando la industria ha empezado a escuchar, no sin resistencia, las demandas de un público que pide diversidad, inclusión y paridad real.
El auge de figuras femeninas como Beyoncé, Rosalía, Billie Eilish, Taylor Swift o Lana Del Rey —cada una desde una estética y un sonido propio— ha demostrado que el pop ya no es un producto fabricado exclusivamente por y para hombres. Las mujeres han recuperado su centralidad como compositoras, intérpretes y productoras, explorando desde discursos abiertamente políticos y feministas hasta nuevas formas de intimidad, deseo o ruptura. En los márgenes y en el mainstream, sus voces resuenan más que nunca, marcando el pulso del presente cultural.
En este contexto de cambio, festivales como el Primavera Sound han decidido apostar con decisión por un cartel más representativo. La edición de este año, con Charli XCX, Chappell Roan y Sabrina Carpenter como cabezas de cartel, no solo consolida esa apuesta, sino que sitúa a estas tres artistas como emblemas de una nueva era del pop: arriesgada, diversa y liderada por mujeres que rompen moldes. Este evento, celebrado en el Parc del Fòrum de Barcelona del 5 al 7 de junio, ha demostrado que el pop contemporáneo liderado por mujeres no solo es relevante, sino también profundamente transformador.

Charli XCX: la arquitecta del pop del siglo XXI
Charli XCX, quien cerró la jornada del jueves con su espectáculo “Sweat” junto a Troye Sivan, ha consolidado su posición como una de las artistas más innovadoras del pop actual. Con una carrera que desafía las convenciones del género, Charli ha sido una fuerza impulsora en la redefinición del sonido pop, incorporando elementos de la música electrónica y experimental. Su presencia en el Primavera Sound reafirma su estatus y celebra su capacidad para reinventar constantemente su arte.
Chappell Roan: la nueva voz del pop queer
Chappell Roan, quien actúa el 7 de junio en el escenario Estrella Damm, ha emergido como una figura destacada en la escena musical por su enfoque audaz y auténtico. Su álbum The Rise and Fall of a Midwest Princess y éxitos como Good Luck, Babe! han resonado profundamente, acumulando más de 1.500 millones de reproducciones. Roan combina una estética teatral con influencias drag y una narrativa que aborda abiertamente temas de identidad y deseo, desafiando las normas tradicionales del pop y ofreciendo una representación significativa para la comunidad LGBTQ+.
Sabrina Carpenter: del estrellato juvenil a la madurez artística
Sabrina Carpenter, quien encabeza la noche del 6 de junio en el escenario Revolut, ha demostrado una evolución notable desde sus inicios en la televisión hasta convertirse en una artista pop madura y versátil. Su capacidad para conectar con el público a través de letras introspectivas y melodías pegajosas ha consolidado su lugar en la industria musical. La actuación de Carpenter en el Primavera Sound subraya su crecimiento artístico y su compromiso con la autenticidad.
Un festival comprometido con la equidad de género
Desde 2019, el Primavera Sound ha sido pionero en la promoción de la paridad de género en sus carteles, siendo el primer gran festival en lograr una programación equilibrada en términos de género. La edición de 2025 refuerza este compromiso, presentando un cartel que celebra la diversidad y la inclusión, con una presencia significativa de artistas femeninas y de la comunidad LGBTQ+.
Sin embargo, el camino hacia la equidad total en la industria musical aún enfrenta desafíos. A pesar de los avances, muchos festivales continúan mostrando una representación desproporcionada de artistas masculinos. El ejemplo del Primavera Sound destaca la importancia de una programación consciente y equitativa, sirviendo como modelo para otros eventos en todo el mundo.
Más y más mujeres
El elenco femenino del festival no se detiene en su trío de grandes nombres. A él se suman figuras de enorme magnetismo como FKA Twigs, que lleva su particular alquimia de trip-hop, R&B y electrónica a un nuevo nivel, envuelta en atmósferas oscuras y seductoras. Cassandra Jenkins, con su pop sereno y adulto, posee una de las voces más hechizantes del cartel, al igual que Zaho de Sagazan, la gran revelación de la nueva chanson francesa con tintes electrónicos. Desde Gales, Kelly Lee Owens propone un viaje sonoro donde su voz, casi susurrada, se pierde entre sintetizadores que transitan del techno al drum & bass. Momma, con su indie-rock de espíritu noventero liderado por dos mujeres, demuestra que esa década sigue marcando tendencia.
Desde Alabama, Waxahatchee despliega un repertorio cargado de folk, rock y aires country, donde su voz cristalina brilla sin artificios. El trío Dehd, en cambio, apuesta por un indie-pop sin complicaciones, donde guitarras limpias y punteos precisos protagonizan canciones tan frescas como soleadas. Haim, con su pop-rock sofisticado, evolucionan hacia un sonido más cercano al R&B en su último single. Beach House, eternamente etéreos, regresan con su característico dream pop: música de ensoñación suspendida en el aire. En el ámbito nacional, destacan Judeline y Amaia, que representan con fuerza la escena española contemporánea. Completan esta nómina de imprescindibles la icónica Kim Deal (ex Pixies), reinventada con el delicado álbum Nobody Loves You More, y Cat Power, que ofrecerá un homenaje en directo a Bob Dylan, en uno de los momentos más esperados del festival.