Infraestructuras

Los pasajeros asumirán de manera parcial en sus billetes la inversión récord de Aena

El gestor aeroportuario financiará con deuda su nuevo plan inversor de 13.000 millones. Sin embargo, podrá recuperar más del 77% a través de las tasas aeroportuarias, que posteriormente las aerolíneas repercuten en sus clientes

El nuevo plan inversor de Aena para el periodo 2027-2031, que suma 12.888 millones de euros, plantea retos inevitables. La compañía prevé financiar el proyecto con deuda, pero un 77,5% del total (casi 10.000 millones) quedará plasmada en el nuevo proyecto regulatorio DORA III (2027-2031). Su inclusión en el Documento de Regulación Aeroportuaria permitirá a la compañía recuperar el grueso de la inversión a través de las tasas a las aerolíneas. Y estas a su vez lo repercutirán a sus clientes. Es decir, serán los pasajeros de los aeropuertos españoles quienes con una subida de precios en sus billetes paguen en último término las inversiones.

Del total de la inversión, unos 3.200 millones se destinarán a la ampliación del aeropuerto de El Prat, y cerca de 4.000 se inyectarán en el aeropuerto de Barajas, entre otros aeródromos. Aún así, parte de esas actuaciones no se ejecutarán dentro del quinquenio, sino que se prolongarán hasta el siguiente periodo regulatorio (DORA IV, 2032-2036). El programa pretende satisfacer la demanda creciente en España, único estado europeo entre los cinco países con mayor tráfico aéreo del mundo hasta 2052, según un estudio del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI World).

Conflicto con Ryanair

Las previsibles subidas de las tasas debido al nuevo plan se producen en un contexto de grandes tensiones entre Aena y la aerolínea irlandesa Ryanair. La compañía de bajo coste ya acusó a la gestora de imponer tarifas aeroportuarias excesivas, particularmente en aeropuertos regionales. En consecuencia, Ryanair anunció a principios de este mes un recorte de un millón de plazas para invierno y su salida de varios aeródromos.

Desde la pandemia, las tarifas estuvieron prácticamente congeladas debido a la Disposición Transitoria Sexta de la Ley 18/2014, que limitaba la capacidad regulatoria de Aena para aumentar las tasas. Con la expiración de esas restricciones en el presente año, la gestora aeroportuaria propone una subida del 6,5% para 2026, aunque defiende que no penalizará el crecimiento del transporte aéreo ni perjudicará la competitividad.

Mirador de Barajas - Sociedad
Un avión despegando del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
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11,03 euros por billete

El ajuste del precio de las tasas situará el Ingreso Máximo por Pasajero Ajustado (IMAAJ) en los 11,03 euros. Aunque Aena ha matizado que más de la mitad (0,45 euros) de los 68 céntimos de subida corresponde a atrasos de años anteriores. El resto, 0,23 euros,  sí se atribuye a un incremento real, según reconoce la entidad. En su defensa, recuerda el alto precio de la cuota en 2015. Diez años atrás, las tarifas superaban en ocho céntimos, 11,11 euros por billete, la propuesta para el próximo año.

Pese a ello, las aerolíneas consideran que cualquier alza representa un importante coste de oportunidad, especialmente cuando aún se desconocen los incrementos que se presentarán en la próxima DORA III. El Partido Popular, tendiendo una mano a Ryanair, ya presentó una proposición no de ley en el Congreso para evitar el aumento previsto.

Financiación

Las tasas aeroportuarias, derivadas del nuevo plan de inversión, tendrán un alza contenida. El gestor buscará financiará el programa con deuda. De este modo, las tasas no sufrirán de forma inmediata una subida desmesurada. Hasta ahora la compañía ha mantenido un nivel de endeudamiento bajo, con una ratio de 1,64 veces deuda financiera neta a Ebitda. Así, ha podido financiar gran parte de su actividad sin recurrir a altos volúmenes de pasivo, aunque el período inversor previsto para 2027 implicará un aumento moderado de dicha ratio.

Aena también sacará provecho de ingresos no estrictamente aeronáuticos, como los provenientes de comercios, restaurantes o parkings en terminales. Al ampliar una terminal, parte de los ingresos procederán de los establecimientos que se ubiquen en esos nuevos espacios. Lo que permite amortiguar la presión directa sobre las tarifas. En otras palabras, el desembolso no se nutrirá únicamente de las tasas aeroportuarias, sino que se complementará, además de con la búsqueda de financiación mencionada, con los ingresos generados por los servicios que se desarrollan en las terminales e infraestructuras colindantes.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al presidente de Aena, Maurici Lucena, en el acto de presentación del Plan de Inversión de Aena en el aeropuerto de Alicante.
Moncloa

Casi un año y medio

La tramitación de la nueva regulación DORA III se alargará casi un año y medio. A la propuesta presentada por el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández, le sigue un proceso de consultas que se abrirá el próximo 2 de octubre. A partir de ese momento, el plan de Aena será debatido con las compañías aéreas, el Ministerio de Transportes, las comunidades autónomas, administraciones locales y otras entidades sociales y económicas. Las interlocuciones concluirán el 15 de marzo de 2026, tras recoger las consideraciones de los agentes implicados.

Una vez finalizado este proceso de consultas, la propuesta será integrada en el Documento de Ordenación y Regulación Aeroportuaria (DORA III) para su tramitación hasta la aprobación definitiva por el Consejo de Ministros, prevista para antes del 30 de septiembre de 2026. Tras el visto bueno, el nuevo régimen de tarifas y regulaciones entrará en vigor el 1 de enero de 2027, marcando el inicio de un ciclo inversor que se extenderá hasta 2031.

Una corrección puntual

Al cierre de bolsa en la sesión del viernes, la acción de Aena se recuperó, aunque muy levemente, hasta los 23,31€. El rebote supone un ligero alivio tras la caída del 5,12% en la jornada anterior, el 18 de septiembre, cuando cerró en 23,16€. Este desplome se produjo tras el anuncio de su mayor plan de inversión de la historia, lo que generó incertidumbre entre los inversores. A pesar de la corrección, la compañía considera que este ajuste no representa una preocupación real. Según fuentes internas, el proyecto presentado es “un generador de valor para los accionistas, y permitirá el crecimiento de la empresa”. Desde la gestora destacan que sin estas inversiones, el desarrollo sería imposible, y confían en que los mercados valorarán positivamente este enfoque a largo plazo.

El nuevo plan de Aena es un impulso para los aeródromos españoles. Aún así, parte del coste inevitablemente se reflejará en los billetes. Aunque financiar el proyecto con deuda, junto con los ingresos provenientes de los nuevos comercios, amortiguará la presión sobre las tarifas aeroportuarias. Ahora falta por ver cómo reaccionarán las aerolíneas, con el temor de que alguna, como Ryanair, alce el vuelo para no volver.