Compramos productos prácticamente a diario, muchas veces sin conocer del todo los derechos que tenemos como consumidores y consumidoras. Desde 2022, la legislación española cambió para extender la garantía legal de un producto de los dos a los tres años, junto a otras modificaciones.
Para evitar engaños o soluciones insuficientes, es importante conocer las garantías y cómo ejercer los derechos ante un fallo del producto o la falta de conformidad con el mismo. Conoce cómo reclamar paso a paso si tu compra resulta ser defectuosa o, simplemente, no era lo que esperabas.
Garantía de un producto: la diferencia entre la legal (3 años) y la comercial

En materia de garantías, una diferencia que no mucha gente conoce es la existente entre la legal y la comercial.
La garantía legal o de conformidad es un derecho amparado por ley. Abarca hasta tres años para los productos nuevos desde la fecha de entrega del producto. Una duración que varía en contenidos digitales (2 años) y otras excepciones.
Este tipo de garantía cubre tanto la falta de conformidad con la adquisición como los defectos de origen, ya sucedan justo tras la entrega o posteriormente. No tiene coste alguno, por lo que los gastos de envío (en caso de haberlo) y cualquier reparación o material utilizado para corregir el problema son totalmente gratuitos para el comprador.
Como detalle importante, en los primeros dos años de los tres de cobertura, el vendedor es quien debe demostrar que el defecto no existía antes de la entrega. Por el contrario, a partir del segundo año y hasta terminar el tercero, es deber del consumidor demostrar el fallo de fábrica.
Por su parte, la garantía comercial puede ofrecerse voluntariamente por parte del vendedor o fabricante. Esta nunca sustituye la legal, simplemente es un compromiso adicional. Por tanto, posee las condiciones que defina la empresa.
En caso de que la garantía comercial ofrezca condiciones más beneficiosas para el consumidor, esta prevalecerá sobre la legal. Es decir, que si esta ofrece 5 años de garantía sobre un producto, y existe un problema en el cuarto año desde la adquisición, esta será efectiva aunque haya pasado el periodo de garantía legal.
Condiciones y soluciones de reclamación si tu compra no sale bien

Respecto a la garantía legal de un producto, existe un orden jerárquico específico y establecido por ley para lograr una solución justa para ti y para el vendedor o fabricante.
1 Exige una reparación o sustitución
En primer lugar, al ejercer tu derecho de garantía de conformidad puedes solicitar la sustitución por un producto nuevo o la reparación del que compraste. Ambas deben realizarse de manera gratuita, sin inconvenientes y en un plazo de tiempo razonable (de normal, suele ser de 30 días).
Es importante saber que el vendedor puede negarse a la opción elegida en caso de ser desproporcionada con la otra o difícil de lograr. Por ejemplo, si falla un componente de un dispositivo y es más caro notablemente más caro repararlo que sustituirlo por uno nuevo.
Además, el producto de sustitución debe contar con su propia garantía de tres años. En caso de reparación, si esta se alarga, se suspende el plazo de la garantía hasta que se entregue ya reparado.
2 Recibe una rebaja de precio o resolución del contrato
En caso de que ni la reparación ni la sustitución sean posibles, o no se hayan producido de manera satisfactoria, el comprador puede optar por la rebaja del precio o la resolución del contrato (devolución del dinero) en uno de los siguientes casos:
- Fallo tras reparación o sustitución.
- Plazo excesivo.
- Negatividad o imposibilidad de reparación o sustitución.
La rebaja del precio debe ser proporcional a la diferencia entre el valor del producto conforme y el defectuoso, según recoge la ley. Asimismo, si se opta por la resolución de contrato, el reembolso será completo a excepción de que la falta de conformidad no se justifique con la suficiente importancia.
En cualquier caso, recuerda que debes conservar tu ticket, factura o comprobante de compra para comunicar de manera justificada tu disconformidad. Trata de hacerlo en el menor tiempo posible.
Ante cualquier problema, acude a la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) o a las Direcciones Generales de Consumo de las Comunidades Autónomas para interponer la correspondiente reclamación oficial.

