El deporte femenino ha roto récords de audiencia, asistencia y reconocimiento, sobre todo con la reciente Eurocopa 2025. Pero en muchas disciplinas, todavía se juega con desventaja.
Un reciente estudio de IDA Sports ha puesto sobre la mesa un problema tan invisible como constante. La mayoría de las botas que usan las jugadoras están diseñadas para pies masculinos. El 89% de las deportistas encuestadas sufre dolor durante la práctica y un 45% localiza ese malestar en la zona del primer metatarsiano. No se trata solo de incomodidad; el diseño inadecuado aumenta el riesgo de lesiones y limita el rendimiento.
El estudio: diseño inadecuado y riesgo físico
Para esta investigación, la marca escaneó casi 1000 pies y encuestó a 330 jugadoras, principalmente de rugby. Las conclusiones son claras: el calzado disponible no se ajusta a la anatomía femenina.
La presión se concentra en zonas que no deberían soportarla y la distribución de los tacos responde a la biomecánica masculina, más estrecha y con distinta forma de arco plantar. Muchas deportistas recurren a modificar sus botas de forma artesanal, limando tacos o añadiendo plantillas para reducir molestias.
Anatomía y estigma de género
Las diferencias entre un pie masculino y uno femenino no son menores: las mujeres suelen tener empeines y antepiés más anchos, talones más estrechos y arcos más marcados. Sin embargo, gran parte de la industria utiliza “lats” (moldes de fabricación) masculinos para todos sus modelos. Esto repercute en la comodidad, en la salud y envía un mensaje implícito: el cuerpo femenino no se ha tenido en cuenta en el desarrollo del producto.
Consecuencias visibles e invisibles
El dolor continuado por un calzado inadecuado puede derivar en lesiones como fracturas por estrés, esguinces o problemas de rodilla. A nivel emocional, obliga a muchas jugadoras a normalizar la incomodidad como parte inevitable de competir. En este sentido, perpetua una cultura en la que la adaptación recae siempre en ellas.
Primeras respuestas de las marcas
IDA Sports ha lanzado modelos diseñados específicamente para mujeres, con suela, plantilla y taco adaptados. Además, Adidas ha presentado recientemente los tacos F50Sparkfusion. Se trata del resultado de una década de recolección de datos y la participación directa de jugadoras como Linda Caicedo y Vicky López.
she stands on business. 💪 💼⚽️
introducing Stellar Icon – Trinity is wearing the F50 with mid-cut collar, designed specifically for female athletes. available now 🔗 pic.twitter.com/wku1GxQ3Z8— adidas Football (@adidasfootball) August 14, 2024
Su diseño prioriza estabilidad, velocidad y menor riesgo de lesiones, marcando un punto de inflexión en el calzado técnico femenino. Por otro lado, Puma y Nike han lanzado modelos con estudios de pisada específicos para mujeres, aunque en la mayoría de catálogos los diseños siguen siendo minoritarios frente a los masculinos.
Más casos y más pruebas
El Mundial Femenino de Fútbol de 2023 ya expuso que muchas jugadoras sufrían ampollas y dolores crónicos por botas inadecuadas. Incluso selecciones con alto presupuesto reconocieron que, hasta entonces, nunca habían trabajado con modelos diseñados exclusivamente para sus futbolistas.
Nike presentó los Phantom Luna, un zapato pensado y diseñado para mujeres. La principal innovación de este modelo está en la suela, que presenta un nuevo patrón de tracción en la punta conocido como Nike Cyclone 360 que permitirá movimientos más ágiles y precisos. pic.twitter.com/avZKgzb3HM
— abcdefutbol (@abcdefutbol) June 7, 2023
De la misma forma ocurrió en el rugby. La Federación Inglesa inició un programa piloto para entregar a sus jugadoras botas adaptadas, con resultados positivos en reducción de lesiones y mejoras en la estabilidad de la pisada.
Por qué importa ahora
El crecimiento del deporte femenino está atrayendo nuevos patrocinios y audiencias. No garantizar que las jugadoras compitan con las mismas condiciones técnicas que los hombres supone desperdiciar ese impulso y frenar su potencial. El calzado es solo un ejemplo, pero uno que toca la base física de cualquier disciplina: el apoyo, el equilibrio, la tracción y la seguridad.
El machismo se esconde en las botas
En definitiva, el dolor físico que siente una deportista por un calzado no adaptado no es un accidente ni una impresión personal. Se corresponde con un síntoma del desajuste entre las estructuras patriarcales del deporte y las necesidades reales del cuerpo de las mujeres.
El estudio de IDA Sports revela que el machismo puede esconderse también en los objetos: en este caso en unas botas. El desafío ya no consiste solo en ganar, sino en diseñar el juegos desde sus raíces. Con todo ello, el deporte femenino merece ser pensado y construido a su medida.