La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha rechazado la condonación de deuda aprobada por el Consejo de Ministros, considerando que se trata de una “huida hacia adelante” por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, con “muy pocas probabilidades de prosperar”. En su opinión, lo que realmente necesita el país es una reforma profunda del sistema de financiación autonómica.
“No vamos a caer en esa trampa”, afirmó, subrayando que “la deuda no desaparece, la deuda solo cambia de bolsillo, se mutualiza, se reparte ahora entre todos los españoles”. Sáenz de Buruaga advirtió de que esta medida supone “un claro expolio para la solidaridad interterritorial” y señaló que el “hipotético ahorro” que pudiera beneficiar a Cantabria “en ningún caso puede ser utilizado para mejorar la sanidad, la educación o los servicios sociales”.
La presidenta insistió en que “nosotros no hemos pedido esta falsa condonación” ni dependen ya del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) para financiarse, recordando que su Gobierno ha “recortado la deuda de verdad” y mantiene la deuda autonómica por debajo del 17% del PIB.
En este sentido, defendió que la “solución real y efectiva” pasa por “una reforma integral del sistema de financiación autonómica, de forma multilateral, consensuada y transparente”, que incluya además una reestructuración ordenada de la deuda, en lugar de una condonación parcial.
Sáenz de Buruaga reiteró que, “pase lo que pase, diga lo que diga”, el Ejecutivo cántabro seguirá defendiendo “la igualdad entre ciudadanos y la solidaridad entre territorios”, y no descartó acudir a los tribunales si fuera necesario. “Tampoco nos va a temblar la mano ante eso”, advirtió, calificando la decisión del Gobierno central como una “estrategia”, una “maniobra” y una “clara huida hacia adelante” con escasas opciones de salir adelante.