La Playa de Gulpiyuri no es una leyenda ni una ilusión óptica. Existe, está escondida en la costa oriental de Asturias y es, probablemente, una de las rarezas geológicas más desconcertantes de Europa. Se encuentra cerca de la localidad de Naves, en el concejo de Llanes. Y, a simple vista, parece una pequeña cala sin salida al mar. Pero el océano está ahí, aunque invisible: a unos 100 metros, al otro lado de una colina verde que parece no esconder nada.
Y, sin embargo, bajo esa ladera se oculta un fenómeno kárstico que ha dado lugar a este capricho natural.
La Playa de Gulpiyuri es, en esencia, un agujero en la tierra conectado subterráneamente con el mar Cantábrico. A través de ese túnel natural, el agua se cuela con las mareas y forma una playa interior de arena blanca, olas suaves y una atmósfera mágica. Muchos la comparan con un cenote de Yucatán o con un oasis marino en mitad de los pastos asturianos.
El misterio geológico detrás de su formación
El origen de la Playa de Gulpiyuri reside en un proceso de disolución de las rocas calcáreas típico de la costa cantábrica. A lo largo de milenios, el mar fue horadando galerías subterráneas en la roca hasta provocar un hundimiento parcial del techo, formando una dolina. Con el tiempo, esa depresión se llenó de arena traída por las corrientes marinas, convirtiéndose en una playa insólita a más de 40 metros de la línea de costa.
Gracias a esa conexión subterránea, la Playa de Gulpiyuri tiene mareas, como cualquier playa tradicional. Cuando sube la marea en el Cantábrico, el agua fluye a través del canal natural hasta llenar la pequeña cuenca. Entonces las olas rompen dentro del prado, lejos de la vista del mar. El resultado es un escenario que parece sacado de un sueño, donde los viajeros pueden bañarse sin ver el horizonte marino.
@marina_koizumi 📍 Playa de Gulpiyuri (Llanes, Asturias) ¿Habéis estado en esta playa? Me pareció un entorno de lo más bonito y respetado. Sí que es cierto que al ser una playa tierra adentro cuando estás bañándote huele un poco a agua estancada, pero soportable para toda la belleza del lugar. #asturias qué bonita eres 🌊☀️🌿 #gulpiyuri #travel #vanlife #beach #north #asturies #visit #viraltiktok #vacas #llanes #world #camper #girl
La belleza y singularidad de la Playa de Gulpiyuri la han convertido en Monumento Natural desde 2001. Está incluida dentro del Paisaje Protegido de la Costa Oriental de Asturias y goza de un estatus especial que impide cualquier intervención urbanística o degradación del entorno. El acceso se realiza a pie, tras una breve caminata desde el área de San Antolín o desde el pueblo de Naves, lo que ayuda a preservar su delicado equilibrio ecológico.
Aunque en verano suele recibir muchos visitantes, la Playa de Gulpiyuri sigue siendo un lugar apartado del bullicio turístico de otras zonas costeras. Su pequeño tamaño —apenas 40 metros de largo— hace que no sea recomendable para largas jornadas de toalla, pero sí como destino de asombro, fotografía y silencio.
Una experiencia sensorial sin igual

Quien visita la Playa de Gulpiyuri no solo se encuentra con un paisaje insólito, sino con una experiencia sensorial que transforma el concepto de playa. El verde de los prados circundantes, el canto de las gaviotas, la arena fina bajo los pies y ese rumor de las olas sin horizonte convierten el lugar en un escenario casi onírico. Algunos viajeros afirman que se trata de uno de los rincones más espirituales del norte de España.
Y no es extraño que muchos visitantes comparen la Playa de Gulpiyuri con un cenote maya. Ambos nacen del colapso del terreno sobre un conducto subterráneo, ambos ofrecen agua cristalina rodeada de vegetación. Y ambos representan un equilibrio misterioso entre la tierra y el agua. Solo que, en este caso, la magia no está en el corazón de la selva, sino en el de la cornisa cantábrica.