CHAMPIONS LEAGUE

Prueba de fuego europea: el Real Madrid se examina en Champions ante el Eintracht

El billete a la fase de grupos de la Champions se juega entre la confianza alemana y la reconstrucción blanca.

El Stadion am Brentanobad se vestirá de gala este jueves 11 de septiembre a las 19:00 horas para acoger una de esas noches que pueden marcar una temporada. El Eintracht Frankfurt Femenino recibe al Real Madrid en la ida de la tercera ronda previa de la UEFA Women’s Champions League, un duelo cargado de tensión y expectativas. No es un partido más: sobre el césped estará en juego nada menos que el billete a la fase de grupos de la máxima competición continental, un objetivo que define el presente y el futuro inmediato de ambos proyectos.

Dos realidades opuestas

El Eintracht Frankfurt aterriza en esta eliminatoria en plena ebullición. El conjunto dirigido por Niko Arnautis no pudo arrancar mejor la Bundesliga femenina: goleada por 5-0 ante el Essen, un triunfo que les coloca en lo más alto de la tabla y que, más allá de los tres puntos, dispara la moral del vestuario antes de medirse al Real Madrid. Los tantos de Nicole Anyomi, Geraldine Reuteler (doblete), Amanda Ilestedt y Remina Chiba reflejan la riqueza ofensiva de un equipo capaz de dañar desde distintas zonas del campo. No solo las veteranas tiran del carro: varias de las incorporaciones veraniegas han encajado de inmediato, reforzando la idea de que el Eintracht está preparado para dar un salto competitivo en Alemania y en Europa. Con jugadoras de jerarquía como Laura Freigang y el empuje de nuevas caras como Ilestedt o Raso, las alemanas llegan a la cita con confianza, ritmo y contundencia en sus argumentos.

El Eintracht llega a su primer partido de Champions después de haber goleado 5-0 al Essen en la liga alemana

Muy distinta es la situación del Real Madrid, que aterriza en Frankfurt entre dudas y con la necesidad de reaccionar tras un empate y una derrota en la Liga F. El equipo blanco vive una etapa de transición bajo la batuta de Pau Quesada, relevo de Alberto Toril en el banquillo, y aún no ha encontrado la regularidad en el arranque de la Liga F. En la primera jornada, las madridistas no pasaron del empate (2-2) contra el recién ascendido DUX Logroño, salvadas in extremis gracias a un gol de Signe Bruun en el descuento. Una semana más tarde, en su primer gran test, sucumbieron por 2-1 en el derbi frente al Atlético de Madrid, un duelo condicionado por la expulsión de la propia Bruun y por la fragilidad defensiva del equipo.

Dos partidos que dibujan un Madrid aún en construcción, con incorporaciones de renombre como Sara Däbritz o Merle Frohms por integrar y con la necesidad urgente de dar con un estilo reconocible. Las blancas siguen dependiendo del talento individual de piezas como Alba Redondo, Athenea del Castillo o Bruun para generar ocasiones, pero el reto en Europa exige mucho más que destellos puntuales. El viaje a Frankfurt se presenta, por tanto, como una auténtica prueba de carácter: demostrar si este Madrid, todavía en obras, es capaz de competir en un escenario de máxima exigencia continental.

Dos plantillas reforzadas

El Eintracht ha movido ficha en el mercado estival y lo ha hecho con acierto. A un bloque que ya había demostrado ser competitivo se suman futbolistas de peso internacional, capaces de elevar el nivel del equipo en todas las líneas. La llegada de Amanda Ilestedt, central de jerarquía y con capacidad goleadora en jugadas a balón parado, aporta solidez atrás; mientras que la sueca Rebecka Blomqvist refuerza el frente de ataque con su olfato y movilidad. También destaca la incorporación de la australiana Hayley Raso, extremo de vértigo y desborde, y de la centrocampista Erëleta Memeti, llamada a dar equilibrio en la medular.

El Real Madrid ha reforzado su plantilla, pero aún no ha dado con la clave dela victoria en Liga
@realmadridfem

Estas piezas se suman a referentes ya consolidadas como la capitana Laura Freigang, líder y máxima exponente ofensiva; la veloz Nicole Anyomi, clave en las transiciones rápidas; o la suiza Geraldine Reuteler, que atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera. En la portería, la joven Sophia Winkler, fichada del Essen, representa una apuesta de presente y futuro: talento emergente con la responsabilidad de custodiar un arco de exigencia europea. El resultado es una plantilla profunda, variada y preparada para competir contra cualquiera.

En el otro lado, el Real Madrid encara una temporada de transición marcada por cambios dolorosos en la plantilla. Salidas como las de Olga Carmona, Caroline Møller o Mylène Chavas han dejado un vacío en posiciones clave, pero el club respondió con fichajes de renombre que buscan mantener viva la ambición continental. La alemana Sara Däbritz, con experiencia contrastada en Champions, llega para aportar jerarquía y visión en el centro del campo; mientras que su compatriota Merle Frohms, guardameta de la selección alemana, aterriza para reforzar una portería que pedía seguridad. A ellas se suma la joven sueca Hanna Bennison, una de las grandes promesas del fútbol escandinavo, destinada a crecer en un entorno competitivo.

En ataque, las esperanzas merengues se apoyan en una delantera de garantías: la campeona de Europa Alba Redondo, máxima goleadora del Real Madrid en la pasada Liga F, comparte frente ofensivo con la danesa Signe Bruun, referencia aérea y oportunista en el área. A su lado, la electricidad y verticalidad de Athenea del Castillo completan un tridente con potencial para intimidar a cualquiera. No obstante, la combinación todavía necesita rodaje para convertirse en una maquinaria fiable: la calidad está, pero falta consistencia para que las individualidades se transformen en un bloque capaz de imponerse en Europa.

Duelo táctico y psicológico

Más allá de los nombres propios, el choque se perfila como un verdadero duelo de estilos. El conjunto alemán apuesta por un fútbol directo y vertical, apoyado en bandas muy activas y en una presión alta que incomoda la salida rival y genera numerosas ocasiones. Esto convierte al Eintracht en un equipo tan incómodo como peligroso cuando encuentra espacios.

El Madrid, en cambio, aún busca su identidad bajo la pizarra de Pau Quesada. Su idea pasa por un juego más combinativo, con Däbritz y Sandie Toletti como brújulas en la medular, intentando dar fluidez y controlar los tiempos del partido. Sin embargo, la asignatura pendiente sigue siendo la solidez defensiva: los dos primeros encuentros de la Liga F dejaron al descubierto una zaga vulnerable, a menudo desajustada ante ataques verticales.

La eficacia en las áreas será uno de los factores determinantes de la eliminatoria. El Eintracht ha demostrado que no necesita demasiadas ocasiones para convertir, mientras que el Real Madrid ha tenido problemas para mantener la portería a cero.

A todo ello se suma la dimensión emocional. Las alemanas se sienten fuertes en casa, arropadas por su afición y con la confianza que da un inicio arrollador en liga. Las blancas, en cambio, llegan obligadas a sobreponerse a la presión del escenario, demostrar carácter y evitar que la eliminatoria quede prácticamente sentenciada antes de la vuelta en Valdebebas. En este pulso, el componente mental puede ser tan importante como el táctico.

Mucho en juego

Aunque la temporada acaba de comenzar, este duelo ya tiene tintes decisivos para ambos proyectos. Para las alemanas, acceder a la fase de grupos de la Champions significaría consolidar su estatus en la élite europea y validar las inversiones realizadas durante el mercado estival. Para el Real Madrid, lograrlo es casi una obligación: no conseguirlo supondría un retroceso deportivo y un golpe a sus aspiraciones de consolidarse entre los grandes del continente.

Se espera un partido abierto y lleno de alternativas, con el Eintracht partiendo con la ligera ventaja de su excelente estado de forma y del factor campo, que históricamente ha sido un aliado en Europa. Pero el conjuno blanco cuenta con calidad individual suficiente para cambiar el rumbo en cualquier momento. El acierto de Alba Redondo, Athenea del Castillo o Sara Däbritz será clave para equilibrar la balanza, mientras que Laura Freigang, Nicole Anyomi y Geraldine Reuteler buscarán capitalizar la inercia positiva del conjunto alemán.

La cita promete emoción y tensión desde el primer minuto. Será la primera batalla de una eliminatoria que podría marcar el rumbo de la temporada para ambos clubes, con la Champions como escenario y la necesidad de imponer carácter y fútbol en igual medida. Cada detalle, cada acción, puede resultar determinante, y la tensión en el Brentanobad será tan intensa como las expectativas que se han generado alrededor de este enfrentamiento.