El manejo de drones aéreos es una incorporación desde hace muy poco tiempo al Ejército de Aire. Y, por fin, una mujer ha demostrado que esta tampoco es un área que ellas no puedan dominar.
Se trata de la teniente Marta Escudero, quien este verano se convirtió en la primera mujer de este Ejército que pilota drones de largo alcance y gran tamaño. En términos especializados, de sistemas aéreos no tripulados (V1N). Conoce su trayectoria y qué significa este hito para las Fuerzas Armadas españolas.
Marta Escudero,

Marta Escudero Pina es una de las pilotos de drones más brillantes del Ejército. Su padre y su hermano también son militares, y fue al ver ingresar al segundo en la Academia General Militar de Zaragoza cuando ella decidió emprender la vida castrense.
Curiosamente, y según cuenta a La Gaceta de Salamanca, ahora está cumpliendo dos sueños: ser docente y ser militar.
En el año 2016, ingresó en la Academia General del Aire y del Espacio, en San Javier (Murcia). Allí completó cuatro años de formación tanto militar como universitaria. Y llegado el quinto año, realizó la especialización de transporte aéreo en el Grupo de Escuelas de Matacán (GRUEMA).
Una vez se graduó, Escudero Pina fue destinada al Ala 48, donde operó el avión D4-VIGMA (CN-235). Su labor principal fue la de vigilancia marítima, junto a la búsqueda y rescate.
Después, se le envió de vuelta a San Javier y se le asignó como profesora en la Academia General del Aire.
Y, actualmente, además de su labor con los drones, es docente en la Escuela Militar de UAS (Unmaned Aircraft System) del GRUEMA. Allí, aporta sus amplios conocimientos y experiencias a los cadetes.
El hito de ser la primera mujer piloto de drones especializados del Ejército del Aire

En ese tiempo, Marta obtuvo el curso de Operador Tipo II de Sistemas Aéreos no Tripulados Clase III (categoría HALE-MALE: High and Medium Altitude Long Endurance).
Este le capacitó en la teoría y en la práctica para pilotar drones de gran tamaño y larga distancia, siendo la primera mujer del Ejército del Aire y del Espacio en conseguirlo. Superó la formación este mismo julio de 2025.
Concretamente, puede operar dispositivos de más de 600 kilos de peso, y vuelos de más allá del alcance visual del operador del sistema (en términos técnicos, BVLOS, Beyond Visual Line Of Sight). Sólo los oficiales y suboficiales en posesión de título de piloto militar pueden acceder a este curso.
Una acción muy concreta con uno de estos drones la tuvo en su experiencia en la Operación Atalanta, de la Unión Europea. Esta se lleva a cabo en Yibuti, contra la piratería en el océano Índico y el área del denominado Cuerno de África.
En dicha misión, de acuerdo con la propia teniente Escudero, detectar una embarcación asaltada por piratas. Algo que parece “surrealista, pero que sigue ocurriendo”.
Ahora, con este título, participa en misiones ISR (inteligencia, vigilancia y reconocimiento), en vigilancia marítima, en identificación y asignación de objetivos… Además, en un futuro próximo tendrá que aprender un nevo aspecto, pues los drones del Ejército del Aire y del Espacio tendrán capacidad de ataque.
Reconoce que su vida es muy sacrificada, pero que con “constancia y pasión, se logra” adoptar la mentalidad necesaria.
Sobre esta compleja labor y su nuevo hito, Marta espera poder “contribuir a normalizar la presencia de la mujer en las Fuerzas Armadas y servir también de referencia”.
Además, pide a las y los jóvenes que “luchen por lo que quieren, confíen en sus capacidades y no se dejen llevar por prejuicios o estereotipos”.

