Queda aún mucho por saber del caso Cerdán. Es la conclusión que se desprende del último auto del juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente. El magistrado deja claro que la instrucción no se prevé breve y que, a pesar de que el objeto de la causa presenta ya “dimensiones considerables”, presenta una “innegable tendencia a expandirse”.
La percepción de que el caso va a escalar la comparte también con la Fiscalía Anticorrupción, que deslizó algo similar en su escrito oponiéndose a la excarcelación de Santos Cerdán. Dijo que hay posibilidad que existan “otras personas aún desconocidas” que formen parte de la presunta organización criminal sobre las que Cerdán podría influir si estuviera en libertad. Además, apuntó que las mordidas de la adjudicación pública amañada podrían ser muy superiores a las señaladas en el último informe de la UCO.
El juez Puente apunta a que del registro realizado en casa de Koldo García se extrajeron 10 terabytes de contenido, lo que equivale a 65 millones de páginas impresas. Una cantidad ingente de información que aún la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil sigue analizando y desencriptando.
De ahí que el juez se niegue a dar traslado a las partes de una copia de esos dispositivos. Sin embargo, sí ve “razonable” para que los imputados puedan ejercer su derecho a la defensa enviar los audios íntegros recogidos en el informe de la UCO. Se refiere, en concreto, a las grabaciones que encontraron en dos teléfonos Iphone y una grabadora Philips. En ellas, estaban reflejadas conversaciones del día a día entre Koldo García con José Luis Ábalos o Cerdán, entre otros.
En algunas se hablaba de las mordidas que presuntamente se llevaba la trama a cambio de adjudicar obra pública amañada. “Vamos a ver, yo he recibido cuatrocientos cincuenta mil (450.000) de la primera tanda, que son tres contratos y cincuenta mil (50.000) de los dos últimos contratos, ¿vale?, y luego me dieron setenta mil que era de la indemnización por la parte de la bajera, que son quinientos setenta mil (570.000). Vale, de acuerdo. Esas son mis cuentas, que no sé si son las tuyas”, le decía Koldo García a Cerdán en una de las grabaciones.
Asimismo, acepta el juez un informe pericial que acredite si los audios han sido grabados por los aparatos donde estaban albergados o si fueron después volcados a estos y si “han podido ser objeto de alguna clase de manipulación, corte o edición”. Por tanto, encarga al Servicio de Criminalística de la Guardia Civil realizar dicho informe.
Por último, recrimina a Cerdán que trate de dilatar el procedimiento con la petición de ciertas diligencias. Su abogado pidió dilucidar la relación de Koldo García con la Guardia Civil sembrando la duda de que estaban conchabados. También insinuaba que pudiera haber tenido algo que ver el Instituto Armado con las grabaciones realizadas por el exasesor de Ábalos. Petición que el juez instructor rechazó de plano por considerarlo “irrelevante” para la causa.
Y añadió en su último auto que ni siquiera “parece una hipótesis plausible” que Koldo García hubiera realizado esas grabaciones para inducir a Santos Cerdán a reconocer delitos. Dice que no tiene sentido pensar eso cuando en el desarrollo de los audios en los que hablan de mordidas la voz del propio Koldo García le autoincrimina y le involucra en la trama. Además, cree que no pudo ser el fin que perseguía realizando esas grabaciones porque no las aportó él de forma voluntaria a la causa sino que le fueron incautadas.
El Supremo avala a Puente
Por otro lado, este miércoles también se pronunció la Sala de Apelaciones sobre los recursos presentados por Koldo García y Ábalos en los que denunciaban una investigación prospectiva y se oponían a que el juez indagara en la tabla con anotaciones que aportó el comisionista Víctor de Aldama en las que se indicaban presuntamente las adjudicaciones públicas dadas a dedo.
La Sala recordó a los investigados que “indagar la veracidad de la información sobre comportamientos presuntamente delictivos puestos de manifiesto por un co-investigado y con visos de verosimilitud, no tiene nada que ver con lo que sería una repudiada causa general”. Y rompieron una lanza a favor de Puente que “con paciencia franciscana” explica una y otra vez a los imputados la ausencia de una investigación prospectiva.