El Gobierno ha confirmado que trabaja en un nuevo modelo de jubilación reversible. Un concepto que pretende reemplazar el actual sistema de jubilación flexible y que permitiría a los pensionistas volver al mercado laboral con menos trabas y mayores incentivos. El anuncio lo ha realizado el secretario de Estado de la Seguridad Social, Borja Suárez, durante su comparecencia ante el Congreso. Allí ha adelantado que el Ejecutivo estudia un cambio normativo de calado en las condiciones de retiro.
El objetivo de esta jubilación reversible es que los jubilados que así lo deseen puedan reincorporarse a la actividad laboral sin los actuales límites legales, considerados por el propio Gobierno como “muy restrictivos” y “poco atractivos”. Según ha explicado Suárez, el Ministerio ya trabaja en este nuevo modelo, aunque de momento no ha ofrecido detalles concretos sobre cómo funcionará ni qué tipo de incentivos se establecerán.
¿Qué es la jubilación reversible?
A diferencia de la jubilación flexible actual —que permite compatibilizar parte del cobro de la pensión con un trabajo a tiempo parcial—, la jubilación reversible abriría la puerta a que un jubilado regrese al trabajo de forma más plena y sencilla. El Gobierno busca eliminar barreras administrativas y legales que hoy hacen poco viable esa vuelta al mercado laboral, salvo en casos muy concretos.

La idea, explican desde la Seguridad Social, es facilitar el reingreso a la actividad económica de aquellas personas mayores que quieran seguir trabajando por razones económicas, vocacionales o de utilidad social. Esta jubilación reversible se complementaría con otros modelos ya existentes. Es el caso de la jubilación activa o la demorada, que premian a quienes retrasan su retiro o lo compatibilizan con actividad laboral.
Incentivos sí, pero aún sin definir
Uno de los elementos clave para entender el alcance de la jubilación reversible es el sistema de incentivos que se aplicará. Desde el Gobierno se habla de “premios” para aquellos que decidan regresar a la vida laboral tras haber accedido a una pensión. Pero todavía no se ha especificado si esos incentivos serán fiscales, salariales o en forma de mejoras en la cuantía de la pensión.
La ambigüedad del anuncio ha generado cierto escepticismo entre expertos y asociaciones de pensionistas. Muchos se preguntan si esta jubilación reversible será verdaderamente voluntaria y beneficiosa para el trabajador. O si terminará siendo una fórmula encubierta para paliar el deterioro financiero del sistema público de pensiones.

La Seguridad Social ha reconocido abiertamente que la legislación actual no favorece la vuelta de los jubilados al trabajo. Y eso, según su criterio, supone un desperdicio de talento, experiencia y capital humano. En ese contexto, la jubilación reversible busca convertirse en una solución estructural que aporte flexibilidad y dinamismo al sistema.