Son numerosas las empresas que se han visto afectadas por las nuevas políticas arancelarias impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante el llamado ‘Día de la Liberación’ del 2 abril en el que se impusieron aranceles a países de todo el mundo. No solo han sufrido el golpe las empresas automovilísticas como Ford, Volvo o General Motors, o las tecnológicas como Apple; también lo han hecho cadenas de alimentación y bebidas como McDonald’s y PepsiCo o aerolíneas como Alaska Airlines y United Airlines.
En este contexto de incertidumbre y cambios, del que nadie parece escapar, la empresa creadora del universo Barbie tampoco ha salido indemne. Mattel ha decidido suspender su pronóstico financiero anual ante la dificultad de predecir el comportamiento de los consumidores y no descarta aplicar subidas de precios en Estados Unidos como contrapeso al incremento de costes derivados de los nuevos aranceles.

Alta situación de incertidumbre
La compañía, con sede en California y responsable también de marcas como Hot Wheels y Monster High, no ha visto afectadas sus cuentas en el primer trimestre de 2025. Así lo confirmó su presidente y CEO, Ynon Kreiz, durante la presentación de resultados.
Aun así, el ejecutivo reconoció que el contexto obliga a revisar su estrategia operativa y financiera: “Estamos implementando medidas de mitigación para compensar por completo el posible impacto incremental de los costes”, afirmó. También advirtió: “Es difícil decir dónde aterrizarán las cosas y cómo evolucionará la situación arancelaria”.
Según The Washington Post, la semana pasada, Trump habló precisamente de la situación de las compañías jugueteras y su accesibilidad, sugiriendo que los niños podrían sobrellevar el hecho de tener menos muñecas. “Quizás los niños tengan dos muñecas en lugar de 30, ¿sabe?, y quizás las dos muñecas cuesten un par de dólares más de lo normal”, declaró.
Diversificación de la fabricación
Entre esas medidas, Mattel está acelerando su estrategia de diversificación de la cadena de suministro para reducir la dependencia de China, afectada por aranceles del 145% que impuso el presidente estadounidense. Además de mantener su red en este país, la empresa produce también en Indonesia, Malasia, México y Tailandia. De hecho, ya en 2024 cerró una planta proveedora en China. Según The Washington Post, Mattel planea trasladar la producción de unos 500 artículos fuera de China este año, lo que supone un aumento con respecto al año pasado, que ya fueron 280 artículos.

“No se trata tanto del riesgo geopolítico como tal, sino más bien de diversificar nuestra presencia y trabajar en diferentes países y seguir optimizándola en términos de costos, cumplimiento, servicios de diferentes proveedores y parte de nuestro camino para seguir fortaleciendo nuestra cadena de suministro, que ahora es una ventaja competitiva para nosotros”, afirmó el CEO de Mattel.
Aumento de los beneficios frente a 2023
La compañía ha dado a conocer las cuentas del primer trimestre, finalizado el 31 de marzo de 2025. Durante el primer trimestre, las ventas fueron de 826,6 millones de dólares, casi 20 millones más que el años anterior, que fueron 809,5 millones. Sin embargo, también has ascendido las pérdidas netas, pasando de 40,3 millones de dólares (35,5 millones en euros), respecto a los 28,3 millones de 2024, lo que supondría un 42,2% más respecto al mismo periodo del año anterior.
La pérdida básica por acción en las operaciones continuadas fue de 0,12 dólares, frente a los 0,08 dólares del año anterior. La pérdida diluida por acción de , operaciones continuadas fue de 0.12 dólares, en comparación con los 0,08 del año anterior.
Casi el 50% mantendrá precios asequibles
El aumento de los precios como consecuencia de los aranceles no va a aplicarse a todos los productos de juguetes. Entre las líneas de actuación previstas, la compañía se ha comprometido a seguir acelerando la diversificación de su cadena de suministro. Actualmente, China representa menos del 40% de su producción, frente al 80% de media en el sector.
El alza de precios, de producirse, no se aplicará de forma generalizada. Mattel asegura que entre el 40% y el 50% de sus productos mantendrán un precio inferior a los 20 dólares. “Por ello, estamos firmemente comprometidos con el suministro ininterrumpido de productos de calidad a una amplia gama de precios asequibles para niños y familias de todo el mundo”, aseguró Kreiz.
Los costes podrían aumentar 270 millones de dólares
Según estimaciones de la propia compañía, los nuevos aranceles podrían suponer un coste adicional de hasta 270 millones de dólares (238 millones de euros) este año. La cifra, no obstante, está sujeta a revisión conforme entren en vigor las medidas compensatorias.
El CEO de Mattel también ha mostrado su respaldo a la Asociación de Juguetes de EE.UU. y a otras asociaciones globales del sector que promueven la eliminación de aranceles sobre juguetes, argumentando que su supresión es clave para “garantizar el acceso universal al juego como herramienta de desarrollo infantil”.
Un sector bajo la presión del mercado
Mattel no es la única compañía del sector amenazada por la política arancelaria. Según CNN, MGA Enterainment, fabricante de la marca de Bratz, también tiene un futuro incierto. Una gran parte de la producción se encuentra en China, pero también produce en Ohio, donde cuenta con una plantilla de 700 trabajadores.
Una de las cuestiones es la obtención del material clave en la fabricación, como el pelo de las muñecas, ya que no es fácil de localizar en Estados Unidos. “No hay ninguna fábrica estadounidense en ningún lugar que pueda hacer cabello para muñecas. ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Vender muñecas calvas?”, declaró Isaac Larian, CEO de la empresa.
En 2024, Estados Unidos importó juguetes por valor de 17.700 millones de dólares, de los cuales el 75% provenía de China, según datos del Departamento de Comercio. La mano de obra barata ha sido clave en la competitividad del sector. Las nuevas políticas podrían cambiar ese equilibrio y poner en riesgo la sostenibilidad de muchas marcas.
Ahora, las nuevas políticas de la presidencia podrían provocar que estas empresas sean incapaces de asumir los costes arancelarios. Mientras tanto, Barbie continuará presente y, por ahora, a un precio que aún pueden pagar muchas familias.