Adjudicaciones en Defensa

El Estado, el mejor autocontratista: Indra multiplica por cuatro la inversión de SEPI

Los 6.515 millones en créditos de defensa consolidan el doble papel del Estado como contratista y beneficiario. Con un 28% del capital, SEPI acumula plusvalías latentes superiores a los 1.500 millones

Belén Gualda es la presidenta de SEPI, primer accionista de Indra con un 28% del capital.
Kiloycuarto.

El refrán “la banca siempre gana” bien podría ajustarse al “Estado siempre gana” en el marco de las inversiones multimillonarias en defensa. Tal y como se esperaba, Indra obtuvo anteayer una concesión histórica de 6.515 millones de euros en préstamos a tipo cero. Se trata de la prefinanciación para el desarrollo de las nuevas capacidades en programas de defensa y seguridad, con el fin de cumplir con el mínimo del 2% exigido por la OTAN. La reacción del mercado no se hizo esperar: las acciones de Indra se dispararon un 4,15%, alcanzando un nuevo máximo histórico de 42,20 euros. Así, su capitalización bursátil superó los 7.454,8 millones de euros.

Estos créditos han contribuido a mantener la euforia bursátil en la que está inmersa la compañía este año. Desde enero, sus acciones se han revalorizado más de un 145% -comenzaron el año en 17,20 euros-. Y en el reparto ganan todos los invitados, es decir, los accionistas. El Estado, a través de SEPI, es el primer inversor con un 28% del capital. En su caso, el hecho de haber adjudicado 18 de los 31 programas de su participada le reporta un beneficio adicional. Si a Indra le va bien, también se revaloriza su participación.

SEPI: 1.565 millones de plusvalías

SEPI llevó a cabo, en marzo de 1999, una OPV mediante la cual vendió la totalidad de su participación en Indra -un 63,30%- por unos 437 millones. En 2013, en el marco de la reestructuración de Bankia, adquirió de nuevo una participación para dar estabilidad a la compañía. En febrero de 2022, el Gobierno de Pedro Sánchez decidió reforzar su posición, elevando su presencia del 18,75% al 28% actual. Para ello, invirtió casi 174 millones (173,5 millones), con un precio medio por acción de 10,75 euros.

Con el precio de la última cotización (42,20 euros), la participación de SEPI en Indra está valorada en más de 2.087 millones. Este montante implica unas plusvalías latentes de más de 1.565 millones, considerando el precio medio al que incrementó su participación hace algo más de tres años.

Los Escribano: más de 700 millones

Javier y Ángel Escribano.
Javier y Ángel Escribano, presidentes de EM&E e Indra, respectivamente.
Kiloycuarto

En 2023, Mechanical & Engineering (EM&E) se convirtió en el segundo accionista de Indra tras comprar un 8% del capital a un precio medio de 12,36 euros. Esta inversión ha multiplicado por 3,4 veces su valor, generando plusvalías de 421,7 millones. Posteriormente, el 5 de diciembre de 2024, los hermanos Ángel y Javier Escribano reforzaron su posición en la compañía, invirtiendo alrededor de 190 millones para alcanzar el 14,3% actual. En menos de doce meses, estas acciones han aumentado su valor casi un 150%, una apuesta rentable con la que ya han recuperado su desembolso inicial gracias a lasplusvalías. En total, acumulan más de 701 millones de ganancias. 

Su presencia en la compañía se canaliza a través de su empresa familiar, Escribano Mechanical & Engineering (EM&E). Con el cierre bursátil de ayer, el valor de su participación supera los mil millones. Para los Escribano esta valoración no es baladí; previsiblemente, antes de que finalice el año, culminará la operación de fusión con su empresa familiar.

De hecho, Indra ha conseguido dos de las mayores prefinanciaciones en programas de Defensa. En concreto, se ha adjudicado más de 3.000 millones en UTE con EM&E para el desarrollo del sistema de obús autopropulsado sobre ruedas (1.181 millones) y sobre cadenas (1.821 millones).

Los otros accionistas

Entre los accionistas relevantes en Indra se encuentran también el grupo SAPA y Amber Capital. El grupo vasco SAPA Placencia desembarcó en Indra en diciembre de 2021 con la compra de un 5% que pertenecía a la familia March. La operación se realizó a un precio medio de 10,28 euros. Posteriormente, elevó su participación hasta el 7,94% actual, valorada en casi 600 millones (591,9 millones).

Josep Oughourlian, presidente de Prisa.
Prisa.

Por su parte, Amber Capital, vehículo inversor de Joseph Oughourlian, presidente de Grupo Prisa, posee un 7,24% del capital. Como el resto de los accionistas, también acumula importantes plusvalías. En su caso, entró en Indra a mediados de junio de 2022 como aliado de SEPI en la remodelación del consejo, con un desembolso próximo a los 130 millones. Su paquete accionarial roza actualmente los 540 millones.

El último inversor relevante aterrizar en Indra es David Elliot Shaw, científico millonario que afloró una participación del 3,5% a través de instrumentos financieros. Hasta la fecha se desconoce si esta posición es a título propio o en representación de terceros.

Pendientes de la fusión

El consejo de administración de Indra, que se celebrará previsiblemente el próximo 28 de octubre, analizará el informe sobre la operación de fusión, encargado por la comisión creada específicamente dentro del órgano de gobierno ante el conflicto de interés existente. Ambas partes han recurrido a un amplio asesoramiento externo. Indra cuenta con el apoyo de AZ Capital, Goldman Sachs, Latham & Watkins, Morgan Stanley o PwC; mientras que Escribano se apoya en JP Morgan, Santander o Linklaters.

El fondo de la operación es la valoración de EM&E. Con las nuevas adjudicaciones, que garantizan una carga de trabajo significativa para la próxima década, la compañía que preside Javier Escribano vale hoy más que la semana pasada. ¿Cuánto? Esto es en lo deben determinar las partes para alcanzar un punto de encuentro y cerrar la operación, que previsiblemente se articulará mediante una ampliación de capital. Si es opta por esta fórmula el resto de accionistas -incluida la SEPI- verán diluida su participación.

Potencial

El valor de EM&E será, por tanto, el punto de equilibrio de una operación que puede alterar el reparto de poder en Indra. Mientras el consejo analiza los términos de la fusión, el mercado sigue premiando el rumbo de la compañía. La gestora Bestinver destacaba que no ve techo en el valor: “Ha pasado de ser una tecnológica de segunda a una compañía de defensa de primera línea”, señalaba Ricardo Seixas, especialista en cotizadas ibéricas de la firma. “Seguimos pensando que es un buen momento para entrar en una compañía que entra de lleno en el sector de defensa”, añadió. Una visión que, por ahora, refleja el sentir del mercado: Indra sigue atrayendo la inversión como campeón nacional del sector de la defensa.