El cruce de mensajes entre Ayuso y Ryanair ha desencadenado un debate inesperado sobre el futuro de los aeropuertos regionales en España. La presidenta madrileña aprovechó la inauguración del nuevo centro de formación de la aerolínea en Madrid para respaldar públicamente su posición frente a Aena, que mantiene unas tarifas que la compañía considera demasiado elevadas.
Durante su intervención, Ayuso defendió que Ryanair es mucho más que una aerolínea en la ecuación económica de España. En su opinión, las tensiones con Aena ponen en juego la continuidad de un actor que genera más de 376.000 empleos directos e indirectos y más de 27.000 millones de euros para la economía nacional.
Una defensa frontal del modelo de bajo coste para sostener el empleo
La sintonía entre Ayuso y Ryanair se reforzó cuando la presidenta advirtió de las consecuencias de perder presencia en aeropuertos regionales. Ayuso alertó de que cada retirada provoca el cierre inmediato de decenas de empleos y afecta al ecosistema turístico local. Su mensaje fue claro: apoyar a aerolíneas como Ryanair no tiene que ver con cálculos partidistas, sino con proteger el bien común y la competitividad del país.
En este contexto, la presidenta madrileña y la aerolínea irlandesa compartieron la idea de que la libertad empresarial y la certidumbre regulatoria son claves para atraer inversiones a largo plazo. Ayuso remarcó que Madrid actúa como un territorio que no impone obstáculos, sino que favorece entornos estables donde las compañías pueden desarrollar proyectos estratégicos.

Antes de que se produjera el gesto de apoyo entre Ayuso y Ryanair, el consejero delegado Eddie Wilson ya había criticado abiertamente la falta de competitividad de varios aeropuertos regionales españoles. Ryanair recordó que ha invertido 11.000 millones de euros en España y que espera contar con parte de los 300 nuevos aviones que incorporará en los próximos años. Pero para que eso ocurra, explicó Wilson, es imprescindible que las tarifas no frenen su expansión.
Ese desencuentro entre Ayuso y el gestor aeroportuario está directamente relacionado con la reciente decisión de la compañía de recortar 1,2 millones de plazas para el verano de 2026. Incluso anunció su salida de Asturias por el coste que, a su juicio, hace inviables esas operaciones frente a mercados como Marruecos o Italia. Para Ryanair, el mensaje es simple: la prioridad es operar donde la ecuación económica tenga sentido.
Un nuevo centro de formación que impulsa la industria aeronáutica
El acto que provocó el inesperado cruce entre Ayuso y Ryanair fue la inauguración del nuevo centro de formación que la aerolínea ha abierto en Madrid. La instalación, en la que se han invertido 130 millones de euros, ya cuenta con dos simuladores de movimiento completo del Boeing 737-8200 ‘Gamechanger’ y una cabina equipada para entrenar tripulaciones.

La presentación incluyó el anuncio de que el centro crecerá aún más. En 2026 se incorporarán dos nuevos simuladores full motion y otros dos de base fija, alcanzando un total de seis. La apuesta consolida la relación entre Ayuso y Ryanair, y refuerza el papel de Madrid como un polo aeronáutico clave. Según la compañía, este proyecto permitirá crear 150 empleos cualificados. Un argumento que la presidenta madrileña subrayó para defender el modelo de crecimiento que impulsa este tipo de inversiones.

